Distraction.

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Versátil.

...

Lisa siempre fue una completa fan de los videojuegos, Jennie nunca tuvo un solo problema al respecto, de hecho, le parecía tierno hasta cierto punto.

Amaba ver el rostro concentrado de su novia en la pantalla, la felicidad que le daba cuando ganaba alguna partida, y cómo se frustraba cuando perdía. Para Jennie, esos momentos eran especiales, pues le recordaban lo única y apasionada que era Lisa cuando se sumergía en su mundo virtual.

Le gustaba sentarse en sus piernas y verla jugar, sentir la calidez de su abrazo incluso cuando estaba inmersa en su juego. Jennie se acostumbró a la presencia constante de los videojuegos en su relación, viéndolos como una parte integral de lo que hacía a Lisa tan especial.

Besaba suavemente su rostro y la mimaba cuando hacía un berrinche al perder, sonriéndole para levantarle el ánimo. A veces se estremecía porque Lisa mordía su hombro inconscientemente a la hora de jugar, especialmente durante las partes más intensas de los juegos. Jennie encontraba estos momentos adorables, una pequeña muestra de cuán apasionada y concentrada podía ser Lisa.

A veces le gustaba besar perezosamente su nuca cuando se levantaba a altas horas de la madrugada y Lisa seguía jugando, el resplandor azul de la pantalla iluminando la habitación. Solía escuchar la risa tranquila de Lisa,  el sonido mezclado con el suave zumbido de la consola y el clic-clac de los botones mientras sus manos se movían con destreza sobre el control.

Le solía regalar videojuegos a su Lili, adoraba sorprender a Lisa con nuevos videojuegos, pero no solo se trataba de los juegos en sí, sino del excitante juego que ambos disfrutaban cuando se quedaban hasta altas horas de la noche. Cuando el brillo azul de la pantalla llenaba la habitación y Lisa estaba inmersa en su mundo virtual, Jennie encontraba el momento perfecto para jugar un juego diferente, uno mucho más íntimo y seductor.

Porque, muchas veces, a Jennie le gustaba agacharse suavemente entre las piernas de Lisa, bajar la bragas de su novia y y deslizar su lengua con ansias por su sexo mientras Lisa seguía absorta en su juego.

No siempre tenían sexo así, claro que no, la mayoría de las veces solían hacer el amor de manera tierna y lenta, Pero en estas noches, cuando Lisa estaba absorta en su juego, Jennie encontraba el momento perfecto para saciar su lujuria desenfrenada.

Porque a Jennie también le gustaba ser un poco más lujuriosa y lasciva, especialmente cuando veía a Lisa tan absorta en su mundo virtual. Así que, mientras Lisa se sumergía en su juego, Jennie aprovechaba para saciar su deseo carnal con la pasión que solo Lisa podía despertar en ella.

Adoraba ver a Lisa sonreírle con excitación, abrirle las piernas,  y ofrecerle su intimidad con ansias de placer. La manera en que Lisa trataba de concentrarse, pero al final terminaba por pausar un momento el juego para con su mano tomar el cabello de Jennie, tirando suavemente para que su boca se acercara aún más a su sexo, era una señal clara de su deseo ardiente.

También le gustaba subir la mirada, encontrarse con Lisa tratando de concentrarse, Jennie se deleitaba con cada gemido que escapaba de los labios de Lisa, excitada por el deseo ardiente que ardía en sus ojos.

 Y era aún mejor cuando Lisa estaba jugando un multijugador en llamada con sus amigos, el hecho de saber que Lisa debía ser lo más silenciosa posible, mientras Jennie le devoraba el coño solo aumentaba la excitación. Jennie se sentía poderosa al saber que Lisa estaba conteniendo sus gemidos para no alertar a sus amigos, mientras ella exploraba cada rincón de su intimidad con su lengua hambrienta.

A veces, en esta misma situación, podía escuchar como Lisa apagaba el micrófono para para que sus amigos no escucharan sus gemidos de placer, pero Jennie sabía que eso solo la excitaba más.

𝔖𝔪𝔲𝔱𝔰 - 𝔍𝔢𝔫𝔩𝔦𝔰𝔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora