𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 10

331 45 11
                                    

Abandoné rápidamente la oficina después de esa "negociación", no le di ninguna respuesta debido a la conmoción que estaba sintiendo, en ese momento sólo quería ver a Ane-san, necesitaba contarle lo que pasó y escuchar un consejo suyo.
Entonces es su oficina al primer lugar que me dirigí, mi cabeza no estaba clara y me sentía muy tentado a aceptar, pero no puedo caer tan fácilmente ante esta artimaña por parte de Mori.

- ¡Ane-san!

- ¿Dazai?, ¿qué pasa muchacho? -pude sentir la consternación en su voz ante mi abrupta entrada- Adelante, toma asiento

-obedecí y me senté frente a ella en su escritorio- Ane-san, necesito su ayuda

- Puedo notarlo, dime que ha pasado, querido -parándose y yendo a un estante cercano- ¿Deseas algo de té para relajarte?

- Sería muy bueno, gracias -no puedo creer que estoy así de conmocionado, no puedo volver a poner mi máscara de indiferencia- Hermana, dígame, ¿qué tanto se puede confiar en la palabra del jefe? -fue lo primero que pregunté después de recibir el té

-levanta su mirada desde donde estaba tomando su primer sorbo- Bueno muchacho, sabes que no es que le tenga gran estima, pero hasta ahora siempre ha sido un hombre de palabra -sólo bajé la mirada, concentrándola en el té- Dime, ¿a qué se debe tu pregunta?

- Hoy me ha realizado una propuesta, una que se me hace difícil rechazar -la sorpresa en sus ojos es notable, creo que ya sabe a que me refiero- No puedo creer lo que me ofrece, temo que solo sea un truco más

- Dazai, muchacho, ¿es enserio lo que me dices? -era comprensible su duda, ni yo lo puedo creer- Cariño, si es verdad, es una oportunidad que no puedes ignorar -se sentó a mi lado, posando su mano de manera reconfortante en mi hombro- Al fin escaparías de este lugar, podrás viajar y rehacer tu vida

Todo lo que me estaba diciendo me hacía tener esperanza, podría comenzar desde cero lejos de aquí, conocer los lugares de los que tanto oí hablar a Ane-san y otras personas, quizás poder establecerme en una parte donde nadie sepa quién soy.

- ¡Dazai-nii! -la abrupta entrada de Kyu me hizo despertar de mis pensamientos- Dazai-nii, prometiste irme a buscar hoy para ir al parque, ¿por qué no fuiste?, ¿acaso te olvidaste de mi? -puso un tierno puchero, verlo así me enterneció, es una de las pocas veces que parece un niño de su edad

- Claro que no, Yumeno-kun, jamás me olvidaría de ti -acaricié suavemente su cabeza-Solo que el jefe me llamó y eso hizo que se me hiciera tarde, ahora estaba terminando de entregarle un mensaje a Ane-san para poder ir a buscarte

- Umm -sentí que me estaba estudiando con su mirada, tratando de comprobar si le estaba mintiendo- Está bien, te creeré por ahora, pero que no vuelva a ocurrir, por suerte Hirotsu-san fue por ahí y le convencí de que me ayudara a buscarte

Asentí y le di una mirada de agradecimiento al hombre mayor, honestamente con todo lo que acababa de pasar enserio me olvidé por completo del niño, pero el verlo me hizo repensar todo. Dentro de esta habitación estaban la mayoría de personas que me importaban en esta organización, las únicas a las que llegué a considerar como familia, ¿qué pasará con ellos si me voy?; soy consciente que Hirotsu-san y Kōyō -san se pueden cuidar por si mismos, incluso los hermanos Akutagawa, aunque odie aceptarlo, su vida es en este lugar; ¿pero que pasa con Kyu?, él es solo un niño, un niño que vive un infierno dentro de esa horrible celda, si yo no estoy, ¿quién lo va a cuidar y hacerle sentir que también merece una vida como cualquier otro ser humano?.

- Kyu, cariño, ¿aún quieres ir al parque? -sentí la mirada confundida de Kōyō-san puesta en mi, sólo le di una ligera mirada en respuesta, tratando de hacerle saber que no debe de preocuparse

Ai, sorehanandesuka? | Soukoku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora