Sectumsempra // parte 2 de Harry Potter y Siete Años de Caos.

Capítulo 10 : El partido de Quidditch

Si Harry alguna vez había experimentado una semana más miserable en Hogwarts, no podía recordarla.

Desde la noche de Halloween, en sólo siete días, Harry había recibido más zancadillas, empujones y silbidos en los pasillos que nunca antes. En una ocasión memorable, alguien empujó a Harry con tanta fuerza que golpeó la pared de piedra del pasillo y tuvo que pedirle a Susan que le arreglara los anteojos rotos. Su magia nunca funcionaba tan bien cuando estaba nervioso, y había estado nervioso toda la semana.

Todos los estudiantes también susurraron sobre él.

'Ahi esta.'

'Escuché que odia a los nacidos de muggles.'

"Escuché que ha estado atacando a estudiantes desde el primer día".

'¿El niño que sobrevivió es el heredero de Slytherin? Supongo que sabemos cómo venció a Quien-tú-sabes.

A nadie parecía importarle cuánto dijera que no era el Heredero de Slytherin; de todos modos lo odiaban. Y pensó que estaba acostumbrado a que la gente lo odiara, los Dursley ciertamente lo hacían, pero ¿ser odiado por algo que él no hizo? Picó.

Los otros que no lo odiaban eran los otros Slytherin. Y tampoco le gustó mucho la forma en que actuaron. Lo trataban como si fuera un héroe de su casa. Incluso Parkinson había tratado de hablar con él; no es que tuviera la oportunidad, Ron le maldijo el cabello y ella se escapó llorando.

Sus amigos eran las únicas personas que lo trataban con normalidad. Theo parecía un poco más nervioso cuando habló con Harry, pero esperaba que eso desapareciera con el tiempo. Los otros niños le aseguraron que le creían y todavía hablaban con él en clase y estudiaban juntos como siempre lo habían hecho.

—Voy a abandonar la escuela—murmuró Harry en una de sus sesiones de estudio después de que Colin Creevey gritara al verlo y saliera corriendo de la biblioteca.

Ron le dio una mirada comprensiva pero Draco parecía escandalizado.

—¡No puedes rendirte! ¿Cómo aprenderías magia?

—Podríamos ir a Beauxtabons—sugirió Blaise con una sonrisa—Y estar rodeado de lindas chicas francesas—Movió las cejas hacia Harry.

—¡Ooh, o podríamos trasladarnos a Ilvermony!—añadió Ron con entusiasmo—He oído que no ocultan su magia en Estados Unidos tanto como nosotros.

Theo resopló, —Estados Unidos es una broma—dijo secamente, sin siquiera levantar la vista de sus pergaminos—No ocultan su magia porque todos están locos.

—Suena como tu tipo de lugar—Blaise le guiñó un ojo a Harry.

Reconoció lo que estaban haciendo sus amigos y les dedicó una pequeña sonrisa.

—La gente descubrirá la verdad pronto—susurró Neville.

—Sí—murmuró Harry.

Todos los niños trabajaron en su tarea en silencio por un rato hasta que fueron interrumpidos por la llegada de Hermione y Susan emocionadas.

—¡Adivina qué!—Dijo Hermione mientras Susan se sentaba al lado de Harry.

—¿Qué pasa?—le preguntó Ron.

—Acabamos de tener Historia de la Magia—les susurró Susan, lanzando una mirada cuidadosa a su sección vacía de la biblioteca—¿Y adivinen qué nos dijo el profesor Binns?

—Los duendes son malos, los Wixen son buenos, ¿las guerras son sangrientas?—Theo preguntó con una pequeña sonrisa.

—No—dijo Hermione, sentándose entre Blaise y Draco—Bueno, sí. ¡Pero nos contó la leyenda de la Cámara de los Secretos!