Sectumsempra // parte 2 de Harry Potter y Siete Años de Caos.

Capítulo 6 : La primera semana

Harry nunca llegó muy lejos en la escuela primaria muggle, ya que no tenía hogar y todo eso. Pero nunca consideró abandonar Hogwarts también, hasta que comenzó este semestre. Si sus primeros días de regreso eran un indicador de cómo iba a ser el resto del año, entonces pensó que podría probar suerte abandonando los estudios y convirtiéndose en un residente permanente del Caldero Chorreante. Griphook tenía gran parte de su oro en distintas inversiones y algunos otros "gastos financieros fructíferos" y le había asegurado que nunca necesitaría trabajar ni un día de su vida. Y todavía tenía que encontrar una manera de drenar a una Wixen de su magia. Entonces, en realidad, probablemente podría abandonar los estudios y estar bien. Y si las cosas no empezaban a mejorar entonces eso sería lo primero que le diría a Snape el domingo.

Primero, Lestrange había atacado a Ron. Lo que había hecho que a Harry le hirviera la sangre al verlo. Luego el Profesor Snape le envió muchas miradas de odio y murmuró muchas cosas groseras sobre él mientras sanaba a Dolohov. Y luego el profesor Snape dijo que a Harry ya no se le permitía llevar su cuchillo encima cuando examinó el rostro de Lestrange, a pesar de que no desperdició su cuchillo con ese imbécil.

Todavía tenía su cuchillo a salvo en su bolsillo. Si Snape pensó que no iba a cargarlo más entonces no lo conocía tan bien como Harry pensaba.

A la mañana siguiente, en su primer día de clases, Harry casi llegó tarde a Herbología porque tuvo que agacharse y esquivar el césped para evitar a Lockhart. Draco resopló y puso los ojos en blanco, pero había algo que a Harry no le gustaba del nuevo profesor. Era espeluznante con su sonrisa blanca y la forma en que simplemente andaba agarrando a la gente. Además, sus ojos siempre parecían permanecer en Harry demasiado tiempo cuando lo veía, lo que hacía que Harry quisiera gritar y vomitar simultáneamente.

Era mucho más fácil simplemente evitar al hombre.

Cuando llegaron a Herbología, exactamente a tiempo a pesar de las preocupaciones murmuradas por Draco, la Profesora Sprout estaba parada detrás de un banco de caballetes en el centro del invernadero. Sobre el banco había unos veinte pares de orejeras de diferentes colores.

Una vez que estuvieron todos en su lugar, dijo:—Hoy trasplantaremos mandrágoras. Ahora ¿quién puede decirme las propiedades de la mandrágora?

Ninguno de los Slytherin se sorprendió cuando la mano de Theo estuvo por primera vez en el aire—La mandrágora, o mandrágula, es un poderoso reconstituyente—dijo, como si hubiera memorizado el libro de texto—Se utiliza para devolver a su estado original a las personas que han sido transfiguradas o maldecidas.

—Excelente. Diez puntos para Slytherin—dijo la profesora Sprout—La mandrágora forma parte esencial de la mayoría de los antídotos. Sin embargo, también es peligroso. ¿Quién puede decirme por qué?

La mano de Theo por poco rozó las gafas de Harry cuando se disparó de nuevo.

Le lanzó una mirada desagradable que hizo que Theo se alejara un pequeño paso de él.

—El llanto de la mandrágora es fatal para cualquiera que lo escuche—dijo.

—Precisamente. Tome otros diez puntos—dijo la profesora Sprout—Ahora, las mandrágoras que tenemos aquí son todavía muy jóvenes.

Señaló una hilera de bandejas profundas mientras hablaba, y todos se acercaron arrastrando los pies para ver mejor. Allí crecían en hileras unas cien plantitas tupidas, de color verde violáceo. A Harry le parecieron aburridos, ya que no tenía la menor idea de lo que Theo quería decir con el "llanto" de la Mandrágora.

Sin embargo, pensó que si los gritos eran fatales, sería útil tenerlos a mano.

—Todos tomen un par de orejeras—dijo la profesora Sprout.