La voluntad de Eywa

21

Esa noche había sido diferente para ella. Su conciencia no se traslado a su avatar, ni le permitió pasar la noche con Tsu'tey como ella quería. Eywa tenía planes diferentes esa noche, cosa que ella no sabía aún

Cerro sus ojos, entusiasmada por volver al bosque y tener un momento íntimo con su prometido. Pero eso nunca paso. Cuando logro abrir los ojos, se tomó un tiempo para acostumbrarse a su enemigo por naturaleza; cada día el sol parecía tratar de evitar que despertará, como si no quisiera que viera lo que tenía en frente

Estaba en el bosque,si. Pero todo se sentía diferente, aunque todo parecía estar relativamente normal. Era de día, lo cual no tenía sentido ya que el eclipse había ocurrido, la aldea debería estar descansando de un largo día refugiada por la cobija de sobra que los acompañaba cada noche cuando el cielo se oscurecía y las estrellas salían. Un nuevo día había empezado, pero ni siquiera pudo disfrutar bien su noche

Se dio cuenta que a pesar de estar en su cuerpo humano, respiraba a la perfección el aire de Pandora. Además, se sentía extrañamente alta, como si de la nada hubiera crecido lo suficiente para poder verse más alta que algunas plantas del bosque; que por lógica deberían superarla en tamaño

-¿Hola?- La soledad la estaba abrumando, se sentía asfixiada estando sola en un lugar tan vacío, sin una sola alma Na'vi o humana que estuviera cerca para hacerle compañía. Pero que a la vez estaba tan lleno de vegetación y flores, con animales que corrían inconscientes a su presencia

El miedo e incomodidad entraban a su cuerpo como un cáncer. Esa sensación de sentirse tan sola, pero a la vez sentir que algo o alguien la estaba observando, era agobiante

Un escalofrío recorrió si espalda, haciéndola voltear nuevamente

-Muy bien, una última vez- ¿Como no había sido capaz de ver eso? Había dado la vuelta sobre su propio eje varias veces tratando de encontrar algo que la ayudara a ubicarse; alguna señal de la aldea o alguna prueba de vida nativa ahí. La escuela de Grace, la misma que visitaron el primer día de expedición, cuando se separo de su grupo por perseguir una Atokirina. Estaba ahora frente a ella, con su puerta entre abierta invitándola a entrar

-¿Grace?- Reconoció esa voz como si la hubiera escuchado desde el día que nació. Con temor a lo que pudiera encontrarse, abrió más la puerta he ingresó al lugar. Volvió a sentir esa extraña sensación recorriendo su espalda, sentía como se lo ponían los pelos de punta

La vio allí, tan feliz y radiante como nunca. Detrás de su escritorio señalaba partes de su cuerpo, mientras los niños las decían en español. Era una escena tan tierna, que le hizo olvidar por unos segundos su malestar corporal. Ahora en su vientre se encontraba una sensación cálida y familiar, una de la que no quería olvidarse jamás

-Grace- Volvió a llamarla, pero está no respondía. Se acercó a ella,pero aún no reaccionaba. Era como si no estuviera ahí, pero aún así pudiera ver todo lo que ocurría sin que nadie sintiera su presencia

-Excelente, mis niños- Los felicito la doctora -Han estudiado- Los niños comenzaron a reir y felicitarse entre ellos. Amplio su sonrisa ante tal escena

Pero hasta el momento más armonioso y pacífico puede verse interrumpido por una tempestad imprevista

-¡Grace!- Se escucho un grito aterrado fuera de la cabaña. Akira se apresuró a la puerta, se asomo y logro visualizar a lo lejos unos Pa'li que venían acercándose. Al poco tiempo, Grace también se acercó, alarmada por todos el alboroto de afuera

-¿Que ocurre?- Maldijo la mayor, abriendo por completo la puerta; dejando que el fresco aire del bosque ingresará al interior de la cabaña -¿Sylwanin?- Reconoció al instante la figura de la Omatikaya. Ella y otros guerreros se acercaban a toda prisa en sus Pa'lis, con el pánico y la preocupación siendo evidentes en sus rostros