Afinidades Secretas: El Destino de Dos Corazones

20. 𝓤𝓷 𝓝𝓾𝓮𝓿𝓸 𝓒𝓪𝓶𝓲𝓷𝓸.

🅵🅸🅽🅰🅻 🅰🅻🆃🅴🆁🅽🅰🆃🅸🆅🅾

Harry se despertó abruptamente en su apartamento, el corazón latiendo con fuerza debido a la pesadilla que lo había atormentado. Buscó a Draco con urgencia, pero no lo encontró en la habitación. La ansiedad se apoderó de él hasta que escuchó la puerta abrirse, revelando la figura tranquilizadora de Draco con una bolsa de comestibles.

—Draco —murmuró Harry, abrazándolo con fuerza—. Soñé que morías.

Draco acarició suavemente la espalda de Harry, intentando calmar sus miedos.

—Estoy bien, Harry. Aquí, a salvo a tu lado.

El alivio llenó a Harry, pero también una necesidad intensa de expresar lo que había guardado. Se separó de Draco y lo miró a los ojos.

—Desde el Ministerio, he querido decirte tantas cosas, Draco. No deberíamos ocultar lo que sentimos.

Draco asintió con comprensión, sus ojos fijos en Harry mientras las palabras fluyeron con sinceridad. Los diálogos resonaban con la autenticidad que ambos habían evitado durante mucho tiempo.

—Siempre me has importado, más de lo que admitía. Estaba asustado, pero ya no quiero estarlo —confesó Harry, su voz llena de determinación—. Quiero amarte, Draco.

El rubio sonrió, sintiendo que sus corazones finalmente se alineaban.

—Y yo a ti, Harry. Más de lo que podrías imaginar.

La tensión acumulada entre ellos se disolvió en un beso apasionado, un intercambio de emociones reprimidas. Cada encuentro de labios llevaba consigo el peso de los años que habían pasado desafiando la adversidad.

Cuando se separaron, el resplandor del amanecer iluminaba la habitación. Harry y Draco compartieron una mirada cargada de significado.

—Te amo, Draco —declaró Harry, las palabras finalmente libres.

Draco acarició la mejilla de Harry con ternura.

—Y yo a ti, Harry. Más allá de cualquier obstáculo.

Así, en la luz de un nuevo día, Harry y Draco se embarcaron en un capítulo nuevo, dejando atrás los miedos y las sombras para abrazar la realidad de un amor que había perdurado a pesar de todo.

Ese día, la verdad sobre Lucius Malfoy salió a la luz cuando fue detenido por intentar matar a su propio hijo con una maldición asesina. Draco, a pesar de la gravedad del acto, se sintió dividido por una mezcla de compasión y repudio hacia su padre.

Mientras Lucius era llevado por los aurores, Draco se refugió en su madre, Narcissa, quien lo abrazó con fuerza. La mujer expresó su apoyo incondicional a Draco, alentándolo a mirar hacia el futuro.

—Hijo, no puedes llevar el peso de las acciones de tu padre. Ahora, más que nunca, debes centrarte en construir tu propia vida —aconsejó Narcissa.

Draco asintió, sintiéndose agradecido por la comprensión y el apoyo de su madre. Sin embargo, el proceso legal sería largo y doloroso, y Draco sabía que enfrentaría desafíos.

Con Harry a su lado, Draco encontró la fortaleza necesaria para superar los obstáculos. Ambos compartieron el consuelo y la determinación de construir un futuro juntos, lejos de las sombras del pasado.

—No estás solo, Draco. Estamos juntos en esto, enfrentando cada desafío —aseguró Harry, sosteniendo la mano de su amado.

Así, Draco se dio cuenta de que, aunque su relación con su padre era complicada, tenía una familia elegida y un amor genuino a su lado. La detención de Lucius marcó el comienzo de una nueva etapa para Draco y Harry, enfrentando el futuro con valentía y el compromiso de construir una vida plena y llena de amor.