Donde un trágico accidente en una casa que se incendio hacia tantos años atras, la familia Bakugou llegó a esa casona pensando habitarla pero....¿quién era ese pequeño que jugaba por las noches con un oso de peluche pasando y paseando por los pasill...
-Q-que es lo que pasa?!! ¡¡¿ustedes son reales?!!!- dijo la ceniza muy asustada y con las piernas temblando
-Oh si, si que soy real, muy real, somos reales, y en mi testamento y carta, explique con detalle lo que quería, la avaricia del dinero les ah llevado al camino de mal, en mis tiempos, si respetaban a los muertos, pero veo que ya no, Katsuki muchas veces se acercó a ustedes con la intención de que pararan todo, pero no escucharon, así que ahora me escucharán a mi-
-¡Abre las puertas! ¡¡a-ahora!!- exigió Masaru
-No lo are, no hasta que terminemos, así que les recomiendo que se sienten, soy incapaz de matar a una persona-
Shōta suspiro y empezó su hablar
-Desde el día en que construí esta casona, fue con un propósito que tenía con mi alfa en común, este era el sueño y el deseo de que todos los licántropos sin hogar encontrarán uno aquí, sabía que mi hermana me tenía mucho odio, y también a mí familia, por lo cual deje esa carta al que contraté para vender el terreno en caso de morir todos, el se la iba pasando y en generaciones fue pasando hasta llegar a sus manos, tenía la esperanza de que ustedes siguieran con lo que yo quería, pero tal parece que no-
El azabache suspiro con decepción
-Me decepcione mucho al saber que estaban dispuestos a derrumbar nuestras tumbas y hechar a perder está casa en la que tanto invertí, yo y mi marido invertimos aquí, creí que ustedes serían los indicados, quería que ustedes se quedarán con todo lo que yo tenía, con las verdaderas, escrituras, así que escuché me bien-
Shōta se acercó a los Bakugou quienes dejaron escapar un jadeo de miedo al tenerlo de cerca, era hermoso y eso era innegable pero, era un fantasma!
-Solo lo diré una vez, quiero que ustedes se vallan de esta casa y no vuelvan, o, se quedan y rechazan lo que su jefe les dijo, ¿entendido?-
-¡Perderíamos el trabajo! ¡lo necesitamos para vivir! no todo el mundo es millonario!- la ceniza se animó a responderle
-Solo tienen esas opciones-
-¡¿O si no que?! ¡van a derrumbar la casa desde fuera, no puedes hacer nada al respecto!-
-Oh, es verdad, yo no.....pero tengo a alguien que murió justo afuera de esta casa y puede desarmar todo cuántas veces sean necesarias-
-¿Alguien murió?- pregunto Denki
-Si, ¡Aiko!-
-¡¡¡¡¡¿AIKO?!!!!!-
Gritaron todos con sorpresa cuando dicha chica de cabello marrón apareció, ya no traía su típica sudadera gris, traía una ropa diferente, un uniforme antiguo y anticuado
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-¡¡¿Eres un fantasma?!!!- exclamó Mina
-¡¡¿Cómo es eso posible?!!- pregunto Ejiro con sorpresa
