𝔖𝔪𝔲𝔱𝔰 - 𝔍𝔢𝔫𝔩𝔦𝔰𝔞

Get warm.

N/A: En este capítulo no hay ni top, ni bottom. Jennie y Lisa ambas son versátiles. 

N/A.2: Por cierto, esto es un smut que quería poner en ''Nerd'' (La historia está en mi perfil), pero quería terminar la historia rápido para no extenderme mucho. Así que sí, este smut está en el contexto de esa historia.

Ah, y si no les gustan los smuts tiernos, dulces. Mejor no me lean, soy romántica sin remedio.

... 

El frío del invierno les congelaba los huesos, ambas chicas trataban de mantenerse en calor siendo abrazadas a su alrededor por gruesas cobijas que no dejaban que el frío se apoderara de ellas.

Las grandes y delicadas manos de Lisa acariciaban suavemente la cintura de Jennie la cual estaba entre las piernas de la mayor con su espalda recostada en el torso de Lisa, aquel libro que la misma pelinegra le había regalado entre sus manos, sus ojos leyendo letra por letra.

Vaya, Jennie nunca dejó de ser una nerd con el paso de los años.

Lisa sintió el delicioso olor del cabello de la más baja inundar sus sentidos, juró escuchar a Jennie ronronear  y no pudo evitar recordar aquella sesión de estudio con Jennie en donde notó su similitud con un gatito y aquel encanto adicional, esa extraña sensualidad en sus ojos.

De vez en cuando, Lisa se permitió desviar su atención del libro para observar a Jennie. Sus ojos se encontraban con los de la menor, y en ese intercambio silencioso, compartían emociones que las palabras no podían expresar completamente. Lisa notaba la chispa de inteligencia y curiosidad en los ojos de Jennie, una chispa que había estado presente desde siempre, incluso en los días de sus sesiones de estudio en la preparatoria.

Recordó con cariño aquellas tardes en las que Jennie intentaba explicarle conceptos complicados, su voz suave y sus gestos adorables mientras intentaba hacerse entender. Lisa también recordaba cómo, en medio de esas explicaciones, a veces Jennie se distraía y su mirada se volvía pensativa, como si estuviera inmersa en sus propios pensamientos. Era en esos momentos cuando Lisa notaba algo más, algo indefinible pero profundamente encantador en los ojos de Jennie.

Esa misma chispa estaba presente ahora, años después, mientras Jennie seguía siendo la apasionada lectora y la mente curiosa que siempre había sido. Y para Lisa, eso solo la hacía amarla más profundamente. La forma en que Jennie podía ser tan intelectualmente estimulante y, al mismo tiempo, tan tierna y cariñosa, era una combinación que Lisa encontraba irresistible.

Lisa se encontraba completamente absorta en la suavidad de los momentos que compartían. Mientras el frío del invierno intentaba colarse por las rendijas, su refugio estaba en el calor humano y en las palabras impresas en las páginas del libro que Jennie sostenía entre sus manos.

Las caricias de Lisa en la cintura de Jennie eran como una melodía tranquila que la menor disfrutaba profundamente. Cada trazo suave y gentil era un recordatorio silencioso de su amor mutuo, un lenguaje que solo ambos entendían. A pesar del frío que los rodeaba, el calor de su conexión llenaba la habitación, creando un ambiente acogedor y reconfortante.

Jennie, con su nariz ligeramente fría, se acomodó más cerca de Lisa, buscando su calor. En ese momento, no había preocupaciones ni responsabilidades; solo estaban ellas dos, el calor de su amor y las palabras que danzaban entre las páginas del libro.

La mirada de Lisa se encontró con la de Jennie en varias ocasiones, y en esos intercambios silenciosos, compartían un mundo de emociones. Era como si pudieras leer los pensamientos del otro, como si estuvieran conectados en un nivel más profundo que las palabras. Jennie podía ver el amor y el orgullo en los ojos de Lisa mientras observaba, una expresión que la llenaba de calidez y alegría.