CRIATURAS MÍSTICAS. En camino de la Nueva Era
Sakura es una bruja que está apunto de cumplir los 18 años por lo que se prepara para realizar un ritual en luna llena en la noche de todas las brujas. Pero los hijos de la noche o también conocidos como...
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☽ El vampiro ☾
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Sakura tapó su pecho con sus brazos, la figura de un hombre fue acercándose a su farolillo; ¿Desde hace cuánto esa persona la estaba observando?
—¿Quién es usted? —preguntó desde su posición, pero no obtuvo respuestas. A pesar de ello, sintió que debía ir cerca de él para observar su rostro como si una dosis de curiosidad le invadiera el cuerpo.
Eso hizo que volviera a la orilla, aun tapando su cuerpo desnudo con su largo cabello y manos. Sin quitar la vista del hombre, bajo a recoger su vestido y capa y se las puso.
—Brujita —musitó aquel hombre, su voz era profunda, que hizo que Sakura se sobresaltara.
—¿Quién es usted? —volvió a preguntar esta vez, el hombre se acercó más a ella, logró observar mejor aún las facciones de su rostro. Sakura quedó perpleja jamás había visto a alguien tan hermoso como él incluso su piel parecía porcelana, sin embargo, sintió algo extraño.
Él no era humano.
Intentó agarrar el farolillo para salir huyendo, pero el hombre se movió tan rápido que en un parpadeo estaba frente suyo, se detuvo, Sakura se sorprendió de tal rapidez, fue ligera y ni siquiera hubo algún ruido de su movimiento, miró de nuevo el rostro del hombre y logró ver el rojo escarlata brillante en sus ojos.
—Vampiro... —salió de su boca en un murmullo.
_Vendrás conmigo —la cargó como saco de papas y la llevó rápidamente entre el bosque, Sakura empezó a gritar, intentó usar su magia para zafarse, pero él la sostenía de tal forma que le impedía lograr mover sus manos para invocar su magia.
En un rato sintió como era lanzada al suelo, las hojas secas amortiguaron su caída. Rápidamente se levantó del suelo y esta vez en sus manos nacieron orbes de fuego. No era muy buena con ese elemento como su maestra, pero fue lo primero que pensó para defenderse.
—Yo no haría eso si fuera tu —una segunda voz masculina captó su atención, notó que estaba a un lado de su cabaña. Dirigió su vista al otro hombre, quien tenia en sus manos a su maestra herida mirando la situación.
—¡Tsunade! —dio un grito.
—No te acerques o la mato —advirtió, el segundo vampiro.
—¿Qué quieren hijos de la noche? —su voz era desesperada y sus orbes de fuego se habían extinguido.
—A ti —Sakura volvió alarmarse—. Pero necesitamos comprobar ciertas cosas con tu maestra. ¿Dónde encontraste a esta niña? Tsunade —la mano que le sostenía el rostro la movió para que lo mirara.
—En... en la frontera del valle —dijo con su voz débil.
—Sabrás Tsunade que el tratado indica que debemos poseer un discípulo de Hécate entre nosotros, la ultima bruja acaba de fallecer y el aquelarre de los marcados ya no existe y ella es una de los sobrevivientes.
