Me atormentas

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Fyodor no sabía por qué, pensaba en su paciente día y noche,pensaba "tal vez estoy viendo un poco de progreso en ti"

La verdad estaba pensando un poco sobre su paciente,en especial sobre su trabajo con el, por su tratamiento, pero ¿en que ma a estado pensando? Definitivamente el nombre y apariencia de su paciente había estado muy presente en su cabeza.

Tenía muy presente el delito que estaría cometiendo en su trabajo si es que llegaba a enamorar de su paciente.

Pensaba que esos sentimientos y pensamientos hacia su paciente solo eran por trabajo, no había ninguna solución para ese extraño pensamiento hacia su paciente.

En casa, estaba solo, solo por que no tenía pareja ni familia con quien pasar los días, de su pasado no recuerda casi nada, un poco de su infancia y la razón por la que se unió a la iglesia.

Aveces se preguntaba ¿por que perdió la memoria? Si no recuerda haber tenido ningún accidente ni nada, ¿que ran importante sería su pasado si lo recordara?

Al no tener amigos ni familia, vivía solo, no le molestaba la soledad, solo le gustaban las cosas más tranquilas y calladas.

El era de esos que en lugar de salir con amigos,se excusan diciendo que no se sienten bien o que no pueden salir, no le gusta salir de casa.

Mientras estaba leyendo un libro tranquilamente, tomando una caza de café negro, escuchó unos ruidos extraños provenientes de su habitación.

Al inicio pensó que era su gato que estaba jugando con alguno de sus juguetes o directamente estaba haciendo un desastre en su habitación, se levantó del sofá de su sala y camino hacia su habitación.

- ¿Bibi?— llamó el nombre de su gato, mirándolo acostada en su cama, claramente su gato no había estado haciendo desastre— veo que no estás haciendo nada— decía mientras acariciaba la cabeza de la gatita negra— eres muy tranquila, igual a mi.

- hola, doctor— se escuchó una voz detrás suyo, haciendo que su cuerpo se tensara por unos pocos segundos—

- ¿como?...— se sentía nervioso, sabía que si se daba la vuelta vería lo que no quería ver, mientras su gatita seguía dormida, ahora dormida entre sus brazos—

- ¿me extraño?— sintió el ruso, una mano posarse sobre su hombro,no quería voltear— ¿le comieron la legua los ratones?

- yo...— sentía ¿miedo? Por lo general no le hacían sentirse así, pero en el había algo distinto que le hacía sentir esos nervios que le estaba h did no sentir ahora, solo podía abrazar a su gatita como forma de "consuelo"—

- asi que,¿ella es tu mascota? La que te consuela en esos momentos donde solo piensas que ya no puedes más, sabiendo que estás solo en este mundo, que no hay nada que te apoye o te quiera en este mundo.

- no, esto no es real, no puede ser real, el manicomio tiene alta seguridad ¿como?...— ni sabia que hacer, solo se abrazaba de su gatita que solo se acurrucaba en su pecho—

— ¿como lo hice? ¿No lo recuerdas?— sintió como la boca del mayor se posaba sobre su cuello,se sentía extraño tener aquella sensación en su cuello— tú me ayudaste a escapar—

Despertó, su corazón estaba alterado, ¡¿por que soño con su paciente?! Miró hacia todos lados, no pudo ver nada además de su gatita dormida a su lado.

"Debe ser solo una mal sueño" fue lo que pensó para volver a acostarse en su cama, pero sentía como si en parte ese "sueño" no fue solo un sueño, se sentía incómodo.

Se levantó de la cama para ir al baño de su habitación donde se lavó la cara y pensó ¿que significa haber soñado con su paciente?

Se miró en el espejo, pudo verse a sí mismo, vestido de Orta forma,con una corona en la cabeza y su paciente detrás de él.
Apartó la mirada del espejo ¿que le estaba pasando?

Estaba perdiendo un poco la cabeza, miró de nuevo en el espejo pero no vio nada más que su reflejo en pijama, ahora si se sentía raro.

Camino de regreso a su cama, notando que su gatita lo estaba en la cama como la había dejado.

— ¿Bibi?— llamó por su nombre, esto parecía algo familiar— ¿Bibi,donde estas?

— ¿buscas algo?— no, esa voz no—

— ¿que...que haces aquí?— preguntó con un poco de nervios—

— oh, tengo mis métodos.

Estaba en el trabajo, pero no quería ir a ver a su paciente,temia de el y ¿como? No había respuestas, preguntó en el trabajo y no, Nikolai no había salido de su celda, su celda era una de las más vigiladas.

Entonces ¿que fue todo eso? No lo sabía.

Entró a la habitación vacía con una mesa y dos sillas, esperando a su paciente, un poco nervioso pero podía manejar la tensión de su cuerpo.

Ese maldito hombre con el que había soñado, entró a la habitación con toda la seguridad que necesitaba para si quiera sentarse delante y mantener al psiquiatra a salvo.

— doctor, se nota un poco distraído ¿que le pasa?

— nada, solo estoy distraído, no cambies el tema.

— ¿está seguro? No debería venir a lidiar conmigo si está distraído— mentía, era un intento de manipular a su doctor—

— si, inícielos con la sesión,¿Como te has sentido? Estando solo por tu cuenta estos días, ¿en que has pensando?

— no, no lo se, eh estado tanto tiempo pensando en una forma de salir que jamás me pare a pensar una forma más en que pensar.

— muy bien, lo estás haciendo bien, piensa en algo positivo que hayas hecho o de lo que puedes llegar a ser, no puedes seguir pensando que todo es malo, ¿que te llevo a pensar tales cosas?

- no lo se,nose por que pienso así, desde muy pequeño se que Dios nos a traicionado a todos, quiere tenernos bajo su control pero yo no se lo voy a permitir.

- eso es tener un trauma, entiendo que de pequeño ye obligaron a seguir ciertas creencias, ¿que recuerdas?

- no mucho, recuerdo a un niño, un niño de mi edad, azabache y ojos violeta...

Continuará

Psiquiátrico del malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora