Afinidades Secretas: El Destino de Dos Corazones

9. 𝓒𝓸𝓷𝓼𝓽𝓮𝓵𝓪𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼 𝓭𝓮 𝓐𝓶𝓸𝓻.

*𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐮𝐧𝐚 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫 𝐞𝐱𝐩𝐞𝐫𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐦𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐩𝐨𝐧𝐞𝐫 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐧𝐜𝐢ó𝐧*

Harry salió de la biblioteca, solo para encontrarse con Draco esperándolo en la puerta. El chico miró a su alrededor con sorpresa, no había notado cuando Draco salió. Cuando el rubio se acercó, Harry lo miró con una mezcla de curiosidad y desconfianza. Draco mostró su anillo con la gema, y sus ojos brillaron con anticipación.

—¿Qué? ¿Qué quieres? —preguntó Harry, observando los ojos de Draco y su anillo con recelo.

—¿Tienes tu "Gema de Afinidad"? Intentémoslo de nuevo. No pude verlo bien antes —comentó Draco con una sonrisa encantadora.

Harry lo miró un momento antes de seguir caminando, ignorando a Draco. Pero el rubio no se rindió y lo siguió de cerca, manteniendo su sonrisa.

Harry finalmente se detuvo en la Sala de Estudio, y Draco se sentó a su lado. La persistencia de Draco parecía no tener límites.

—¿Por qué no me enseñas? Saca tu "Gema de Afinidad" —le pidió Draco, mirándolo con una expresión juguetona.

Harry suspiró y se alejó un poco de él. Draco dejó caer un puchero que casi hizo reír a Harry.

—¿Cuándo vas a sacar tu "Gema de Afinidad"? —preguntó de nuevo el rubio.

Harry suspiró nuevamente y se apartó de Draco. El pelinegro parecía decidido a ignorar las insinuaciones del rubio, centrando su atención en sus apuntes.

Pasaron las horas, y la sala se fue quedando vacía a medida que los estudiantes terminaban su estudio y se retiraban. Harry seguía concentrado en sus apuntes, mientras Draco, sin nada mejor que hacer, jugueteaba con su anillo.

Finalmente, Draco se aburrió de esperar y decidió tomar medidas por sí mismo. Con la sala prácticamente vacía, solo faltaban ellos dos para salir. La sala estaba tranquila, solo interrumpida por el susurro de las páginas de los libros y el ocasional tintineo de una pluma mágica.

Harry había estado revisando sus apuntes durante todo el tiempo, tratando de entender una poción complicada. Mientras tanto, Draco hojeara un antiguo libro de encantamientos, completamente absorto en los detalles de un hechizo.

Finalmente, Harry sacó su collar de su bolsillo y decidió ponérselo para que no le molestara al estudiar. Sin previo aviso, un suave zumbido llenó la sala. Harry y Draco intercambiaron miradas sorprendidas antes de mirar sus gemas, de donde provenía el sonido. Sus "Gemas de Afinidad" brillaban intensamente, y un tono mágico resonaba en el aire, señalando la presencia de alguien que sentía una profunda afinidad romántica por ambos.

Draco y Harry se miraron con asombro, sus ojos reflejando una mezcla de sorpresa y emoción. Sus "Gemas de Afinidad" se comunicaban, vibrando al unísono. Era un momento mágico y único, que no podían ignorar.

En ese instante, el mundo se desvaneció a su alrededor, y sus miradas se encontraron. Sin necesidad de palabras, entendieron lo que eso significaba: no solo se gustaban, sino que había una profunda conexión entre ellos, una afinidad que iba más allá de lo que habían imaginado.

El corazón de Harry y Draco latió con fuerza mientras ambos se miraban con significado, una mirada llena de algo que no se podría describir con palabras. Draco sacó su varita y vio cómo aparecía una imagen de Harry, su varita indicaba claramente a quién amaba. Luego, Draco sacó una cámara mágica y tomó una foto de Harry, quien estaba desprevenido y solo lo miró cuando sintió el flash sobre él.

—Eres bonito —admitió Draco con orgullo mientras observaba la imagen, y luego se puso más serio y miró a Harry a los ojos—. Harry, ¿me permitirías ser el guardián de tu corazón? ¿Quieres ser mi compañero, mi amor, y caminar juntos en este nuevo capítulo de nuestras vidas?