Dos

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Decir que Heung Min había matado a Cristian era una exageración porque estaba más vivo que nunca, y logro renacer de las cenizas. Lo que si había muerto era lo que una vez había sentido por él y solo quedaba el odio y el resentimiento.

Lo peor era que Heung Min era muy cordial y aunque no se hablaran, su fina educación jamás le permitiría algún tipo de desaire público, al contrario suyo, que debía entrenar su cara para no mostrar su desprecio por él.

Siempre se habían peleado por eso. Uno era más visceral y el otro lo contrario.

Pero el lo conocía mejor, su fachada, aquello que guardaba debajo y que mostraba solo en ciertas ocasiones. 

Su teléfono lo saco de los recuerdos.

-Hola.

-Cris, dos noticias, una buena y una mala.  Llamo la secretaria de Antonio. Quiere te veas con él en su oficina.

-Y la buena?

-Esa es la buena, la mala es que quiere que se reúnan con Heung Min.

-Viejo hijo de puta.

-Es lo que le dije a la secretaria pero con otras palabras. Andate preparando.

-Esta bien.

-Voy a mandar a una de las nuevas asisten-

-Nos vemos - cuelga.

Pone sus manos debajo de su barbilla pensando. Que busca Antonio? Lo de la vacante en Londres debe ser verdad, pero porque los dos? Si le pide que trabajen juntos, él se baja. A la mierda el puesto. Pero, por otra parte, no le quiere regalar esa oportunidad a Heung Min. De los dos, Cristian es quien más lo merece. Llega una notificación a su teléfono, es Paulo que agendo su reunión a las 16:30 de esa tarde. Tendrá que prepararse para lo que sea.


***

Las horas pasan en el trabajo y la bola en su estómago también, aunque sabe de que va a tratar la reunión.

Las 16 horas llegan y se va a arreglar un poco, se cambia la camisa, se pone un poco de perfume, alista sus cosas y empieza a preparar para irse.

Mientras camina va pensando en sus respuestas, Antonio puede ser filoso cuando quiere. De pronto, siente que algo caliente estalla contra su estomago y lo hace gritar.

-QUÉ HACES?

-Perdón, yo estaba apurada -dice, nerviosa.

-Mi camisa, justo ahora!

La camisa, ahora manchada de café, era impresentable, tenia que volver a cambiarse.

-Escúchame, sabes donde está la oficina de Antonio?

-Antonio? 

-Si, Antonio no conoces a Antonio? De donde saliste?

-Ah, el Sr Conte? Si, si.

-Bueno, agarra estas cosas y decile a la secretaria que estoy por ir que tuve un pequeño accidente, tu nombre?

-Si, soy una de las nuevas asistentes, me llamo...

Pero él ya se habia ido.


***

No White Flag (CUTISON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora