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Las clases terminaron, cada uno se fue por su lado, ya que habían cancelado la salida al parque. 

Nos subimos al auto de Dylan y buscamos a todos mis hermanitos. Al llegar nos despedimos de Dylan y comencé a limpiar y lavar ropa antes de que mamá llegara. Hice mi tarea y al terminar hice de comer para después mandarlos a la cama. 

Al terminar se hicieron las 00:45 a.m. mamá no llegaba, pero si su estúpido marido.  

-Niñita, y tú madre?- Preguntó, a kilómetros podía oler la cantidad de alcohol que llevaba encima.  

-No lo sé.

-¿Como que no sabes?- Subió el tono de voz. 

-No lo sé Harry, podrías no gritar, mis hermanos duermen. 

-Quien te crees que eres para mandarme, pequeña mocosa. 

-L-lo siento, solo quiero que no se despierten.-Titubeé con miedo.  

-Debiste haberlo pensado antes.-Dijo mientras prendía un cigarrillo, acercándose lentamente. 

-Por favor no...-Mis lagrimas comenzaron a salir sin control. Traté de correr a mi habitación pero fue en vano. Tomó de mi muñeca y me lanzó al suelo con fuerza. Intentó atarme un paño en la boca para que no gritara y levantó la manga de mi camiseta. 

-Por favor Philip.-Traté de hablar pero era imposible. Seguido de eso sentí como pequeñas pero dolorosas partes de mi brazo se quemaban. Traté de no gritar para que mis hermanos no se despierten.  

Al terminar subió y fue cuando subí rápidamente a mi habitación, cerré mi habitación con pestillo y me encerré en mi baño. Intenté quitar las marcas pero fue imposible. 

Tomé una pastilla para poder dormir y me recosté. 

Miercoles 5:30 a.m.

Esta vez me levante un poco más temprano para intentar quitarme esas malditas marcas, tomé hielo de la cocina, intentando hacer el menor ruido posible. Puse el hielo en mi piel, pero nada sucedía, solo logré que mi piel se tornara roja. Lance el hielo al suelo, arrepintiéndome al momento ya que hice algo de ruido. Me dirigí a mi habitación para poder bañarme, sentía que hoy iba a ser un día largo.  

Me cambié poniéndome algo que cubra por completo mis brazos, pero para mi mala suerte había un pronostico de 28 grados. Calor.- Mierda.- Maldije. 

Vi la horas y eran las 6.37 a.m. Por lo que opté por desayunar mientras miraba algo de televisión, sin poder disfrutarla, ya que mi cabeza no paraba de pensar sobre la noche anterior. Pero debo mantenerme fuerte, solo por ellos. 

Mi celular sonó. Abrí el mensaje que me había llegado. *Mensaje de Dylan*= Hola Mia, seguro estas despierta, quería decirte que hoy no podré acompañarte, lo siento. Por lo que le contesté que no había problema. 

Y al parecer si, iba a ser un día muy largo. 

Preparé el desayuno, luego subí a la habitación de los mellizos para despertarlos y llevarlos a bañar. Bajaron a desayunar y cuando me dirigí a la habitación de Liam ya estaba despierto, bañado y cambiado. 

-Wow.- Dije, pasó por mi lado para dirigirse abajo. 

Mientras le daba de desayunar a Mateo noté que Liam estaba algo raro. 

-Liam.-Lo llamé, pero no respondió. -¡Liam!- Alce la voz para sacarlo de su trance. 

-Lo siento, ¿Qué pasó?

-¿Estas bien?

-Si estoy bien ¿Tú estas bien?-Contestó rápido. 

-...Si.

-Terminé.- Dijo subiendo las escaleras. 

-Pero...No has tocado tu comida...Niños, ¿Ustedes saben que le pasa?

-No...-Contestaron al unísono. 

Terminé de darle de comer a Mateo y Liam bajó con sus cosas de la escuela, las hizo antes que yo. Acomodé las cosas de Zack y Anthony y nos encaminamos hacia la guardería. 

-¿Y Dylan?- Preguntó Liam. 

-Hoy no pudo venir, seguro tuvo cosas que hacer. 

Llegamos a la guardería y dejamos a Mateo. 

Mientras caminábamos Liam iba muy callado. Nunca es así, siempre habla hasta que exploten tus oídos o molesta a los mellizos, pero hoy simplemente no emitía una sola palabra. Solo lo justo y necesario. 

-Liam, te noto raro, ¿Seguro que estas bien?

-Si Mia, estoy bien.-Contestó brusco. 

Zack y Anthony comenzaron a molestarse entre si y empujaron a Liam, pero el no dijo nada. 

-Lo sentimos Liam.- Se disculparon. 

-Están bien. -Contestó. 

Quedé sorprendida ante su reacción pero decidí no decir nada. 

Al llegar a su colegio ambos mellizos se despidieron, pero Liam se fue lo más rápido posible, como si intentara evitarme. 

   

BEAUTY | PAYTON MOORMEIERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora