No White Flag (CUTISON)

Uno

Es lunes y ya le duele la cabeza. 

Cualquiera pensaría que después de terminar la campaña iba aflojar pero no, siempre tenia la sensación de que le faltaba algo, o que podría haberlo hecho mejor. Odiaba esa sensación de nunca hacer lo suficiente. Así que tomo un respiro profundo y salio del auto.

Tenes que dar gracias por tu trabajo, gracias por tu trabajo , repetía el mantra en su mente una y otra vez. Quien sabe y el año que viene estaría conduciendo por las calles de Londres.

"Tengo que sacar turno con la masajista"  

Sube hasta su oficina. Quedo distinta después de la nueva decoración, los tonos pasteles no son lo suyo pero Antonio opinaba que resaltaban el lugar y su palabra era lo que importaba.

Apenas llega su asistente, Paulo, lo recibe.

-Buen día, Cristian, dormiste bien? O todavía te dura la resaca del sábado?

-Buen día Paulo, estoy muy bien, gracias por preguntar, listo para lo que viene, que mando Antonio?

-Ese el tema, no mando nada aún, hable con su secretaria y me dijo que a ella también le pareció raro pero que el viernes recibió una llamada de Londres y desde ahí esta misterioso, sus palabras, no las mías.

Realmente raro.

Desde que lo conoce al italiano siempre ha sido un workaholic , pensando en futuras campañas, ideas o foros, y pisando sus sesenta años, sigue con una vitalidad de un hombre de 30.

-No me gusta nada. Que te parece que puede pasar? 

-No se, quizás lo van a trasladar? Si es así hay que irnos preparando.

Piensa un rato. -No creo, en la última reunión que tuvimos no parecía que fueran a moverlo.

 Trata de averiguar por tu lado y yo por el mio, capaz me toque llamar Gio a ver si el tiene noticias. 

-Anotado, necesito que revisemos hoy las dos campañas televisivas y te tengo que presentar a los nuevos asistent-

-Ah eso, las campañas, tengo ver como proyectan el engagement, al final usan o no las redes?

-Eso mismo tenes que aprobar, ellos prepararon ambas ideas.

-Bueno, me encargo de eso a la mañana, fíjate si averiguas algo más y ponerme una cita con Antonio, no importa si tenemos que ir a comer, pensa un restaurante que no sea tan céntrico, no quiero que nos vean.

-Bien, los nuevos asistent-

-Seguro que del otro lado van a querer averiguar, hay que ser rápidos Paulo, no nos pueden ganar en esta. Vamos.

Se levanta y lo acompaña a la salida, sin transmitir sus dudas y temores. Mientras va a ver a sus compañeros, no puede evitar el peso en su garganta que quiere aparecer. Al final, su humor de esta mañana no era más que un presagio.

***

Ocupa toda la mañana entre las dos campañas, responde un par de mensajes, se comunica con Gio y él queda investigar.

Mientras esta leyendo algunas proyecciones, aparece Paulo por la puerta y por la cara que trae, no tiene buenas noticias.

-Que paso? -dice directamente.

-No pude organizar el almuerzo porque los otros llegaron primero.

-Que? Cómo puede ser?

-No se, debe haber sido cuando estábamos hablando. Me dijo que después de eso no va a regresar hasta mañana.

Ahora si esta preocupado y por a cara de Paulo, compartían el sentimiento.

Que Antonio no volviera después de eso era mala señal.

-Que hijo de puta.

-Cual de los dos? 

-Los dos. Hagamos una cosa, mas tarde poneme en línea con su esposa, a ver que dice.

-Bien. No se si viste pero tenemos asistent-

-Anda, yo te llamo más tarde.

No tiene cabeza para ninguna proyección salvo para quedarse sentado mirando al techo con el ceño fruncido.

Que tanto tiene que hablar ese par?

Odiaba cuando Antonio era así. Él sabia mejor que nadie que con Heung Min se odiaban y esto de ponerse de parte de uno cuando le convenía le parecía ridículo. Cualquiera diría que le gustaba enfrentarlos y quizás era así. Le gustaba la sangre, que se disputen lealtades, y que gane el mejor. Pero a él lo desgastaba y no era la primera vez que se cuestionaba si todo valía la pena.

Tenes que dar gracias por tu trabajo, tenes que dar gracias por tu trabajo.

El director sabia lo que generaba cuando iba a cenar con uno o con otro. Ahora habría malestar en todo el departamento y sus subordinados, quienes paguen las consecuencias como siempre.

En el fondo le dolía porque lo quería como un mentor y casi como un padre, a quien le debía gran parte de su carrera, por lo que no quería defraudarlo. Él siempre lo mencionaba con orgullo cuando les tocaba ir a un festival o reuniones similares 

"y este es Cristian, un grande  allievo e lavoratore"

Y después estaba él.

Heung Min.

Rata inmunda.

Quien sabe que estaría preparando esa víbora maldita. Tenía que reconocérselo, era perspicaz como pocos. El que su campaña estuviera por debajo de la suya debe haber redoblado su odio. Y mientras el festejaba, la serpiente aprovecho de meterse.

Siempre envidiando sus triunfos, arruinando sus buenos momentos, siempre tan egoísta, tan inmaduro.

Por eso no habían funcionado.

Pero el no se iba a quedar atrás. Él podía ser mil veces peor. No se había aguantado todo este camino, por nada. Iba a averiguar que estaba pasando.

En ese momento, Gio interrumpe sus pensamientos con una llamada.

-Ya se que pasa Cris, sentate o te caes de culo. Hay un par de reestructuraciones y se abrió una oportunidad para venir acá, al parecer están sondeado candidatos. No seria nada raro que Antonio te elija.

-No se Gi, hoy se fue a comer con Heung Min y no me aviso siquiera.

-Y que tiene, que salga a comer con quien quiera, si tiene que mandar a alguien es obvio que es a vos. Si te conoce de siempre, no vas a comparar la relación con Heung Min, él es nada al lado tuyo.

-No lo conoces como yo, es un ave de rapiña, es capaz de matar a alguien por ascender.

-Que exagerado, bueno, me voy que es tarde acá. Después me contas.

Saluda y cuelga. Ojala fuera un exagerado, pero todos saben que Heung Min ama ganar, ama la adulación y ser el centro de atención a donde quiera que va. Ama que todos crean esa imagen, mezcla de Steve Jobs y Madre Teresa que se inventó.

Su mano inadvertidamente arruga un papel con proyecciones. 

Claro que mataría a alguien por ascender.

Porque él, Heung Min, había matado a Cristian.