𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 16

303 51 9
                                    

- ¡¡DAZAI!! 

La sangre me había salpicado en la cara, congelado solo pude ver como su cuerpo colapsaba debido a un disparo que recibió cerca al pecho, un disparo que era para mí. En ese momento no sabía que hacer, quería correr en su auxilio, pero también quería hacer pagar  a esos malditos que se atrevieron a dañarlo, aunque ellos mismos parecían arrepentidos de sus actos, temblaban de miedo puro.

- Ustedes... -comencé a acercarme al que disparó- ¡Malditos! -en ese momento comenzaron a disparar pero ninguna bala logró herirme, todas se habían detenido a milímetros de mi cuerpo- Ahora es mi turno 

Pronto cayeron muertos, con varias balas incrustadas en sus cuerpos, fue recién en ese momento que me di cuenta de lo que pasó, había podido usar mi habilidad a pesar de aún tener los brazaletes encima. 

- ¿Cómo es posible?

Un quejido de Dazai me sacó de mis pensamientos y rápidamente me acerqué hasta donde estaba acostado; la herida era profunda, muy cerca de donde está su corazón, la sangre chorreaba sin parar, el también había tosido un poco de este líquido vital. Él parecía tratar de levantarse, ignorando el estado debilitado en el que se encontraba su cuerpo, a pesar de todo tenía una leve sonrisa en su rostro.

- Justo lo que él no *ugh* esperaba que sucediera -logró apoyarse en un auto cercano- Mi habilidad...comienza a debilitarse, es cuestión de minutos -su mano que tapaba la herida estaba empapada en su sangre- Ese brazalete ~que...dolor~ ya es inútil

- Caballa, no debiste -me acerqué hasta él, tratando de ayudarlo a sentarse, no puedo dejar que siga esforzándose- No tenías que—

- Chibi -pude notar una pequeña sonrisa, no parecía para nada arrepentido

- ¿Por-Por qué lo hiciste?

- No pensé...volver a hacer esto -soltó como una pequeña burla, ¿a qué se refiere?- Pero, a veces se hacen locuras

- ¿Dazai? -su voz iba perdiendo fuerza, pronto su cuerpo estaba casi encima mío

- Por...amor

En ese momento pareció perder toda fuerza, casi cae sino fuera porque lo sostuve a tiempo, estaba tan pálido y helado, más helado que de costumbre. Me sentí desesperado ante esto, me estaba imaginando que acababa de suceder lo peor, pero un pequeño jadeo de su parte me demostró que felizmente estaba equivocado y él solo estaba inconsciente.

- No te preocupes, caballa, pronto estarás mejor -aparté unos cabellos de su rostro- Yosano-sensei lo arreglará todo, vas a estar bien, ya verás

Estábamos auxiliando a todos los afectados por el reciente ataque de Port-mafia, aún no entiendo como fue que decidieron discernir de su misión pero no es algo de lo que me queje, Kunikida-kun parece más que aliviado con este hecho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estábamos auxiliando a todos los afectados por el reciente ataque de Port-mafia, aún no entiendo como fue que decidieron discernir de su misión pero no es algo de lo que me queje, Kunikida-kun parece más que aliviado con este hecho. En eso me acerco a una señora mayor que estaba escondida cerca de unos escombros, parecía algo lastimada pero nada grave, quizás lo vivido sea lo peor.

- Señora, buenas noches, ¿me dejaría revisarla?

- Yo estoy bien, jovencita, no te preocupes por mi -noté cierta preocupación en su voz- Mejor ayude a sus amigos, uno de ellos parece haber sido gravemente herido

- ¿Mis...amigos? 

- ¡Sí!, un pelirrojo y otro joven, la verdad no pude vislumbrarlo bien, pero se sacrificó para salvar al otro de un ataque

Con esa descripción me era más que suficiente para hacerme una imagen de la situación, al parecer la "pareja" de Chūya también estaba aquí, y si es cierto, se encuentra mal herido. Me disculpé con la señora y comencé a moverme hacia el punto donde se suponía que debería de estar el pelirrojo.

- ¡Chūya! -al comenzar a acercarme pude observarlo, su cara estaba con gotas de sangre- ¡Oh por DIos!, ¿te encuentras bien?

- ¡Yosano-sensei!, justo pensaba en ir a buscarla -entonces me arrastra hasta un pequeño espacio, donde pude notar una figura ensangrentada acurrucada- No se preocupe por mi, ahora solo concéntrese en ayudarlo, por favor

- ¿Qué fue lo que pasó? -me hinqué cerca del cuerpo, noté la gran cantidad de sangre que parece haber perdido, era una herida profunda y demasiado cerca de un punto vital- Su estado es más que suficiente, voy a usar mi habilidad con él

Él solo asiente más que aliviado, parece que esas son las palabras que ha estado deseando escuchar desde que comenzó esta conversación.
Me acerqué hasta el peli castaño, posé una mano encima de su pecho y dejé fluir mi habilidad, pude visualizar como las mariposas comenzaban a acercarse pero de pronto desaparecieran, sentí un profundo vacío dentro de mi.

- ¿Qu-Qué fue lo que ocurrió?

- Mi habilidad... -no podía creerlo, nunca me había sucedido algo como esto- Mi habilidad no funciona en él

- ¡¿Qué?!¿Eso...Eso es posible?

Entonces una pequeña risa nos saca de nuestra discusión, al buscar la fuente es que nos dimos cuenta que el "herido" estaba totalmente despierto, o al menos lo más que puede con su situación.

- No... -parece que hablar se le dificultaba, eso solo me hacía sentir más impotente- No se preocupe, se debe a mi habilidad -¿Cómo que habilidad?¿Desde cuando tiene una?

- Caballa, ¿de qué diablos estás hablando?

- Sí, chibi -se queda callado un momento, solo su forzosa respiración rompía el silencio- La habilidad *uf, dolor* la habilidad de anular otras... yo la llamo... "Indigno de ser humano"

- Dazai, eso es... -parecía estar pensando en  el nombre recién dado- ¿Por qué...?, ¿no se te ocurría un nombre...más amigable

- Ay, Chibi -se estaba riendo, pero de pronto se quejó de dolor y se quedó callado- Sólo a ti se te podía... -tomándose un descanso para hacer funcionar su cuerpo- Podía ocurrir esas preguntas

Pude notar el sincero cariño que había entre ellos, una de las manos del joven de vendas estaba posada en la mejilla de mi amigo, él estaba igual, susurrándole cosas al otro, quién solo asentía levemente.

- Ve ahora, Chibi

- ¿Qué?¿A dónde vas? -no sabía de que habían hablado, pero escuchar que se va me puso de los nervios

- Debo de detener a ese maldito, el destino de la ciudad recae sobre nosotros -era cierto, esto aún no se había detenido, sólo lo haría cuando detengamos a Mori- Pero no puedo, no estaré tranquilo sabiendo que estás en grave peligro

- Tienes que hacerlo -le da una ligera sonrisa- Es tu deber, como defensor de la justicia

- No te preocupes, Chūya -poniendo una mano de manera reconfortante en su hombro, tratando de convencerlo- Yo me encargaré de cuidarlo hasta que vuelvas, te lo prometo

- Ya escuchaste a la doctora, Chibi -eso pareció funcionar- Ahora ve y detén a ese imbecil -mi amigo deja un beso en su frente y le susurra algo más- Ya ya, mucha cursilería

- Bien, después no te quejes, maldita caballa

- Chibi, solo tengo que pedirte algo -su voz tenía menos fuerza que antes, era preocupante- No lo mates

Ai, sorehanandesuka? | Soukoku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora