El pueblo fue creciendo y se vio necesario un nombre para ubicarlo en el mapa. Antes se le conocía como el pueblo de la ribera, pero luego de una reunión que se llevó a cabo en la pequeña placita que estaba casi en el centro, se acordó unánimemente que lo llamaran Soledad. No se supo quién fue en realidad el que hizo la propuesta, pero a los habitantes les pareció lindo y único, lo terminaron acogiendo como nombre de recién nacido sintiéndose orgullosos cada vez que lo nombraban.
Fue poco después de eso, cuando eran, también, ya menos frecuentes las visitas de Rosa y Gabriela, que Lucas llegó al pueblo tras hacer un largo viaje en el que se había propuesto investigar más acerca de las artes oscuras de los humanos, un conocimiento sesgado solo a los más expertos o a los suficientemente curiosos como para dedicar el tiempo suficiente a esta labor. Llegó alegre y feliz, entrando al pueblo por la entrada principal y fue corriendo a la casa de Montimer. Algunos, al verlo correr, pensaron que se trataba de otro murciélago que quería entrar a la fuerza y hacerse con una presa, pero lo descartaron al ver que se dirigía a aquella casa donde habitaban dos murciélagos tímidos y cordiales que no le hacían daño a nadie, donde, además, habitaba uno de los fundadores, como le llamaban a Larry.
Lucas se había ido buscando su propio camino algún tiempo después de que Soledad se fundara como un asentamiento. Era de esperar, por eso, que los nuevos habitantes no lo conocieran, y eran muchos en ese momento. El murciélago recordó perfectamente donde estaba la casa de Larry y sin pensarlo se dirigió a ella.
Lucas tocó la puerta con insistencia y fue Montimer quien, apurado por los fuertes golpes, le abrió.
—¡Lo he logrado! ¡Lo he logrado! —exclamó Lucas. Se le abalanzó a Montimer y lo abrazó con fuerza.
Montimer lo vio con extrañeza. La algarabía llamó la atención de los demás. El primero en aparecer fue Richie. Lucas lo vio. Le gritó con mucho ánimo que lo había logrado, que lo había logrado, sin decir cuál era el logro por el que se encontraba tan feliz. Luego apareció Ronnie y Larry que, al igual que Montimer, fueron abrazados con fuerza.
—Familia lo logré —dijo Lucas ya más calmado.
—Pero ¿qué lograste? —preguntó Larry con el ánimo que le contagió Lucas.
Lucas les contó todo lo que había hecho en los años que estuvo ausente. Allí mismo, en la entrada y con la puerta abierta, les dijo que, cuando se marchó a un ignoto lugar, pasó muchas dificultades y se escapó de la muerte en varias ocasiones. Al tiempo y después de tanto desearlo, encontró una casa humana. Estaba provista de innumerables objetos como los que su padre le había mostrado, aunque algunos de ellos no lograron recordarlos o reconocerlos. Se quedó allí por un tiempo porque quería saber más acerca de esos seres tan extraordinarios. Los conocimientos que ellos tienen, exclamó Lucas con entusiasmo, son invaluables y nos pueden ayudar a llevar la vida de una mejor manera. Allí mismo terminó de aprender a leer, tarea que Jordan había efectuado y que no había terminado de enseñarle por su trágica muerte, luego, adiestró su mano para escribir, cosa que le llevó más tiempo de lo que pensaba.
Transcurrieron tres años sin que él se diera cuenta. Cuando se cansó de estar en el mismo sitio, siguió su instinto primario y se dirigió a otro lugar. Tuvo mucha suerte al encontrar una antigua veterinaria donde aprendió, gracias a los textos antiguos, el arte de curar dolencias incurables en la época en la que estaban. Ese era el motivo de su alegría, pero la algarabía presente fue por el hecho de que había logrado salvar de la muerte a un pequeño ratón que padeció fiebres delirantes por una semana. Cuando pudo probar sus conocimientos en el niño, se dirigió volando, sin detenerse, a donde estaban sus amigos.
Cuando terminó de contar la historia colocó sus manos en su cintura con sus palmas hechas puños. Estaba orgulloso por lo que sabía y lo mucho que podría ayudar a sus seres queridos con ese conocimiento.
Todos estaban atónitos. No tanto por lo que les había dicho Lucas, sino por lo mucho que había cambiado en el transcurso del tiempo. Ahora tenía el pelaje más grueso y denso. Tenía visibles algunas cicatrices. Su cuerpo se había puesto fornido y su rostro mostrada una determinación y una dureza que antes no tenía, al mismo momento que mostraba la amabilidad y cordialidad de siempre. De hecho, era seguro que todos quienes lo vieron notaron que sus ojos desprendían un brillo sobrenatural relacionado con sus emociones.
A Lucas le tomó un poco más de tiempo darse cuenta lo mucho que habían cambiado todos. Empezando por Montimer, quien tenía un rostro más suave y hogareño. Larry, al contrario, tenía una mirada estoica y penetrante por la laboriosidad de la crianza de dos jóvenes y el constante trabajo, pero que no le quitaba a él absolutamente nada de lo que era antes, al momento de conocerlo. Para su sorpresa, quienes habían cambiado demasiado y, que de hecho les parecía irreconocibles, eran los dos pequeños. Los había dejado cuando eran apenas dos niños, pero ahora le era difícil decir si la muchacha hermosa y despampanante que se encontraba a un costado de Montimer era Ronnie o si era otra que la había suplido. Tanto Lucas como Ronnie tenían el mismo color de pelo, pero por una extraña razón, a Lucas le pareció que el de ella era mucho más lindo y suave, aperlado y que desprendía un hermoso brillo que embobaría a cualquier macho. Richie, por el contrario, se había vuelto más grande, notó sus músculos resultados de su trabajo con Monti y reconoció que faltaba poco tiempo para que se convirtiera en todo un hombre. Creció mucho, de hecho, estaba casi a la misma altura que Montimer y ya superaba a Larry en tamaño.
Lucas se entristeció unpoco. Se preguntó cuántos buenos momentos se había perdido, pero esesentimiento se esfumó al pensar en la idea que quería proponerles a todos.
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¡Listo! Otro capítulo terminado. Espero que les haya gustado.
Me gusta cómo va quedando la historia. Ahora viene lo Interesante.
De nuevo, gracias por el apoyo y también gracias por los comentarios.
Como siempre les digo, sigan a Yinller en sus redes y lean su hermoso comic de donde está basado este fanfic.
¡Adios!
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Invierno en Soledad
FanficSoledad y tranquilidad fueron las primeras palabras que Larry pensó al ver aquel sitio que habían encontrado. El lugar idóneo para vivir la temporada en el que el invierno es más crudo. Sin percatarse, más animales pequeños llegan y se instalan en...