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MARTA

Cuando llegamos a la casa que era de sus padres él gritó: "Mira, ahí viene Celia".

La misma sonrisa de antes volvió a aparecer en el rostro de Laureano, y mire hacía la persona que el señalaba. Al ver a esa persona se me secó la boca. No tenía nada de parecido a Laureano, ella tenía piernas largas y delgadas, cintura bonita y unos lindos pechos. No podía apartar los ojos de ella mientras veía como se llevaba su mano a su pelo, en ese momento tenía una coleta y se la estaba soltando, también sacudía un poco su cabeza. 

Por un momento olvidé dónde estábamos y sentí que estaba viendo una película delante de mí, parecía que estaba viendo una escena en cámara lenta. Estaba embobada mientras esos bonitos ojos se centraban en los míos y una sonrisa muy linda se extendía en su rostro. Esto definitivamente no era una película. Celia es la hermana pequeña de Laureano y yo la miro como si quisiera devorarla, pero bueno, yo si quiero hacerlo.

Me obligué a apartar mi mirada de Celia y dirigirla a Laureano,  de repente la cara de Laureano cambió por completo. "Idiota, por qué no me dijiste que tenías una hermana"

Laureano rió, "sabía qué mi hermana era totalmente guapa, y que se te iba a caer la baba, pero, por favor, siento decirte que es 20 años menor que tú y aparte es heterosexual".

Me burlé de sus palabras, "sabes que no me gustan las menores y menos que sean heterosexuales".

"¿Desde cuándo?, me decía Laureano mientras levantaba una ceja.

El momento se interrumpió cuando su hermana se atragantó con algo.

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"Sabes que te extrañé mucho" Decía Laureano mientras terminaban de darse un pequeño abrazo.

Luego de su pequeña plática de ellos, Celia mira a su hermano y después a mí. "Laureano y yo estamos siendo un poco groseros, tú debes de ser Marta. Soy la hermana de Laureano, Celia. Un gusto poder conocerte al fin".

Antes de poder responder vino hacia mí y me dió un beso en la mejilla. Mi cara debió ponerse roja porque después de eso, ella bajó el rostro un poco avergonzada. "Perdona si soy un poco brusca, es que llevamos ya rato escuchando de tí que estoy muy emocionada de conocerte al fin".

"No te preocupes. Supongo que no estoy acostumbrada a que un Molina sea tan cariñoso" Le guiñe un ojo.

La sonrisa de Celia se amplió que hasta parecía que ya era fingida, "oíste eso Laureano, tu novia piensa  que no eres tan cariñoso" 

Laureano sólo rió y me tomó de la mano, "Ohh, sólo está bromeando, mi novia sabe que yo si soy todo un cariñoso, ¿verdad, amor?".

"Es una broma, es mi gran hombre, ¿no es así, bebé?", bromeé, intentando imitar a las chicas heterosexuales que había conocido.

Mientras Laureano sacaba nuestro equipaje yo me agaché y me dí cuenta que Celia me estaba mirando. Genial, pensé, tal vez estaba analizando si era lo suficientemente buena para su hermano.

"¿Vamos a conocer a Piedad?". Me preguntaba Laureano.

Yo sonreí, "por supuesto, cariño, sólo deja que te ayude a llevar las maletas".

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Entramos a su casa y dejamos las maletas por la puerta, Laureano tomo mi mano y se inclinó a darme un beso en la mejilla. En ese momento, una mujer de masomenos nuestra edad entró al pasillo y me saludó. "Es un placer conocerte, querida, pensamos que esto nunca iba a pasar".

"Por supuesto, lo siento mucho si hemos tardado tanto".

"Es bueno escuchar eso, aunque aún no me agrada la idea de que duermen juntos sin que aún no estén comprometidos". Me decía Piedad, la hermana de Laureano.

"¡Oh, Piedad, no debes de preocuparte por eso, la idea de compartir cama con tu hermano me da asco. Vivimos juntos pero cada uno tiene su lugar".

La cara de Piedad se iluminó, "tengo que pedirte disculpas, te juzgué mal, pensé que iba a haber una pelea porque te iba a decir que vas a compartir habitación con Celia". Me aclaró. "Esto es porque nuestra casa es muy pequeña y entras perfecto con Celia".

¿Celia? ¿La chica atractiva que acabo de conocer? ¿La hermana pequeña de Laureano? Joder, esto va a ser más difícil de lo que imaginé.

"¿Qué?", Laureano y yo respondimos al unisono.

"Si, ¿Qué?" Decía Celia.

Miré a Celia pensé que se iba a volver menos atractiva desde que la vi por última vez hace unos 5 min.

"No quiero molestar", respondí.

Piedad rió, "eso es una tontería, Marta, no voy a dejar que mi invitada duerma en el sofá, aparte, Celia estaría encantada de compartir habitación contigo".

"Así es" decía Celia.

"Yo podría dormir en el sofá " decía Laureano.

"Tú tampoco seas tonto, nadie va a dormir en el sofá". Decía Piedad.

"Tienes razón, hermana" Celia intervino.

"Bueno, Celia, acompaña a Marta a la habitación y tú, Laureano, llévale sus maletas, se caballeroso".

MENOS DE TÍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora