don't leave me like this | luke patterson

tres fantasmas lindos

Huir: la solución favorita del hombre. Huir es lo que la mayoría de nosotros hacemos en situaciones de peligro, excepto si eres Harry Potter y eres el elegido, lamentablemente, yo no era Harry Potter y tres chicos habían aparecido en mi casa, no había otra solución, solo podía salir corriendo del garaje. Y eso es lo que hice.

¿Cobarde? ¿Yo? Pues claro que si, creo que hasta orgullosa de serlo.

Huí hasta llegar a la puerta de la casa...Gracias a Dios mi papá y Carlos habían llegado del partido.

- Paaaaa! - Grité hasta llegar a abrazarlo como una niña pequeña.

- Oye! Tranquila, parece que viste un fantasma o algo así...- dijo entre risas mientras trataba de calmarme.

- Pues eso si pasó! Hay fantasmas en el garaje! - dije fuertemente mientras temblaba. Ví que una sonrisa apareció en el rostro de mi hermano.

- Genial! Tienes que presentármelos - dijo Carlos muy entusiasmado por el tema de los fantasmas, claramente él no había presenciado la repentina aparición de tres chicos.

- No es genial! ¿Cómo va a ser genial? No es genial ver fantasmas, aparecen de la nada, sabes? - dije algo irritada para luego entrar a casa y subir corriendo a mi habitación. Flynn tenía que saber de esto, tenía que saber de los chicos lindos en mi garaje.

Entré a mi habitación y me tiré a mi cama, saque mi celular y simplemente le escribí a Flynn: 911! 911!. Empecé a sobre pensar, como siempre ¿Qué diría Flynn? ¿Pensaría que estoy loca? No podía contarle lo de los chicos, pensaría que tengo un problema cerebral, mi papá se enteraría y entraría al psicólogo de nuevo. Eso no lo iba a permitir. Además, después de mucho tiempo me gustaría probarme a mi misma que no soy loca o cobarde.

Mi padre entró a mi habitación, lo que hizo que me sobresaltara, pude ver algo de preocupación en sus ojos, pero también algo de gracia, seamos honestos ¿Quién iba a creerme?.

- Hija...- dijo sonriendo mientras se acercaba a mí.

- Pa...¿No me crees, verdad? - la expresión de mi papá cambio a una más seria, se sentó en un pequeño sillón que tengo en mi habitación.

- Oye, veo a tu mamá cada día de mi vida, es algo normal, es una forma de recordarla...- me miró con una sonrisa para tratar de calmarme - No te preocupes.

- Es que, te prometo que vi a alguien en el garaje  y no era mi mamá...olvídalo, seguro era solo mi imaginación. - dije antes de darle un abrazo para que no se preocupe más por mi. Luego salió de mi habitación para preparar la cena. 

A pesar de que le dije a mi papá que era mi imaginación, una parte de mí sabía que eso no era cierto. Salí de mi habitación con una pequeña cruz en las manos, bajé hasta la puerta y salí de la casa. Caminé hasta el garaje con la esperanza de no encontrar a esos tres chicos.

- Hola?!...hay alguien aquí?! - dije mientras caminaba por el garaje, alerta en caso de que ocurra algo raro - No les tengo miedo! No estoy loca!

- Todos estamos algo locos, sabes? - dijo un chico con cabello castaños entre risas. Volteé y me encontré con los tres chicos y un gran grito salió de mi boca.

- Ay, no grites por favor... -dijo el rubio tapándose los oídos.

- ¿Qué están haciendo aquí? ¿Qué hacen en el estudio de mi mamá? -  los tres chicos me miraron extrañados y el castaño se acercó un poco.

- ¿El estudio de tu mamá? Este es nuestro estudio...- el castaño comenzó a caminar por el lugar - Este piano es nuevo y .....oh dios! Mi sofá! - se tiró al sofá y vio detalladamente el lugar - Pero estas definitivamente no son mis cosas...- se levantó y caminó hacía los otros dos chicos - Dame un segundo, si? - Los tres chicos me dieron la espalda y comenzaron a murmurar, pude escuchar solo unas cuantas palabras: bruja, fantasmas y tacto. Luego el chico rubio se acercó a mí.