Capítulo 1 : Villa Zabini

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—Bienvenidos a Villa Zabini—dijo Blaise con orgullo, abriendo los brazos.

Se rió de la boca abierta de Harry hasta que Harry le frunció el ceño.

—¿Aquí es donde vives?—preguntó con incredulidad.

—A veces—admitió Blaise—También tenemos casas en Francia, Inglaterra, Estados Unidos y creo que una en Taiwán.

—¿Qué carajo?—Dijo Harry en voz baja.

Blaise se rió, su madre lo iba a amar.

—Vamos, entra y conoce a la Contessa.

Blaise empujó a Harry a través del patio y hasta la entrada de la villa. Harry se giró lentamente, mirando con la boca abierta el océano que dominaba la villa.

—Vaya— susurró.

—Eso no es nada— dijo Blaise, desestimando su asombro con un guiño. —Espera hasta que veas la piscina.

—¿Tienes una maldita piscina?— Harry siseó cuando entraron al salón.

—Vaya, vaya, idioma por favor. Hay damas presentes.

Blaise sonrió mientras su madre bajaba las escaleras hacia ellos. Claramente se había preparado para su invitado. Sus joyas reales estaban pegadas a su cabello oscuro y alrededor de su esbelto cuello.

—Blaise, mi querida amati, bienvenido a casa—Ella lo abrazó cálidamente y besó ambas mejillas. —¿Confío en que tu año haya sido bueno?

—Sí, madre, Hogwarts fue tan maravilloso como me dijiste que sería.

Gracias a Harry, pensó. Blaise estaba seguro de que habría sido terriblemente aburrido si no hubieran sido compañeros de clase.

—Eccellente— le dio unas palmaditas en la mejilla con cariño antes de volverse hacia Harry.

—¡Y este debe ser el Harry Potter del que tanto he oído hablar!

Ella se acercó a él, muy lenta y obviamente mostrando su intención, y para sorpresa de Blaise, Harry le permitió besar ambas mejillas ligeramente.

Blaise nunca había visto a Potter permitir que nadie lo tocara, aparte de Susan Bones, e incluso ella no podía hacerlo sin un estremecimiento o una mirada furiosa del chico más joven.

—Gracias por invitarme— dijo Harry suavemente.

—Por supuesto querida, eres una aliada de los Zabini, ¿no?—Ella le sonrió gentilmente a Harry y le dio unas palmaditas en la mejilla. “Siempre eres un invitado bienvenido mientras estemos unidos, Harry Potter. Casa mia è casa tua, mi casa es tu casa.

Blaise casi se rió en voz alta ante la mirada de asombro que tenía Harry.

Sabía que su madre lo amaría.

***Intercambio de punto de vista***

Juliana Zabini no era una mujer que se impresionara fácilmente.

Tenía siete maridos fallecidos que podían dar fe del hecho.

Pero Harry Potter fue una maravilla.

Se comportaba con la cautela de un soldado curtido en la batalla, con cicatrices faciales gratuitas para solidificar la imagen. Al contrario de su físico, hablaba con suavidad y parecía comunicar la mayor parte de su comunicación a través de sus encantadores ojos esmeralda.

Juliana podía sentir el poder emanando del delicado chico. Poder que él manipulaba y usaba fácilmente, al parecer. Su Blaise le había escrito muchas cartas destacando las muchas cualidades de Harry Potter y sus lecciones sobre el respeto al poder que enseñó a otros estudiantes.

Sectumsempra // parte 2 de Harry Potter y Siete Años de Caos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora