☀️ Capitulo 22

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LENA

Mi teléfono sonó a la distancia, pero estaba demasiado cómoda con mi girasol en mis brazos como para moverme y atender. Esperaba a que dejara de sonar, pero después de varios timbres, me estiré, tomé el celular de la mesita de noche, y respondí.

"Hola" Hablé con voz ronca.

"Hola, cariño. Soy yo".

Abrí uno de los ojos cuando la voz de Marley llegó a mi oído. La confusión me inundó. ¿Cómo es que me estaba llamando si seguía en la cama a mi lado?

Antes de responder me estiré, esperando sentir la cama vacía junto a mí. Pero mis dedos acariciaron una piel cálida. Deslicé la palma por su cadera y un suspiro contenido llenó la habitación.

Si ella estaba al teléfono. ¿Quién estaba en mi cama?
Salté como si su cuerpo quemara, observando a mi esposa durmiendo de lado en la cama.

"¿Marley?". Pregunté a la persona al otro lado de la línea.

"¿Sí?"

"Estas llamándome" Afirme lo obvio.

Ella rio, con un toque de exasperación en su voz.

"Muy bien, señalaste lo obvio, Lena".

"¿Dónde estás?". Pregunté, segura de que estaba perdiendo la cabeza.

"En el aeropuerto. Llamaba para ver si ya enviaste el taxi que te pedí ayer".

No respondí.

No podía.

La comprensión comenzaba a filtrarse y no estaba segura de cómo manejarlo.

Había sido engañada.

"¿Hola?" Preguntó ella irritada. "¿Me escuchas? Necesito el taxi".

Asentí, aunque ella no podía verme.

"Sí. Haré que alguien te recoja".

Sin esperar a que respondiera, colgué y volví a depositar el teléfono sobre la mesa.

No podía quitar los ojos de la mujer en mi cama. Obviamente, Kara era la gemela en mi cama. Había venido a mi casa en medio de la noche y habíamos hecho el amor.

Mierda.

Estaba completamente segura de que era mi Girasol. Todo en ella, era la mujer que estuvo conmigo en Bora Bora.

La forma en que sentía, sus sonidos, sus caricias, su forma de dominar mis sentidos, de cuidarme. Fue como revivir nuestro momento en el Bungalow.

Parada allí, la miré mientras dormía. La curva de su mejilla, sus labios carnosos. Su pequeña nariz y la forma en que sus pestañas descansaban sobre su mejilla. Mis ojos se movieron hacía abajo, asimilando sus hombros y pechos desnudos antes de aterrizar en su estómago, el pequeño bulto que se asomaba en la parte de su estómago un poco más grande de lo habitual.

Me fallaron las rodillas.

Definitivamente Kara estaba en mi cama. Y definitivamente había estado con Kara en Bora Bora.

Su dulzura y goce en la isla, cuando sabía que Marley hubiera odiado no ir a París.

Su naturaleza generosa mientras estábamos en la isla cuando siempre supe que Marley era una perra egocéntrica.

Físicamente eran idénticas, pero no podían tener personalidades más diferentes.

Marley era egoísta y odiosa. Era coqueta y ruidosa, se vestía sexy con ropas que no dejaban nada a la imaginación.

Solo tú (Supercorp) Lena G!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora