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Al terminar de comer nos dirigimos a los casilleros para guardar nuestras cosas ya que teníamos ciencias. 

y lamentablemente llegué tarde otra vez. Y el único lugar era con Payton.-Mierda.-Maldije, por tercera vez, ¿Éste día no podía ir peor? Bien Mia, solo ignóralo. 

-Bueno chicos, el día de hoy trabajaran con el compañero de al lado. -Definitivamente si podía ir peor. 

-¡Profesor! ¿Podemos cambiar de lugar?-Preguntó Faith. 

-Me temo que no Señorita Moormeier, así aprenderán a llevarse mejor entre si.-Respondió, Faith me miraba con cara de preocupación, le sonreí para que se calmara. 

-Oye...-Habló Payton, pero lo interrumpí. 

-Ni se te ocurra dirigirme la palabra.- Dije, pero me ignoró y siguió hablando. 

-Quería pedirte perdón...No creí que reaccionarías así, solo quería saber cuan grave es lo que sea que te esté pasando. 

-No soy un maldito experimento ¿Sabes?

-Solo quería sacarme dudas. 

-¿Y porqué te interesa tanto?- Pregunté, un poco más calmada. 

-No lo sé, simplemente lo hago. -Respondió, dejándome confundida.

-¿Y que tengo que hacer para que me dejes en paz?

-Decirme que te pasa, porqué eres así de...rara. 

-Eso no va a pasar. 

-Pues, tarde o temprano lo averiguaré. 

-Suerte con eso.-Sonreí sin gracia. 

-¿Me puedes pasar aquel libro?- Preguntó apuntando con la cabeza a mi derecha. Estiré mi brazo para alcanzar aquel libro, mi manga se levantó, dejando ver esas estúpidas marcas. No me había dado cuenta hasta que me giré para ver a Payton, alcanzándole el libro. Vi como sus ojos estaban abiertos de par en par. Rápidamente bajé  la manga, pero era demasiado tarde. 

-Mierda.-Maldije, perdí la cuenta de cuantas veces maldije en éste día. Cerré mis ojos esperando a que no pregunte nada al especto, dándome un golpe mental por no darme cuenta. 

-¿Que mierda te pasó?-Preguntó aún sorprendido. -Empecé a leer ese tonto libro tratando de ignorarlo, pero no deja de preguntare cosas.- ¿Te lo hiciste tú? ¿Harry? ¿Chloe? ¿O alguien de tu...familia?-Y esa volvió a ser la gota que rebalsó el vaso, una vez más. Cerré el libro con fuerza, sin darme cuenta que capté algunas miradas.- Tomaré eso como un si...¿Fue tu padre?

-¿Que acaso no oíste decir a tu amigo que mi padre me abandonó?-Contesté perdiendo la paciencia. 

-Lo siento, lo olvidé, pero, si no fue el, ¿Entonces quien?

-Si te lo digo ¿Me dejarás en paz?-Pregunté y el asintió.-Pero tienes que prometer que no le vas a decir a nadie. 

-Lo prometo.-Dijo alzando su meñique. Haciéndome acordar de Liam. Me quedé mirando su pulgar por lo que explicó.-Es una forma de hacer una promesa. ¿Nunca viste Tierra de osos?-Preguntó, por lo que reí. 

-Si se de que trata, solo que me hiciste acordar a alguien.-y antes de que haga otra pregunta levanté mi meñique, entrelazándolo con el suyo, sintiendo como una corriente recorrer todo mi cuerpo, desde mi coronilla hasta la punta de mis pies. Por lo que saqué mi mano rápidamente.- Bien, fue mi padrastro. O más bien, el novio de mi madre.- Expliqué susurrando, miré sus expresiones, estaba más pálido de lo normal.

-¿Por qué no buscas ayuda? 

-Porqué es el padrastro de mis hermanos, a ellos lo trata diferente. Así que no dejaré a mis hermanos sin padre, solo porqué me trata diferente.- Expliqué, no sabía la razón por la que confesé todo eso con simples palabras, no se lo había dicho a Charlie, ni a Faith. 

-O sea que prefieres sufrir tú a que tus hermanos lo hagan.-Mencionó y asentí. 

-En serio te suplico que no se lo digas a nadie.-Dije mirándolo a los ojos. 

-Bien. 

La clase terminó, al salir noté como Faith llevaba rápidamente a Dylan a un salón. Miré a Charlie quien también se había dado cuenta, compartimos miradas cómplices mientras reíamos.  





BEAUTY | PAYTON MOORMEIERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora