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—Ropa interior nueva, cepillo de dientes, toalla, perfume...– Yoshiko seguía haciendo repaso de todo lo que llevaría en su maleta.

Mari se encontraba como siempre ahí, al parecer su amiga no tenía una gran afición por quedarse en su propia casa la mayor parte del día.

—Sandalias, pastillas anti mareo, lista de reproducción relajante...–

—Tanga– mencionó Mari en el mismo tono gracioso en el que Yoshiko repasaba todo lo empacado.

—Tanga...– repitió la peliazul antes de detenerse al ver que algo no cuadraba. —No es divertido– mencionó.

—¿Por qué? Puede que encuentres una americana atractiva con quien quieras perder tu poco agraciada virginidad– Mari sonrió con malicia. —Oye, yo no sé con quien la vayas a perder pero en cuanto lo hagas me tienes que contar todo a detalle–.

—Es horriblemente perturbador lo seria y decidida que luces cuando me estas pidiendo algo como eso–.

Yoshiko lanzó un último par de calcetas a la maleta y la cerró finalmente.

—Entonces ¿cuántos días te irás?–.

—La boda es en dos semanas– Yoshiko analizó la montaña de cosas que tenía sobre su cama decidiendo lo que era verdaderamente importante empacar y lo que no.

Por un momento la idea de pedirle ayuda a Mari respecto a lo que sabía de Riko y Chika tratando de sabotear la boda de Hanamaru cruzó su mente pero... ¿En verdad estaban hablando en serio? Hasta ahora no las había visto haciendo o diciendo nada para impedir la unión. De hecho parecían bastante tranquilas.

Desde la primera vez que conoció a Dia finalmente había pasado una semana y en ese tiempo se había reunido con Hanamaru, Riko y Chika dos veces más. Era como si Hanamaru quisiera recuperar el tiempo perdido y actuaba como si fueran las mejores amigas de la vida. Como si su noviazgo de casi cuatro años jamás hubiera existido.

Yoshiko estaría mintiendo si dijera que aquello no le dolía un poco. Quizás para Hanamaru no había sido la gran cosa pero para ella si, sobre todo porque había sido su primer y última novia.

Se había dado cuenta además de que Riko y Chika eran muy extrovertidas y alegres siempre y cuando no se mencionara a Dia porque en cuanto ocurría el aura se volvía pesada y los comentarios hirientes dirigidos a la mujer en cuestión jamás faltaban. Hanamaru lo notaba y era por eso que se esforzaba por no nombrar a su prometida por nada del mundo a menos de que fuera necesario.

Yoshiko seguía sin entender porque se empeñaba tanto en lograr que sus ex novias y su futura esposa convivieran, aún así no la juzgaba.

—¿Sabes que deberías hacer? El día de la boda llega sin ropa y grita "¡yo me opongo!". Eso sería épico– se burló Mari.

¿Y si Riko y Chika planeaban algo como eso? ¿Debería advertirle a Hanamaru? ¿Debía decirle también que Dia fue novia de Riko primero y la dejó por ella?

No, Yoshiko no se sentía con el corazón como para hacer algo como eso. Pensó en Riko y lo mal que debió haberla pasado cuando Dia la dejó y lo peor que debió haber sido cuando se enteró que la había dejado para irse con Hanamaru. A pesar de que Riko decía no creer en el amor, Yoshiko se negaba a creer que había aceptado aquella traición así como así.

—Hey, idiota– Mari arqueó una ceja —se te hace tarde–.

Yoshiko reaccionó finalmente, viendo que le quedaba solo una hora para llegar a tiempo al aeropuerto y seguramente el tráfico no estaría de su lado.

—¡Me voy!– gritó y terminó de echar cualquier cosa a su maleta pequeña.


















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⏰ Última actualización: Nov 07, 2023 ⏰

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