𝔖𝔪𝔲𝔱𝔰 - 𝔍𝔢𝔫𝔩𝔦𝔰𝔞

Embarrassed.

Top: Jennie.

Bottom: Lisa.

N/A: Jennie top, por fin.

...

—Nini—llamó Lisa a la mayor por milésima vez.

—Dime, Lili—respondió Jennie mientras le daba un sorbo a su café, aprovechando que habían parado en un semáforo.

—¿Y si no le caigo bien a tu familia?—preguntó la chica estando ansiosa, Jennie rodó los ojos exhausta, era la décima vez que Lisa le preguntaba eso en el día.

Jennie inhaló profundamente, notando la preocupación de Lisa. Puso una mano sobre la rodilla descubierta de Lisa y la acarició con el pulgar.

—Lili, ya te dije que todo va a estar bien. Ellos te van a adorar tanto como yo.

Lisa suspiró, intentando relajarse. Jennie siempre parecía tan segura de todo, y eso era algo que admiraba de ella. Sin embargo, la idea de enfrentarse a la familia de su novia aún la llenaba de ansiedad.

—Lo sé, Nini, pero es la primera vez que voy a conocer a la familia de alguien de esta manera. Quiero causar una buena impresión.

Jennie sonrió y le dio un suave beso en la mejilla. —No tienes que hacer nada especial, Lili. Solo sé tú misma. Mi familia es genial, te aseguro que te van a querer tanto como yo te quiero.

—Pero Nini...—Jennie la interrumpió con un beso suave en los labios, silenciando sus preocupaciones momentáneamente. Lisa se quedó mirando a Jennie con ojos brillantes, agradecida por la dulzura de su novia.

—Lili, escucha —dijo Jennie con tono sereno—. Entiendo que estés nerviosa, pero la razón por la que te amo es porque eres auténtica. No trates de ser alguien que no eres solo para impresionar a mi familia. Ellos apreciarán tu autenticidad tanto como yo.

Lisa sonrió, sintiéndose reconfortada por las palabras de Jennie. Mientras seguían su camino, Jennie continuó hablando.

—Recuerda, no estás sola en esto. Estoy aquí contigo en cada paso del camino. Y si en algún momento te sientes incómoda o necesitas apoyo, solo tienes que decírmelo.

La chica de cabellos negros asintió con la cabeza repetidas veces, seguía tensa en su asiento, incluso con las palabras tranquilizadoras de Jennie. La ansiedad persistía, y Lisa no podía evitar preocuparse por lo que sucedería cuando finalmente conociera a la familia de su novia.

Jennie continuó conduciendo, notando la tensión en los hombros de Lisa. Decidió cambiar la música del automóvil por algo más relajado y le dio una mirada tranquilizadora.

—Lili, sé que esto te preocupa, pero te prometo que todo saldrá bien. Mi familia te va a recibir con los brazos abiertos.

Lisa asintió, intentando sonreír, pero la ansiedad aún se reflejaba en sus ojos. Mientras se acercaban al hogar de la familia de Jennie, Jennie decidió compartir algunas anécdotas divertidas sobre su propia experiencia al conocer a los padres de Lisa.

—Recuerdo la primera vez que conocí a tus padres, Lili. Estaba tan nerviosa como tú lo estás ahora. Pero al final del día, todo fue genial. Ellos son increíbles, y estoy segura de que les caerás tan bien como a mí me caes.

Lisa rió ante la imagen mental de Jennie nerviosa ante sus padres. Poco a poco, las anécdotas y chistes de Jennie lograron relajar el ambiente en el automóvil. Cuando llegaron a la casa, Jennie estacionó el coche y miró a Lisa con cariño.

—Estamos juntas en esto, ¿de acuerdo? No importa lo que pase, siempre estaré a tu lado.

Lisa asintió y le dio la mano a Jennie.