Marta
¿Revelar mi secreto mantener el de Laureano? Esta pregunta seguía rondando por mi mente.
Nos encontrábamos en una fiesta del pueblo. Celia apenas y me vió desde lo que pasó en el golf, eso me está matando. Y la ropa que tiene ahora también me está matando. Su pantalón ajustado y su camisa con tirantes me está matando.
"Creo que voy a volver a la casa, me estoy sintiendo mal".
Piedad le dijo a Celia que no sea payasa y que me acompañe a la casa.
"Claro, hermana, será un placer". Murmuró Celia un poco enojada.
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Pedimos prestado un carro y Celia lo manejaba."¿Por qué haces esto?" Preguntaba Celia.
"¿Hacer qué?" Pregunté, fingiendo inocencia.
"Coquetear conmigo. Me miras como si quisieras comerme ahora mismo. Eres heterosexual y estás saliendo con mi hermano".
Ya no podía seguir con esto.
No podía mentir más.
Esto me está matando.
"No soy heterosexual. Pensé que lo descubriste la noche que te besé".
Celia sacudió su cabeza con incredulidad. "Vale, seguro eres bisexual. Pero estás saliendo con mi hermano, eso no cambia nada".
Sacudí la cabeza y decidí contar la verdad. "Soy lesbiana, Celia. Nunca he estado con un chico. He estado fuera del clóset por mucho tiempo".
"Esto no puede ser. Estoy confundida... ¿Cómo está eso de mi hermano y tú?".
"Por Dios, Celia. Todo esto con Laureano es sólo una farsa".
"Falso, ¿Cómo que falso?. Laureano lleva años hablando sobre tí".
"Por favor, Celia. No me hagas decírtelo. Sólo te puedo decir que Laureano tienen una gran cosa en común".
"Entonces lo que estás diciendo es..."
Por favor, no me hagas confirmar que Laureano es gay.
Para mí sorpresa la mano de Celia se posó en mi pierna y comenzó a subir lentamente. "Lo que estás diciendo es que podría besarte ahora mismo y no habría ningún problema".
"Lo que estoy diciendo es que me beses ahora mismo".
Celia se congeló cuando nuestros ojos se encontraron. El deseo que veía en sus ojos me estaba matando.
Cuando finalmente habló, su voz salió en un gemido. "Ugh, yo sólo...Dios, Marta".
Con eso, sus uñas se clavaron en mi pierna y se abalanzó hacía mí para estrellar sus labios contra los míos. No había nada de tranquilidad en ese beso. Toda la tensión sexual que se había acumulado en nuestro último beso se liberó cuando nuestras lenguas de encontraron.
Apenas podía respirar, pero no me importaba. Necesitaba esto. Lo necesitaba ahora. Al parecer, Celia necesitaba lo mismo porque tampoco se separaba de mí. De alguna manera se subió a mi asiento para quedar a horcajadas sobre mí. Me pasó las manos por el pelo, agarrándolo con fuerza, sólo retiro sus labios para poder besar mi cuello."Celia, por favor". Le rogué. Ni siquiera estaba segura de lo que estaba pidiendo.
Celia pasó sus manos por mis costados, las subía poco a poco hacía mis pechos. Comenzó a apretar sus caderas contra las mías. Estaba tan caliente que empecé a ver colores a través de mis ojos cerrados. Colores rojos y azules intensos pasaron por mis ojos, esto hizo que una sirena empezara a sonar. Por Dios, todo esto parecía tan real.
"Mierda, Celia, la policía".
Tan rápido como se había subido a mí, se bajó igual.
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Celia abrió la ventana para hablarle al policía.
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Después de que el policía se retiró, Celia volvió a posar su mano en mi pierna.
Respiré. Apenas podía concentrarme. Creí que iba a estallar cuando la mano de Celia subió más por mi pierna. Cuando llegó a la parte inferior de mis pantalones cortos, dejó que su mano se deslizara por debajo, acercándola peligrosamente a mi centro, momento en el que bajé mi mano para detenerla.
Celia me miró, un poco confundida por mi acción. "Escucha, estoy muy caliente ahora mismo. Probablemente muy caliente, más de lo que he estado en cualquier momento. Si tu mano sube más, voy a perder el control. Y no quiero que lo hagamos en el asiento de atrás. Al menos no en nuestra primera vez juntas".
Los ojos de Celia se abrieron de par en par con mi confesión. Una pequeña sonrisa jugó en sus labios.
"¿Primera vez?, ¿Significa que habrá más veces juntas?"."Significa que tenemos muchas cosas que hablar. Pero ahora no quiero hablar".
Con esas palabras, Celia retiró la mano de mi pierna. Puso el coche en marcha. "Tienes razón. Yo tampoco quiero hablar".
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MENOS DE TÍ
RomanceNo sé cuánto tiempo más tendré que seguir en esta farsa, te necesito. Marcelia AU