𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 11

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Hoy el trabajo estaba lento debido a que la ciudad ha estado tranquila y no se nos han encargado tantos casos, es aburrido estar haciendo solo el papeleo, esto no es lo mio. Paseo mi mirada por la oficina para poder ver que hacen mis compañeros: Ranpo estaba en lo de siempre, comiendo sus dulces y jugando en su celular; Yosano estaba dentro de su oficina; los Tanizaki, bueno, eran ellos; y por último Kunikida, él se estaba acercando a mi escritorio, rápido posé mi mirada en mis documentos.

- ¡Chūya! - exclamó enojado, algo no muy raro en él- ¿Hasta que hora voy a esperar el informe de la misión con el jefe de seguridad de la empresa electrónica?

- Ah, sí sí, por aquí lo tengo -comienzo a revisar mis documentos- ¡Ha!, aquí está, todo está listo y revisado, compruebalo si quieres -extendiéndole el informe

- Vaya, así que ya lo tenias -parecía sorprendido, eso me indigna, siempre cumplo con el plazo- A la próxima entrégalo apenas lo tengas listo, asi nos evitamos los reclamos innecesarios

- Aja, como digas

Seguí dando vueltas en mi silla, estaba aburrido de no tener nada interesante que hacer, ahora entiendo porque Ranpo siempre está buscando casos en los que trabajar para entretenerse, no es como si para él fuera un reto. Vuelvo a suspirar mientras hojeo los documentos en mi escritorio, de pronto noto mi celular a un costado, entonces se me ocurre una idea y lo tomo.

- Ya ha pasado una semana, ¿estaría bien si le llamo? -murmuro, he tenido esto en mente desde que me dio su número, no quiero parecer un desesperado ni nada- ¿Qué debería decirle?, ¿quizás pueda invitarlo a salir?

- Vaya, nunca esperé ver al "Gran Nakahara Chūya" actuar como un tonto -se burló el detective pelinegro, ante eso fruncí el ceño molesto- Supongo que es verdad cuando dicen que el amor vuelve idiota a la gente

- ¿Quién está hablando de amor? -refuto, ¿de dónde saca eso?, Dazai solo es un buen amigo

- Vamos, Mr. Fancy Hat, cuéntanos -con una sonrisa burlona, apoyándose en su escritorio- ¿Quién es ese chico por el que tanto suspiras?

- ¡Yo no suspiro por na—

- ¡Chibiiii! -me quedé con las palabras en la boca, ¿de verdad estaba aquí?- Que malo eres, no me has llamado toda esta semana -se quejó con un tierno puchero en su hermoso rostro

- ¿Caballa? -fue lo único que respondí, aún estupefacto, escuché a los demás reírse disimuladamente- Que coincidencia, estaba pensando en llamarte, ¿qué te trae por aquí?

- Que mal mentiroso eres, babosa -cruzándose de brazos y dejándose caer en la silla frente a mi escritorio- Pero bueno, ya estoy aquí, así que no puedes librarte de mi

- ¡No!, claro que no pensaría eso, es más, quizás quieras—

- Disculpa, pero si no ha venido por algún trabajo, le voy pedir que se retire -intervino Kunikida, ¿por qué está haciendo esto?- No quisiera que distrajera a mis compañeros cuando están trabajando

- ¡Oh, Ideales-kun, que bueno verte otra vez! -le saludó con una sonrisa "inocente", así que de ahí sacó su hermanito los "apodos"- Solo vine a saludar a Chūya, espero que no te moleste

- Mi nombre es Kunikida, no "Ideales-kun" -corrigió molesto, el gesto de acomodar sus lentes lo dice- Y en este momento Chūya está trabajando, si desea esperar hasta su descanso no hay problema, pero debe de mantener silencio

- ¡Ho, que aburrido eres, Kunikida-kun! -exclamó berrinchudo, entonces volteó a verme- Bueno chibi, creo que acá no soy bien recibido, te estaré esperando en la cafetería de abajo

Ai, sorehanandesuka? | Soukoku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora