05

1.4K 141 7
                                    

-¡¿Como carajo que no saben a donde se fue?!- Norm y Grace no tardaron en darse cuenta de la ausencia de Akira, pero más que todo fue porque tuvieron a Jake gritándoles de la nada cosas sin sentido, que tuvieron sentido cuando levantaron la cabeza y notaron la ausencia de la chica

-Tu eras el encargado de protegernos- Echo en cara Norm -¿como es que no te diste cuenta que se alejó? Es tu hermana, mierda-

Jake estaba a punto de contra atacar pero fue detenido por una unas manos que se colocaron en medio de ambos chicos que comenzaban a acercarse peligrosamente

-Ya basta los dos- Exclamó Grace -No es momento de echarnos la culpa entre nosotros. En todo caso todos somos culpables por no haber estado pendientes de ella- Grace miro de reojo a Jake, y por primera vez en todo el tiempo que él estuvo con ella, sintió compasión por el. A nadie le gustaría que su hermana estuviera perdida en el ambiente más hostil conocido por el hombre, teniendo solamente conocimientos básicos que no serían útiles si un animal te considera una presa fácil

Akira había demostrado desde el primer momento ser una chica muy curiosa, por lo que Grace se sintió mal consigo misma por no haber adivinado que ella podría alejarse o algo así

-Vengan- Ordenó está, haciando una seña con la mano para que los dos chicos la siguieras, pero nuevamente quién le hacía caso era Norm, quién se maldecía en sus adentros por no haber podido darse cuenta de la ausencia de su amiga, aún sabiendo lo inquieta y curiosa que era

Jake no les había seguido el paso, solo se quedó parado mirando al suelo mientras se maldecía a si mismo por no poder estar pendiente de su hermana. Se había prometido cuidarla, es la única razón por la que acepto esa misión y no lo logro, fallo

Había dado unos pasos hacia atrás, la culpa lo estaba invadiendo. No pudo salvar a Tom y ahora tampoco podía poner a salvo a su hermana

Jake no tardó en darse cuenta de las extrañas flores tras el. Tenían forma de espiral y un color anaranjado, eran incluso un poco más altas que el

Cuando intento tocar una está se contrajo y prácticamente desapareció, encogiéndose hasta llegar al nivel del suelo. Al hacer lo mismo con otra obtuvo la misma reacción que la anterior, pero cuando lo intento con la tercera hizo que esta junto a las demás plantas se "Escondieran", generando un tipo de reacción en cadena. Y a su vez revelando a una furiosa criatura que se acercaba furioso a Jake, tratando de marcar territorio con fuertes ruidos y pisadas

La Atokirina se había detenido en un pequeño prado, donde habia otras como ella, que volaban al rededor del lugar y de las hojas que estaban en este en una bella danza

Algunas no tardaron en acercarse al rostro de la joven, quién aún parecía no haberse dado cuánta que se había separado por completo de su grupo, estaba sumida en su mundo, ya nada fuera de él importaba

Cuando las Atokirinas comenzaron a alejarse de ella, si vista bajo a sus pies, aún tenia las botas con las que había salido del laboratorio las cuales de repente se le comenzaron a hacer muy incómodas. Se agachó y comenzó a quitárselas, volvió a levantarse para sentir el dulce pasto verde del lugar haciéndole cosquillas entre sus dedos mientras cerraba sus ojos sumiéndose en la relajante sensación del viento contra su cara empujando sus cabellos hacia atrás mientras sus dedos seguían jugando entre el pasto y la tierra bajo de ella

Pronto volvió a agacharse, esta vez quedándose de rodillas para poder sentir el pasto entre los dedos de sus manos. Al hacerlo volvió a sentir la misma sensación de cosquillas que sintió en sus dedos hace unos segundos, pero esto no fue suficiente. Poco a poco se dejó caer, lentamente mientras sus brazos seguían esparciendo el pasto tratando de abrazarlo, dio leves vueltos una vez que estuvo acostada, para finalmente quedar recostada en su hombro mientras su mano seguía jugando con una Atokirina que se le había posado entre los dedos

La voluntad de EywaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora