Freen.
Extrañamente, no he visto a Rebecca en dos semanas, no la he visto desde la noche en la que me echó de su casa de la forma más humillante del mundo.
El no verla me ha dado la oportunidad de pensar sobre algunas cosas, como el hecho de que la posibilidad de alejarme de ella resulta ser la opción más adecuada para mi extraña y patética fascinación. Sin embargo, está esta sensación anhelante instalada en mi pecho desde que no la veo, y eso me enoja.
¿Por qué es tan difícil sacar de mi sistema a alguien tan horrible como ella?
—Hola.
La voz suave a mis espaldas me saca de mis pensamientos.
Me volteo para ver de quién se trata y al hacerlo me sorprende ver a una de las amigas de Rebecca, es la que siempre llega en el momento más oportuno.
—... hola —respondo a su saludo un tanto confundida.
—¿Estás bien?
Su pregunta me confunde aún más.
—... sí, ¿por qué no lo estaría?
—Bueno, te he estado observando durante un tiempo y tu expresión acongojada indicaba lo contrario a estar bien.
Si ella nota mi estado de ánimo, posiblemente lo hagan las demás personas.
—Solo estoy un poco cansada, no he dormido muy bien —no es mentira, todo esto con cierta chica me tiene agotada.
—Creí que la ausencia de Becky te permitiría tomar un respiro, sin embargo, parece que estás aún peor que de costumbre.
La miro confundida.
—¿A qué te refieres? —pregunto.
—Cuando Becky está presente luces mejor que como luces en este momento, lo cual es totalmente extraño, ya sabes, no es como que ella te trate bien.
—Tampoco te trata bien a ti.
—No, no lo hace, pero aun así no es cruel como lo es contigo —me da una mirada de lástima—. Disfruta torturarte y hacerte llorar, conmigo no es de esa forma.
No digo nada.
—A lo que voy es que, a pesar de recibir la peor versión de ella, luces mal cuando no la tienes cerca.
—No es cierto —intento excusarme.
—Lo es —interrumpe enseguida—, y no está bien —la pena es muy obvia en toda ella—. Conozco a Becky desde hace mucho, por esa razón debes entender que ella no cambiará, ella no se enamorará de ti mágicamente y mucho menos dejará de torturarte, así que, por favor, eso que sientes por ella en este momento, córtalo, ya que al final solo terminarás arruinada como la chica anterior a ti.
—Yo no siento nada por ella.
—Entonces, ¿por qué te ves tan miserable cuando no la tienes cerca humillándote?
Mierda.
—Sé que no puedo obligarte a alejarte de ella, pero créeme, si lo haces tu vida será mejor —suelta un pequeño suspiro—. Al final es tu decisión, Freen, lo sé, pero no podía seguir viendo la esperanza en tus ojos siempre que Becky te maltrata, como si creyeras que algún día eso será diferente
Sigo sin decir nada ¿Qué se supone que diga? De todas formas, tiene razón. Siento algo por Rebecca y en el fondo tengo la esperanza de que todos estos días malos que ella me obliga a vivir serán reemplazados por días buenos en el futuro. Ciegamente, en el fondo, espero que un día sea diferente, aun cuando mi cerebro me grita la verdad. Ella jamás dejará de ser como es.