Mimetismo: Nada es lo que Parece (Englot)

El caso Waraha

Capítulo 1: El caso Waraha

Un año atrás

P.O.V Charlotte Austin

Eran las 6:00 de la mañana cuando mi celular comenzó a sonar perturbando mi perfecto momento de descanso. Lancé una mano descuidadamente intentando agarrar la endemoniada pieza que vibraba y dejaba salir una pegajosa melodía que en esos momentos solo aumentaba mi mal humor. Agarré el celular luego de mover la mano con descuido sobre la mesa. ¿Por qué no lo dejé donde siempre?

-¡Ken aún tengo quince minutos para dormir!- grité al teléfono a modo de saludo, pero no escuché la risa de mi hermano; esto logró despertarme por completo.

- Han robado el museo nacional, tres piezas valoradas en más de dos millones. El jefe te quiere en la comisaría en diez minutos.- me avisó él antes de colgar.

Dejé caer el celular sobre la cama y me apresuré a la sala lo más rápido que mis pies me permitieron. Encendí el televisor y subí el volumen al máximo mientras me movía a encender la cafetera. Como esperaba, luego de un rato, comenzaron a hablar del robo.

- Ocurrió a las 4 de la mañana. Las cámaras no detectaron nada inusual. Definitivamente una pandilla con muy buena tecnología. La policia está al tanto.- decía un hombre y yo rodé los ojos. Cuatro robos gigantescos en menos de dos semanas. Los criminales estaban sobrepasando sus propios límites.

Me apresuré al baño dejando la voz del hombre a mis espaldas. Lo último que capté fueron las palabras del otro hombre. Con voz más armoniosa. "Habíamos acordado comprar el cuadro y recogerlo hoy, es una lástima lo que ocurrió." Giré sobre mis pies y miré hacia la pantalla mientras leía la inscripción del noticiero. Señor Waraha...ese era el futuro comprador del cuadro.

En el departamento policiaco conocíamos sobre la familia Waraha porque eran una familia adinerada que vivían en Phuket hace siete años. Venían de Uthai Thani. Nadie tenía queja alguna sobre ellos, seguramente porque su enorme mansión los aislaba del contacto con las personas. Los únicos que tenían contacto con la prensa eran el Señor Waraha y su hijo Tul Waraha, director de una enorme empresa de tecnología.

Mientras me vestía meditaba en los acontecimientos de los últimos días. Habíamos interceptado a dos pandillas en medio de un intercambio de una venta ilegal de licores. Eran cantidades exageradas y fue facil atraparles. Lo curioso fue que uno de los hombres tenía en su teléfono el apellido Waraha entre sus notas. Era sospechoso. El comandante Jonn llevaba años dejándonos saber que había algo extraño en el negocio de la adinerada familia.

Habíamos entrevistado a Tul luego de que intentasen asesinarle. Él mencionó que seguramente debido a su dinero había ganado enemigos. Aun así, todo parecía indicar que el ataque era algo más. No habían intentado robarle...querían asesinarlo. Algo me decía que la familia ocultaba más de lo que dejaban ver. Era por eso que el caso Waraha era confidencial y Jonn mantenía a la mayor parte de la comisaría fuera del mismo. Si este robo está directamente relacionado a ellos, entiendo porqué el jefe está tan intenso.

-¡Hey, Tina!- saludé llegando a la comisaría, mi compañera se acercó de inmediato. Tenía una taza de café en su mano derecha y definitivamente estaba bajo estrés.

- Hay pruebas. El jefe encontró a un hombre que le dio información.- me dijo ella en voz baja, inclinándose hacia mi. Fruncí el ceño.

-¿Sobre el caso?- cuestioné sorprendida. ¿Alguien había hablado sobre los Waraha? Normalmente la gente es ciega, sorda y muda con respecto a los mafiosos. Y aun más con respecto a esta familia.