MENOS DE TÍ

4

Marta

Celia y yo entramos a la habitación y empezó la interrogación.

"Entonces, ¿Cuánto tiempo llevas con Laureano"

Me espanté un poco, Laureano y yo no quedamos en una historia para contar, dije lo primero que se me vino a la mente, "Lo conocí en la universidad, fuimos grandes amigos durante un tiempo y ya después empezamos a salir"

Celia me dió una sonrisa muy linda, no puedo dejar de pensar en ella.

Salimos a cenar, Piedad me contó todo de ella, Celia estuvo un poco callada.

Después estuve platicando todo el rato con Laureano, su hermana piedad nos chuleaba mucho, decía que éramos la pareja perfecta y que se nota mucha química en nosotros. Y que está muy agradecida de por fin conocer a la persona que hará feliz a Laureano el resto de sus días.

Un poco más tarde me despedí de ellos y me dirigí a la habitación donde voy a compartir con Celia.

Celia

No lo podía creer, la novia de Laureano era preciosa. Él lo tenía todo, un lugar perfecto, en una ciudad perfecta y obviamente, la novia perfecta. No sé por qué no lo pensé antes.

Yo pensaba que mi hermano se estaba creando una relación falsa.

Desde pequeña he tenido una tendencia mayor hacias las chicas, lo fui descubriendo poco a poco, sentía una mayor atracción por ellas que por un chico. Nunca he probado nada con una chica, pero me intriga.  Ahora me intriga Marta, tan divina que es.

Lo único que sé es que no tengo ninguna oportunidad con ella, primero porque soy mujer, segundo es porque Laureano es mejor que yo en muchos sentidos. Ahora él seguro va a casarse con ella y tendrán muchos bebés.

En fin, no es culpa de Laureano ser heterosexual.

Después de unos minutos me metí a la habitación y me dí cuenta de que Marta había hecho una cama con las mantas y con almohadas en el piso. Me acerqué a ella, ella estaba muy metida viendo el celular. Mi corazón no dejaba de latir tan rápido viéndola con una camisa de tirantes y un pequeño short.

"Marta, por favor, no voy a dejar que duermas en el piso".

"Hey, Celia, estoy bien, no te preocupes. Te voy a ser sincera, no me gusta compartir la cama con nadie, me gusta mi propio espacio. Aparte esta es tu habitación".

"Ahora que recuerdo, tengo un pequeño colchón inflable en el clóset, deja te lo doy"

----

Nos fuimos a dormir, cada quien en su respectivo lugar.