𝐓𝐢𝐦𝐞 𝐭𝐨 𝐬𝐥𝐞𝐞𝐩 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐲𝐨𝐮

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Palabras clave: calidez, ternura,  dormitorio

Advertencia: ninguna

5° año de Oliver y Percy

One-shot corto

Era, sin duda,  el fin de un agotador día

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Era, sin duda,  el fin de un agotador día. Uno frío, en el que la nieve inició a caer cubriendo los jardines, el bosque y la fachada de Hogwarts dejando sus copos en todo el exterior; a decir verdad faltaba poco para visitar a Charlie en Rumania y eso implicaba no ver a su novio durante navidad.

Percy apenas subió a su dormitorio se quitó el uniforme,  poniéndose en su lugar su pijama la cual consistía ahora en una pantalonera herencia de Bill y uno de los grandes y cómodos suéteres de Oliver,  quien se quedó conversando por un rato con Angelina Johnson sobre algo de los próximos partidos. No le molestaba en absoluto,  pero el quería leer un poco antes de dormir así que le se acercó al morocho y le dió un beso en la mejilla — aunque tuvo que ponerse de puntas para lograrlo —
—Te espero arriba — le dijo con una ligera sonrisa,  ruborizado por su acción
—Ya era tiempo — la morena comentó, sonrojando al castaño y al pelirrojo mientras reía

Ahora estaba en el baño de la habitación cepillándose los dientes, retirando los restos de pasta con agua y verificando que ninguna mancha de la misma haya quedado en su rostro viéndose al espejo
—Listo — habló para si mismo,  saliendo del baño y sobresaltándose pues sin querer sorprendió al morocho cambiándose
—Lo siento, n-no me fijé — trató de disculparse con el rostro arrebolado y la mirada en cualquier lado que no fuese el cuerpo cada vez mejor desarrollado de su pareja
—No te preocupes,  ven aquí — le pidió al fértil quien se acercó todavía abochornado por lo sucedido, tomándolo de la cintura y plantando un beso en su frente
—Ya sólo me lavo los dientes y regreso,  ¿Ok?
—Está bien

Mientras Oliver entró al baño,  Percy tomó su viejo y bien conservado libro 《Cuentos de Beedle el Bardo》 de su mesita de noche, se recostó en la cama del castaño y se dispuso a leer nuevamente la Fábula de los Tres Hermanos.  Se sumergió en la lectura,  por ésta vez sintiendo más empatía por el segundo hermano, aquel que le pidió a la muerte algo que trajera de regreso a su amada, aquella mujer con la que alguna vez fuese a casarse; razón por la cual la muerte le entregó una piedra capaz de traerla de vuelta a la vida.

No pudo evitar sentir cierta lástima y aflicción al repasar el momento en el que el dichoso sujeto giró la piedra en su mano tres veces, apareciendo ante él la mujer que más amó, y el hecho de que se dejó llevar por el dolor y la locura arrebatándose su propia vida para quedarse junto a ella en cuanto la misma se tornó triste y lúgubre al ya no pertenecer al plano terrenal. Fue cuando sintió un peso extra en el colchon que despegó su vista de la página, viendo directamente a los ojos a su amado
—Últimamente has leído ésa fábula muy seguido,  ¿No crees lindo? — que le pusiera apodos de ese estilo era un golpe certero a su timidez,  teniendo por resultado que se cubra el rostro con las manos
—Me gusta, ¿Qué esperabas? — lo que no se esperó fue el hecho de que el morocho tomó sus manos destapando su cara, que le quitara los lentes y le robara un pequeño beso, uno lleno de ternura, delicadeza y amor. Sus labios entreabiertos, danzando dulcemente y finalmente separándose de los del castaño
quien pellizcó suavemente sus mejillas sacándole una risa sincera.

Ahora se contemplaban mutuamente de forma amorosa, acostándose en la cama para dormir,  uno al lado del otro.  Percy se sentía protegido y a la vez vulnerable entre los fuertes y cálidos brazos de Oliver,  una sensación que sin duda no cambiaría por nada del mundo; con ese pensamiento recostó su cabeza en el pecho del morocho quedando plácidamente dormido.

Oliver observó al pelirrojo un momento más, encontrando tierno el hecho que use su pecho de almohada,  aparentemente él encontraba relajante escuchar los latidos de su corazón.  Le resultaba adorable su timidez,  su manera tan particular de ser que incluso era como una caja de sorpresas las cuales él quería descubrir; al final lo abrazó de modo que no resultara asfixiante,  cubriéndose a ambos y se dejó caer en los brazos de Morfeo al lado de su amado pelirrojo.

potterheadwriter77

𝐎𝐧𝐞-𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 𝐏𝐞𝐫𝐜𝐢𝐯𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora