CRIATURAS MÍSTICAS. En camino de la Nueva Era
Sakura es una bruja que está apunto de cumplir los 18 años por lo que se prepara para realizar un ritual en luna llena en la noche de todas las brujas. Pero los hijos de la noche o también conocidos como...
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☽ El Ritual ☾
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La gran bruja sabia Tsunade, como la habían nombrado los demás hechiceros y brujas de su antigüo aquelarre, habitaba en una casita en el bosque justo a las afueras de un pueblito de humanos, los cuales solían ir a donde ella, en busca de sus medicinas, ellos la llamaban "la curandera". Tsunade era una bruja sanadora, muy pocas de su clase y la mejor que haya existido, se alejó de su aquelarre ya hace varias décadas, si bien las brujas tenían sus aquelarres donde la bruja mayor o sacerdotisa cuidaba y enseñaba a las nuevas, cuando ya eras lo suficientemente apta podías llegar a ser continuar en el aquelarre o irte y seguir tu propio camino, siendo este último el que Tsunade decidió tomar.
Esta a gusto con su actual vida, le pagaban por las curaciones que hacía; iba al pueblo a beber licor e hidromiel, incluso iba a las casas de apuestas, no estaba mal su vida.
Pero como hace más de 10 años su vida ya no solo era de ella, si no que se encargaba de cuidar y enseñar a una chica, una pequeña bruja aprendiz. Su nombre era Sakura, curiosamente su cabello era del mismo tono que los árboles de cerezo, la encontró cuando solo era una niña. Un día cuando Tsunade caminaba por el bosque en búsqueda de plantas medicinales encontró a la niña inconsciente, tenía muy extrañas heridas por todo su cuerpo. La llevó a su cabaña; con su magia y pociones sanó a la niña, cuando esta recobró la conciencia, no recordaba nada mas que su nombre y su edad.
—Veo que te arrebataron tus memorias, pero no tu identidad— para una bruja nuestro nombre es importante, hay que cuidarlo porque es nuestro, es el legado que dejaron nuestros padres en nosotros, al menos Sakura aún mantenía ese legado.
Tsunade cuidó de ella y le enseñó sobre todo lo que sabía, la niña era muy talentosa en la magia, entendía rápido y se le daba bien, en poco tiempo empezó a realizar hechizos exitosos, sin duda brillante. Pero a Tsunade siempre le preocuparon esas heridas de cuando la encontró, no eran heridas normales, posiblemente de vampiros, pero era raro que los vampiros pisaran estas tierras, tenían prohibido acercarse. Así dictaba el tratado de las "Criaturas Místicas"
"Las criaturas místicas; brujas, hechiceros, vampiros, licántropos, sirenas y hadas. Vivirán en armonía entre ellas, oculta de los humanos. Si se osara en desobedecer el tratado, el resultado seria la muerte"
Recordó el dictado del tratado en su cabeza, si un vampiro ingresó a estas tierras y fue detectado lo más seguro es que ya este muerto, por lo que no tenia porque darle tantas vueltas al tema.
Tsunade convivía con humanos casi a diario, esa era la ventaja que tenían las brujas y hechiceros, eran quienes tenían una mortalidad parecida a los de los humanos, ellos la llamaban curandera porque solo los trataba con pociones que para ellos eran como aguas medicinales, nadie nunca ha visto que a tratado a humanos con su magia interna y así se mantendría, así dictaba el tratado.
