6° curso de Oliver y Percy,AU donde no existe Voldemort
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Caminaba enérgicamente por los pasillos del castillo duranre un sábado. Dirigía a su equipo al campo de quidditch para entrenar a primera hora, a pesar de las protestas de todos los integrantes, quienes notoriamente adormilados apenas y le seguían el paso sin tropezarse —¡Demonios Wood!, ¿Qué manía tienes con entrenar tan temprano? — una rubia, Alicia Spinnet, renegó como pudo —Alicia tiene razón, yo quería seguir durmiendo — ahora fue Angelina Johnson la que protestó —Vamos chicos —Y chicas —Cierto Angelina, si queremos ganar la copa de quidditch este año tenemos que entrenar lo más duro que se pueda Y sin darle importancia a lo demás finalmente esperó en los vestidores a los demás.
Porque obviamente él ya tenía puesto su uniforme.
El primero en salir fue el pequeño Harry, quien sorprendentemente logró entrar al equipo a los 11 años, el chico de cabello rebelde y ojos verdes aún bostezaba por el sueño, pero era el único que aún le ponía atención en cada práctica. Le secundaron 2 pelirrojos idénticos entre sí, los gemelos Weasley con los ojos hinchados y el pelo despeinado; y finalmente salieron las chicas, las 3 aún bostezando.
No dudó en repasar teóricamente todas y cada una de las jugadas que diseñó durante todo el verano pasado, a pesar de que casi todos trataban de retomar la siesta o replicaban por ser despertados , cada quién tomó su escoba y finalmente salieron al campo. Fue ahí cuando su emoción por ser el primer equipo en entrenar se convirtió en nerviosismo al ver a cierto pelirrojo de lentes allí sentado en las gradas, al lado de un par de pelirrojos menores y una castaña.
Percy al parecer estaba entretenido charlando con Granger mientras sus hermanos menores tenían una aparente discusión infantil cuando una ráfaga de viento se esparció por el lugar, logrando que los rizos del chico antes bien peinados ahora quedaran totalmente silvestres, incluso coronando su blanca frente y resaltando sus ojos azules. La manera en que el sol iluminaba su cabello le daba ese aspecto de rizos de fuego, mismos que no podía dejar de contemplar, de anhelar que algún día sus manos pudieran acariciarlos tan delicadamente como los pétalos de una...
—¡OLIVER! — fue Alicia quien lo sacó de sus pensamientos, con el resto del equipo tratando de no soltar una carcajada (bueno, Harry no sabía con exactitud de qué se reía), y no pudo evitar enrojecer de la pena —¿Has visto eso George? —Si Fred, y me parece que Wood tiene un interés amoroso —Y yo que creí que el amor de su vida era el quidditch — añadió Katie para rematar —Cada quien tome su lugar — fue lo único que dijo, con el rostro aún rojo de la verguenza; tras su escueta indicación cada uno lo obedeció, listos para iniciar el primer entrenamiento. Apenas ascendió al aire para colocarse frente a los aros del campo cuando sus ojos volvieron la mirada al pelirrojo mayor, quien también hacía esfuerzos para verlo, aunque a distancia se notaba sutilmente el rubor de sus mejillas al ser sorprendido.