Tu amor ilumina mi vida de una manera que no puedo describir. Cada mensaje tuyo, cada foto que veo, me llena de felicidad. Mis ojos pueden reflejar la seguridad y confianza que me transmites. He notado tus altibajos, pero quiero que sepas que estoy aquí para todo, no solo para las alegrías, sino especialmente para las dificultades.
Quiero ser más que una compañera en los buenos momentos; quiero ser el apoyo en los malos. Quiero ser el hombro en el que puedas apoyarte, el refugio que te brinde paz y tranquilidad. Mi deseo es ser la persona que seque tus lágrimas y te asegure que, pase lo que pase, estaremos bien. En los días difíciles, ven a mí; quizás no pueda resolver todos tus problemas, pero haré todo lo posible para hacerte olvidar, al menos por un momento.
Quiero ser tu refugio en la tormenta, tu cuidadora cuando estés enfermo, tu abrigo cuando tengas frío. En momentos de desesperación, quiero ser el escondite al que puedas recurrir. En las batallas que enfrentes, seré tu apoyo. Si necesitas descansar, seré tu almohada. En la oscuridad, seré tu luz, y si tropiezas, te extenderé la mano para levantarte.
Mi amor por ti no es temporal; es para toda la vida. Quiero ser tu aliento cuando te falte, animarte aunque todo parezca perdido. Estoy dispuesta a comenzar desde cero contigo, superar cualquier obstáculo. No quiero soltar tu mano; te encontré entre millones, y a pesar de las heridas pasadas, volví a confiar porque tú eres excepcional. Eres valioso más allá de las palabras. Nunca olvides cuánto significas para mí y cuánto me enorgullece tenerte a mi lado.