Otro lunes; otra semana en que Dylan sigue sin venir a la escuela.
Quería comunicarme con ella pero ahora que lo pienso, jamás le pedí su número o alguna red social.
-¿Ya sabes qué disfraz usarás?- Preguntó Victoria a mi lado, estábamos en el segundo receso.
-No lo he pensado aún, ¿Y tú?
-Tengo ideas pero ninguna me convence al 100%.- Nos quedamos un rato en silencio a ver si se nos ocurría alguna idea, pero yo no estaba muy pendiente de eso la verdad, solo pensaba en Dylan. De repente Victoria me vió con sus ojos bien abiertos y con una risa que ya me empezaba a asustar- ¡Lo tengo! ¿Que tal si nos disfrazamos de piratas?
Bueno, esa es una gran idea en realidad.
-¿Lo ves? Cuando te propones a usar la cabeza, si llegas a tener buenas ideas.
Como que se molestó por mi comentario porque me pegó un golpe en la cabeza con su mano.
- ¡Coño chica, pero no me pegues vale, gafa!- le dije en modo venezolano activado y le devolví el golpe en la cabeza pero más fuerte para que sea seria.
-No te entendí una mierda pero no me pegues tu tampoco Valentina.
Ve a esta.
-Deberías de disfrazarte de payasa- le dije en broma y me volvió a pegar- ¡YA PUES!
***
-No entiendo.
-¿Qué parte no entiendes?
-No entiendo en qué momento de mi vida me va a servir saber graficar.
Habíamos salido de clases cómo hace tres horas, ahora estamos en la habitación de Victoria practicando matemáticas para el examen de mañana.
-Yo tampoco, la verdad, pero qué podemos hacer, solo terminemos de practicar y yap.
-Bueno- Tomó su cuaderno y señaló la parte que no entendía- Entonces tengo que resolver esto y luego tengo que medir esto para pasarlo a la "y"?
Ya va, me perdí.
Me la quedé viendo un rato intentando asimilar que la parte más fácil del ejercicio, ella aún no sabía cómo hacerla- ¿Te falla el coco, Scott?
-Jade, no me hables así, solo no sé cómo hacerlo, estoy tratando de entender, me frustra que no me salga bien el ejercicio solo porque la estúpida gráfica me sale mal.
Admito que he estado hablándole mal desde que empezamos con la tarea. La verdad es que ya tenía sueño y estaba demasiado estresada por no saber absolutamente nada de Dylan desde la última vez que nos vimos, así que puedo decir que mi humor en este momento no es el mejor.
-Lo siento, Vic, solo estoy estresada, pero no es motivo ni excusa para tratarte mal.
Yo estaba de mal humor y me la estaba cobrando con mi mejor amiga.
-Está bien, lo entiendo- Me sonrió dulcemente y tomó su cuaderno otra vez- ¿Podrías explicarme de nuevo cómo hacer la gráfica?
Le devolví la sonrisa y tomé su cuaderno- Claro que sí.
***
Luego de que la mamá de Victoria me trajera a mi casa, aproveché para terminar una tarea de Español.
Español es mi materia preferida, siempre apruebo, obviamente. ¿Se imaginan que reprobara esta materia cuando mi idioma es el español? Increíble.
Después de terminar la tarea, me dispuse a preparar la cena.
Mi madre estaba en su cuarto durmiendo ya que en la noche le tocaba guardia en el hospital en dónde trabaja. Y sé que mi papá no llegará hasta mañana, ganó un caso y celebrará con sus amigos hasta tarde.
No me gusta quedarme sola, no sé porqué aún no me acostumbro.
No tenía ganas de hacer nada así que solo me serví cereales con leche.
Esa gente que se sirve primero el cereal y después la leche no firula conmigo, psicópatas.
Me senté en el mueble de la sala y coloqué Netflix en el televisor para poder ver otro capítulo de Atypical mientras cenaba.
-Vale, ya me voy, no duermas tardes, buenas noches, te amo- Me dijo mi madre saliendo de su habitación, dándome un besitos en la mejilla para salir del apartamento.
Solo me quedaban tres capítulos para terminar la segunda temporada de la serie, así que decidí terminar de verla para luego prepararme para dormir.
Cuando terminé de cenar me dirigí hacía la cocina para lavar mi plato y tomar un poco de agua. Lavé mi cara, me cepillé los dientes y fuí directo a mi cama. No había sido un día para nada ajetreado, sin embargo, estar todo el día pensado en Dylan me había dejado un poco cansada.
Así que en cuestión de minutos caí rendida en un muy profundo sueño.
Desperté agitada y con sudor sobre mi cuerpo. Había soñado algo, no... había tendido una pesadilla. Una en dónde solo escuchaba gritos pidiendo ayuda, una chica pidiendo auxilio, solo que no reconocía la voz y todo estaba oscuro.
Miré asustada a mi lado, mi teléfono comenzó a sonar. Una llamada entrante de un número desconocido.
¿Quién mierda me llamaría a las cuatro de la madrugada? Tal vez sea una emergencia de algunos de mis padres llamándome de otro teléfono. Aún así dejé que hablarán primero cuando contesté.
- ¿Jade?
Y en cuánto escuché su voz, todo mi cuerpo tembló en un terrible escalofrío, tenía el presentimiento de que algo realmente malo iba a ocurrir.
- ¿Dylan?
- Jade... -Sollozó- lamento mucho la hora, no sé a quién recurrir.
Un cosquilleo intenso comenzaba en mi estómago, escuchar su voz temblando, llamándome a las cuatro de la mañana, alteró cada uno de los nervios de mi cuerpo.
- No te preocupes, Didi, ¿Pasa algo?
- En serio lo siento... no tengo a dónde ir, y... estoy afuera de tu casa.
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Doble actualización, sigue leyendo ;D
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Querida Jade
Storie breviJade Collins sólo trata de llevar su vida de adolescente de la manera más equilibrada posible. Dylan Miller solo quiere ser feliz. Esta historia es mía de mi. No se permiten copias ni adaptaciones.