capítulo 8

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Punto de vista de Tsunade

Mi cuerpo hormiguea, siento una sensación cálida corriendo por mis venas. Por la luz que golpea mis párpados cerrados creo que es de mañana, pero todavia estoy medio sonambulo. Me estremezco cuando algo húmedo besa la nuca y un aliento cálido suspira cerca de mi oreja. Algo me está tocando, muy dentro de mi, masajeando mis labios desnudos. Espera, conozco ese sentimiento. Abro los ojos, que me pesan por haberme despertado repentinamente, y cuando intento moverme, un gran peso se levanta encima de mi, presionándome contra la cama.

-Shii... Quedate quieta, cariño. - Escucho la voz de Jiraiya susurrar en mi oído.

Sus dedos me penetran profundamente, haciéndome jadear y levantar mi trasero, permitiéndole intensificar sus embestidas dentro de mi.

- J-Jiraiya... ¿Qué demonios...?

Nuestra noche mágica fue solo el comienzo, todavía tengo muchas cosas que discutir contigo. Jiraiya me interrumpe mientras se sienta encima de mis piernas, apretando mi trasero. - Aún me vas a pagar por todos esos años que me rechazaste.

Entonces eso es todo, quiere venganza. Me muerdo el labio ante su provocación y me siento más dispuesta a entregarme a él por segunda vez, a pesar de que estoy agotada por la noche anterior.

-¿Que quieres de mi? - Gimo después de sentir sus dedos arremolinándose dentro de mí.

- No necesitas esforzarte mucho, él. Sólo relájate y entrégate a mí.

Levanté mi trasero y apreté las sábanas cuando Jiraiya comenzó a dejar besos por mi espalda. La sensación que me recorrió fue de placer y cosquillas. Su miembro esculpido por las divinidades rozaba mis nalgas, y mis gemidos insistian en apoderarse de mi garganta. Nuestra noche de amor fue algo fuera de este mundo, no entiendo como había olvidado lo necesario que es el sexo para la vida humana cotidiana. La forma en que Jiraiya me hizo perder la cordura mientras me perforaba más profundamente con su polla fue surrealista. Y su brutalidad, por Kami, lo mojada que me puse cuando no tuvo piedad. Dios mío, acabo de descubrir que soy lo que llaman un "pervertido de armario" Cuando Jiraiya me sujetó la cintura y abrió las piernas supe que el momento sería ahora, pero estaba un poco avergonzado por esta posición. No estoy acostumbrado a que un hombre me folle por detrás con el culo expuesto, y no sé qué pretende hacerme Jiraiya.

- Jiraiya, intenta ser un poco gentil esta vez... ¡AAH! - Jadeo mientras me penetra brutalmente, empujando toda su polla dentro de mi. Mi cuerpo tiembla y unas gotas de sudor caen de mi frente.

¿Qué estabas diciendo? - Jiraiya finge estar desinformado para provocarme.

- ¡Que eres un bastardo! - Jadeo, mojándome aún más.

Recibí por una fuerte bofetada en mi trasero, y salto hacia adelante por la fuerza de la bofetada, pero en lugar de sentir dolor me desespero más por el placer.

- Eso es lo que obtendrás cuando pienses en ofenderme. - Jiraiya grune con su voz profunda.

Me di cuenta de que tengo un fetiche por su voz masculina durante nuestros actos sexuales. Nunca me detuve a analizar que la voz de Jiraiya era única, ronca y muy varonil. Y cuando gime es una tentación, nunca me había excitado tanto escuchar una voz masculina gemir como nos pasó a Jiraiya y a mí la noche anterior. Acelera sus movimientos y su gran mano tira de mi cabello. Mis ojos se cierran, sumergiéndome en ese sentimiento de éxtasis. La otra mano de Jiraiya descansa sobre mi cadera para mantenerme inmovilizado y mantener mi trasero en alto. Ser su sumisa se convirtió en uno de mis pasatiempos favoritos, aunque no me gustaba recibir órdenes de nadie, pero Jiraiya logró convertirme en su pequeña perra con tanta facilidad que era divertido.

Un Nuevo Comienzo -jiratsu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora