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El rostro de Tsu'tey se veía neutro, como, sin sentimientos. Pero algo en Akira le decía que estaba enojada, con ella

Las risas que antes estaban en el lugar acogiendolo con una dulce vibra, había desaparecido, el silencio pesado que en algun momento reino el lugar, había vuelto

Ar'vok dejo su posición relajado de hace rato, se enderezo y junto sus manos detrás de su espalda. A Akira, quién aún la estaban arreglando, solo se mantuvo en completo silencio. Ambos jóvenes estaban esperando a que el guerrero frente a ellos dijera algo. Este se mantuvo en completo silencio, por unos segundos mantuvo la mirada sobre su hermano, quién se veía bastante nervioso por esa forma tan penetrante de mirarlo. Soltó un suspiro para sus adentros cuando esté aparto la vista de él, pero al ver que ahora era a Akira a la que perforaba con la mirada, volvió a tensarse, pensando en algo que decir para poder defenderla. Conociendo a su hermano, buscaría la excusa perfecta para regañarla

-¿Que crees que haces?- Pregunto Tsu'tey con tono severo, en su rostro ya comenzaban a mostrarse rostros de enojo

-Yo nada- Respondió Akira con total tranquilidad -Son ellas las que me están peinando- Señaló a su cabeza, donde se encontraban aún las mujeres trabajando en su cabello. Parecían hipnotizadas con el movimiento de sus propios dedos, ni siquiera se molestaron a mirar quién entró en el lugar. Y posiblemente aún de haber visto que era Tsu'tey, habrían seguido con su trabajo sin ninguna preocupación

El hijo menor de Ateyo, se encontraba nervioso por cualquier palabra que fuera a soltar su hermano. Se quedó con su misma postura, esperando algún reproche que nunca llego

-No tardes- Fue lo único que dijo su hermano -Se nos hace tarde para seguir con tu lección de hoy- Ar'vok se veía bastante sorprendido por la respuesta de Tsu'tey. El en el fondo esperaba que su hermano lo reprendiera, por estar pasando tiempo con la trota sueños en vez de estar realizando sus tareas

Antes de irse, Tsu'tey clavo sus ojos en su hermano, acto que hizo que este bajará la orejas al sentirse inferior a él

Una vez solos, el joven guerrero se fijó en Akira. Todo su cabello, estaba repleto de miles de hermosas trenzas, que a su vez, estaban decoradas con unas plumas que caían de un lado de su cabeza y que combinaban con el atuendo que llevaba puesto. A si mismo, tenía unas cuantas cuencas adornando algunas de sus trenzas, que provocaban un pequeño ruido cuando ella movía su cabellos, haciando que estás chocarán entre si

Parecía haber quedado helado por la imagen de la bella chica revolviendo todas sus trenzas de forma infantil ante el. Su rostro se había teñido de un azul más oscuro, y sus orejas habían vuelto a bajar. Trataba de encontrar los ojos de la joven, pero estaban perdidos contemplando su reflejo en una pequeña fuente de agua que se asemejaba a una cascada

Las mujeres que habían echo tan perfecta labor, se veían más que satisfechas al ver lo feliz que estaba Akira con sus nuevas trenzas

Fácilmente la hubiera seguido viendo, hubiera durado todo el día si Eywa se lo permitía. Pero cuando Akira volteó a verlo después de mucho, con un infantil gesto de felicidad, el muchacho bajo la mirada al pensar que ella se sentiría incómoda si lo descubrió observándola de esa manera tan intensa. Pero fue todo lo contrario a eso

-Ar'vok- Lo llamo ella felizmente -¿Como estoy?- Pregunto inocentemente -¿Me veo bien?- Volvió a dirigir sus dedos a su cabeza, masajeando suavemente las trenzas recién echas

-Claro que si- Respondió este, evitando sonar nervioso -Vamos. Mi hermano te matará si te sigues tardando- Hizo una seña con sus manos para indicarle que lo siguiera. Y así fue, dando pequeños saltos al comienzo que luego se convirtieron en un andar fluido y normal

La voluntad de EywaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora