❝ ...Quiero terminar con Min. Es tan caprichoso, ¿Acaso no madurará nunca? ❞
Donde Jeon, un chico atlético y el más seguido de la universidad, quiere terminar con su novio porque es 𝘥𝘦𝘮𝘢𝘴𝘪𝘢𝘥𝘰 infantil para alguien como él.
!¡ Yoongi bottom...
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Ni siquiera había podido dormir, ¿Cómo era posible que él fuera así?, ¿También había planeado todo lo de antes? Ni siquiera podía dudar de quien siempre lo apoyo.
Pero muy en el fondo conocía los sentimientos que él tenía, conocía las miradas que le daba y sabía muy bien que era un chico listo y demasiado cauteloso con cada uno de sus movimientos. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
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¿Cómo debía actuar?, ¿Cómo debía reaccionar ante algo así? Aún peor. ¿Cómo se le ocurrió que eso ayudaría en algo por su relación?
Ahí estaba YoonGi, justo frente a una gran pancarta donde pedía que volviera con Jeon, no solo eso, había una foto de su primer mes, en donde ambos posaban dándose un pequeño beso en la mejilla de cada uno. Incómodo. Tomó su móvil con un pequeño tic en el ojo, estaba cansado de todo lo que estaba pasando, estaba cansado de lidiar con estos nuevos ataques de pánico y ansiedad causados por una sola persona, aunque ahora dudaba si realmente una sola había hecho todo.
Caminó por el largo pasillo soportando las miradas y los rumores hasta que llegó a Jeon, quien tenía el ramo de flores más grande que alguna vez alguien le dió, tenía tantas que el golpe de aromas lo mareó un poco. Su mirada parecía estar perdida. Sin vida. Sin embargo, lo que más llamó la atención es que estaba hablando de una manera rara, no dejaba de disculparse y de decir que estaba equivocado.
Pero todos saben que un "machito" no dice esas cosas a la ligera y menos en público.
Rápidamente lo tomó de la manga de su chaqueta de cuero y lo llevó hasta el lugar en donde jamás los encontrarían ni los buscarían, era un pequeño salón vacío que antes funcionaba como bodega de los materiales para algunos de los talleres, sin embargo, cuando el plantel sufrió una baja del presupuesto dado por el gobierno todo eso se esfumó y solo quedó como un tapiz mal puesto escondiendo la puerta.
Se sentaron, se miraron a los ojos por unos segundos que parecieron eternos y, como si de una conexión se tratara, suspiraron al mismo tiempo justo cuando desviaron la mirada del otro. Irónico.
— ¿Ya me has perdonado?, he visto que Jimin es quien te ayudó... él me lo dijo y nos hemos reconciliado... — su voz pareció un murmullo, las palabras se escuchaban un poco arrastradas. — he sufrido mucho desde que te alejaste completamente de mi...
Se quedó en silencio, no lo volvió a mirar, después levantó la cabeza cuando una pequeña cosa se apareció en su mente. — ¿Jimin?
