Sectumsempra // parte 2 de Harry Potter y Siete Años de Caos.

Capítulo 9 : Halloween pt. 2

—¡La has matado! ¡Te mataré! ¡Te mataré!

Severus dobló una esquina, intentando escabullirse hacia la torre de astronomía cuando en cambio se encontró con Argus Filch agarrando a su estudiante frente a lo que parecía ser todo el castillo.

¡ESTALLIDO!

Frente a 100 estudiantes testigos, Albus Dumbledore y media docena de otros profesores, Severus Snape golpeó a Argus con un hechizo para sacarlo por la fuerza de la cara de Potter donde había estado gritando sus amenazas de muerte.

El hecho de que su hechizo hiciera que Argus se estrellara contra la pared opuesta y sufriera una laceración menor no tuvo consecuencias para él.

—¿Cuál es el significado de esto?—le siseó al cuidador.

—Harry Potter mató a mi gata, mi señora Norris—aulló Argus, mirando enojado más allá de Severus hacia Potter.

Severus se giró y vio a Potter parado junto a Susan Bones y Luna Lovegood. Lo revisó cuidadosamente, pero aparte de una palidez enfermiza en su rostro y un ligero temblor en sus extremidades, parecía ileso. Deslizó los ojos y vio como Albus separaba el gato sarnoso que Argus poseía de un soporte de antorcha. También había graffitis pintados en la pared...

La Cámara de los Secretos ha sido abierta. Enemigos del heredero, temed .

... eso, eso no puede ser bueno. Su sutil pero inquisitiva mirada hacia Potter recibió una ínfima sacudida de cabeza del chico.

Potter no había hecho esto.

—Ven conmigo, Argus—le dijo Albus a Filch—Usted también, Sr. Potter, Señorita Lovegood, Señorita Bones.

Gilderoy dio un paso adelante con entusiasmo.

—Mi oficina es la más cercana, director, justo arriba, siéntase libre de hacerlo.

—Gracias, Gilderoy—dijo Dumbledore.

Severus frunció el labio mientras seguía a los demás, Minerva cuadró los hombros a su lado. Entraron a la oficina de Gilderoy y Severus casi perdió la compostura en ese mismo momento. La vanidad del hombre era incomprensible. Había al menos veinte fotografías, pinturas y lo que parecía ser una tetera encantada, todo pegado con la imagen de Gilderoy.

Desagradable.

Mientras Severus miraba a su alrededor con desdén, Albus comenzó a estudiar y pinchar al gato muerto de Argus.

—Definitivamente fue una maldición lo que la mató, probablemente la Tortura Transmogrífica. La he visto utilizada muchas veces, así que tuve mala suerte de no estar allí, conozco la contramaldición que la habría salvado...

Severus no podía decidir qué era más irritante en ese momento. Los tontos divagaciones de Gilderoy, los sollozos de Argus, los murmullos de Minerva y Albus, o el rostro pálido de Potter y su mirada parpadeante que nunca se posó en Severus, lo que lo dejó incapaz de juzgar mejor el estado mental actual del niño.

Luna Lovegood era, por una vez, la persona menos molesta de la sala.

Severus nunca lo admitiría, pero en realidad le tenía mucho cariño a la pequeña bruja loca. Ella era una pocionista excepcional que seguía las reglas y pautas de seguridad al pie de la letra. Ella también siempre parecía estar dispuesta a ayudar a los miembros menos capaces de su casa; No es que le dieran la oportunidad de ayudarlos, pero Severus lo agradeció de todos modos.

—... Recuerdo que algo muy similar sucedió en Ouagadogou—balbuceó Gilderoy, su voz atravesando los pensamientos de Severus como un cuchillo afilado—Una serie de ataques, la historia completa está en mi autobiografía, pude proporcionar a la gente del pueblo varios amuletos, que aclararon el asunto de inmediato...