𝔖𝔪𝔲𝔱𝔰 - 𝔍𝔢𝔫𝔩𝔦𝔰𝔞

Ceramics.

Top: Lisa.

Bottom:Jennie. 

N/A: Sí, Lisa top porque se me salió del coño.

N/A: Créditos a mi polola que me dió la idea.

...

—Así que... cerámica—repitió Jennie mientras se ponía con cuidado su arete de acero quirúrgico, sus ojos oscuros reflejando una mezcla de curiosidad y desconcierto.

Jisoo asintió animadamente mientras miraba a su mejor amiga. 

—Sip—respondió Jisoo—. Las clases son super entretenidas. Estoy segura de que te gustarían, además—añadió mientras su sonrisa se alzaba hacía el lado derecho en una de sus comisuras, haciendo una mueca de picardía y sugerencia—. Si yo conocí a Rosé ahí, puede que tu conozcas a alguien interesante también.

Jennie rodó los ojos con una sonrisa divertida. —Por supuesto, Jisoo. Siempre estás emparejándome con alguien.

Jisoo se encogió de hombros inocentemente. —Solo digo que nunca se sabe lo que puede pasar.

Jennie puso los ojos en blanco y rió irónicamente mientras negaba con la cabeza.

—Si tu lo dices—se burló Jennie sarcásticamente, cruzándose de brazos mientras miraba a su amiga con una mezcla de diversión y escepticismo—. ¿Y cuando es?

Jisoo sonrió, contenta de que Jennie estuviera al menos considerando la idea.

—Mañana por la tarde—respondió Jisoo con entusiasmo—. Es a las cuatro. Puedo recogerte si quieres.

Jennie suspiró, sabiendo que no iba a ganar esta batalla contra la insistencia de su amiga. —Está bien, está bien. Iré. Pero no prometo nada.

Jisoo aplaudió alegremente. —¡Perfecto! Te va a encantar, lo prometo.

...

Jennie persiguió a Jisoo hasta dentro del estudio de cerámica. El olor al barro fresco mezclado con el aroma de la pintura y los productos químicos para cerámica llenaban el aire. El sitio era mucho más extenso de lo que imaginó, y la atmósfera estaba llena de un murmullo de conversaciones y risas de otros estudiantes que ya estaban inmersos en sus proyectos. 

Siguió a Jisoo a través del espacio, admirando la disposición de las mesas de trabajo, las estanterías llenas de herramientas y la variada colección de piezas de cerámica ya terminadas que adornaban las paredes.

—Aquí estamos—dijo Jisoo, señalando una mesa cerca de una ventana grande que dejaba entrar la luz natural. —Este es nuestro espacio para hoy.

Jennie observó el lugar y asintió, tratando de ocultar su nerviosismo. La idea de trabajar con cerámica le resultaba intrigante, pero el nuevo entorno y la posibilidad de conocer a personas nuevas también la ponían un poco ansiosa.

—Genial—respondió Jennie, tratando de sonar entusiasta mientras se acomodaba en una silla frente a la mesa.

Jisoo se rió suavemente. —No te preocupes, todos están aquí para divertirse y aprender. Y, como te prometí, vas a conocer a alguien interesante.

 Y cómo si Jisoo hubiese pronunciado algún tipo de hechizo mágico, una mujer de cabellos negros que llegaban hasta los hombros, entró al estudio con una presencia que captó de inmediato la atención de Jennie.

 La mujer, de apariencia segura y elegante, tenía un aire de sofisticación que la diferenciaba de los demás estudiantes. Vestía una blusa de lino blanca y pantalones oscuros, sus movimientos eran gráciles y fluidos, y su sonrisa era enigmática.