Capitulo 7

181 116 46
                                    


Dulzura.


-¡Mi señora!

Entra Hyori, y al verme tirada sobre el suelo no tarda en ayudarme.
Absurdos pensamientos me carcomen, llanto lleno de ira se abalanzan sobre mi rostro enrojecido y mis latidos advierten que mi corazón podría salir en cualquier momento. Una broma muy absurda, demasiado cruel diría yo.

-¿Se encuentra bien, mi señora?

-Estoy bien, -conteste con suspiros - Lo lamento.

Limpio mis lágrimas con la parte superior de mis manos, sacudo mi ropa y me pongo de rodillas comenzando a recoger todo el desastre. Hyori se opone y me dice que no es necesario, es obvio que no lo es pero no se me ocurre otra cosa.

No volví a ver al señor SeoJoon después de eso, no es que quisiera verle la cara pero en mi interior alguna extraña sensación me hacía querer golpearlo con tanta fuerza sin importar que eso me costara ser decapitada o que me cortaran la mano, este sentimiento que jamás había experimentado antes me hacía llorar. Negarme a comer o a salir de la habitación seria ridículo, la única que pierde soy yo.

La noche es más fría que de costumbre este cruel invierno llega a su fin, me quedo sentada sobre el tapete abrazando mis rodillas. Tiemblo por la agria soledad que invade esta habitación, no se porque me causa tanto estupor si era así antes de venir aquí.

✨️

Este suave toque cálido que deja perpetuarte hasta que desaparece, amenazando al ser débil y frágil bajo el sol, derritiendo la nieve al mismo tiempo que el color rosa y morado bailan sobre los árboles al revelar aquellos capullos que se abren al escuchar el canto alegre de las aves dando la bienvenida a la estación más feliz.

La serenidad que se halla en esta mañana es envidiable.

-Mi señora Eujin, ¿Qué hace?

-Mira, los mugunghwa ya florecieron.

No aparto la mirada de este espectáculo tan encantador, una sonrisa se encorva en mis labios y lo admiro como si fuera algo extraordinario.

-Tiene razón mi señora, es hermosa la llegada de la primavera.

-Si, lo es. -digo con melancolía.

-Escuche una leyenda acerca de esta flor mi señora.

-¿Leyenda? -digo curiosa.

-Si, dicen que al dar el primer brote los espíritus que habitan en los árboles más viejos bendicen aquellos con almas triste, es una tontería mi señora.

La miro aún con la sonrisa puesta.

-Para nada, espero que eso sea verdad, se escucha maravilloso.

He aceptado vivir aquí, lo que tenga que durar hasta que mi padre pueda sacarme de este sitio. El señor SeoJoon no puede tocarme, fue lo que mi padre dijo ahora entiendo que para él solo soy un juego, alguien a quien atormentar solo porque le plazca, soy consciente del tiempo que tendré que permanecer aquí, no serán algunos días o semanas pero haré todo lo posible para mantener al señor SeoJoon feliz, por el bien de mi familia.

La Jaula Del Noble. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora