Fiesta en el yate

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Narra Gael;

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Narra Gael;

19:35  a.m

Por fin había llegado el gran día de estrenar mi nuevo yate, esperaba que Lara viniese para así comenzar el siguiente paso de mi plan, pedirle salir.  —A quien estás esperando?— preguntó Charlotte impaciente. —Estoy esperando a Lara y a Elena.— todos se asombraron al oírme decir eso. —Tu?— ironizó Simón.  Asentí con una sonrisa arrogante. — Si porque no?— —espero que esto sea una broma Gael.— habló Esmeralda.

—y yo que pensaba que las odiabas.— se acercó león dándome un golpe leve en mi hombro... y si las odiaba. No pensé que vendrían por todo lo que había sucedido ayer pero allí estaban caminando hacia nosotros, una pequeña sonrisa victoriosa se dibujó en mi rostro. Poco a poco estaba logrando lo que yo quería. —Ahí vienen.— dijo la pelirroja mirándolas mal.

Los demás se subieron al yate menos León, Esmeralda y yo. —León necesitó que me ayudes subirme , llevo tacones.— el la ignoro admirando la belleza de su "obsesión". —Vamos.—  esperaba que le extinguiese la mano a su futura esposa pero en vez de eso se la extinguió a una simple camarera y está ni le hizo caso, paso de  él.  Quedábamos solo Lara  y yo. —Sube, no tengas miedo.— le sonreí arrogante poniendo mis dos manos en mis caderas.

Esta se subió pero hubo un pequeño problema... su pie resbaló y...tuve que ser su príncipe si, yo.  Mis dos manos  envolvieron su cintura atrayéndola hacia mi, ella se puso bastante nerviosa, yo solo me dediqué a sonreírle y a guiñarle el ojo. — Te salve Lary.—  es entonces cuando la cague, al llamarla por ese apodo, esta se soltó de mi agarre caminando hacia donde estaban los demás. Ni siquiera un gracias me dijo, que maleducada.

El yate se puso en marcha enseguida, mis amigos ya estaban bebiendo y hablando mientras que de fondo se oía música. Ellas dos, Lara y Elena estaban apartadas a un lado, como se ve que nunca han asistido a una fiesta.  Solo me despiste un poco y Simón ya estaba charlando y riendo con Lara. ¿De que se estaban riendo? —Contarme a mi también el chiste.— hice una risa falsa mientras que Simón hizo una mueca al verme.

—No tienes otra cosa mejor que hacer?— — La cosa más interesante de aquí es Lara.— el se molesto enseguida pero no dijo nada.  —Para que habéis venido para ser de nuevo nuestras sirvientas?— pregunto Marina en un tono de voz burlón, Esmeralda y ella se miraron riéndose.
— Si no nos hubiese invitado Gael no hubiésemos asistido.— por fin habló Elena desde el otro lado.

—Uy, te estás empezando a molestar?— —Esmeralda, ya, para.— La advirtió León.  La cosa se calmó un poco, todo iba bien hasta que León se acercó a Elena. —Que bonito es el atardecer.— se puso a su lado mirándola con una sonrisa. Ella asintió con una diminuta sonrisa. — Pensé que me odiabas.— — Solo un poco, un poco mucho.— el se río levemente. —Me odias por ser de clase alta, verdad?— Ella negó. —Si no fuese de clase alta me darías una oportunidad de ser tu amigo verdad?—

Elena no le echo mucha cuenta, intento irse de ahí pero mi gran amigo se lo impidió agarrándola del brazo. — Lo siento, estoy yendo muy rápido.—  la chica le sonrió yéndose pero lo bueno estaba por empezar. La rubia en pocas palabras Esmeralda se interpuso en su camino con mi queridísima Charlotte. —Where are you going useless?— —Jugemos un poco Charlotte.— las dos se miraron mutuamente como si lo hubiesen planeado antes.

Esmeralda no se lo pensó dos veces le rompió la parte de arriba del vestido solo un poco y Charlotte la parte de abajo muy poco, todo era un show gratis, quería reírme pero no podía hacerlo si no Lara sospecharía. —Uy , perdón, se me resbaló la mano.— Erick manchó un poco su vestido de Whisky. León  empujó a Erick molestamente, a este no le agradó, así que quiso darle un puñetazo pero Esmeralda no lo dejó. Lo agarró del brazo calmándolo.

Estos dos se miraban con mucha tensión. León se quitó su camisa poniéndosela a Elena. —Gracias.— susurró ella.  —Trajo hasta a la amante.—  dijo la pelirroja con rizos. — Tu cállate, no te metas en donde no estás entrometida.— humilló a Marina llevándose de la mano a Elena un poco más lejos de la escenita. Me levanté aburrido yendo hacia Lara. —Te gusta por ahora el paseo en Yate?—  pregunté esperando un si de su parte pero en cambio me lleve una gran decepción.

—No, me quiero ir cuanto antes.—  y lo que faltaba que viniera Simón. —No ves que la estás molestando, no te soporta entiéndelo.—  — Y crees que va a soportar a un payaso como tú?— — Chicos, parad.— paré pero no porque me lo dijo ella fue porque quise yo. —Lara dame solo una oportunidad para demostrarte que no soy lo que aparento.— —Eres peor de lo que aparentas.— habló el chico de ojos verdes en un tono de voz un poco celoso.

—Se que varias veces la he cagado pero quiero cambiar... por ti.— me subí al sofá aclarando mi voz. —Atención, todos escucharme!— los demás dejaron de hacer lo que estaban haciendo para echarme cuenta, Erick apagó la música.  —Lara, no pensé que terminarías por gustarme pero quiero que sepas que me estoy enamorando de ti poco a poco.— todos se me quedaron viendo sorprendidos. —Se que te trate mal pero vamos a empezar de cero estando en una relación.

Se formó un gran silencio alrededor nuestra. Me bajé del sofá sacando de mi bolsillo un colgante que costaba más que su casa, se quería regalar a Charlotte pero preferí dárselo a ella para así ir más rápido con mi plan. Se lo puse en el cuello actuando demasiado bien. — Dejarías que yo sea tu novio?—  Ella se me quedo mirando durante unos segundos, parecía indecisa. Los nervios me estaban matando ojalá me diga que si.

—Si.— todos aplaudieron, quería darle un beso pero no me dejó, la muy hija de puta me hizo la cobra.  —Prefiero ir lento.— asentí sonriéndole.  Pude ver de reojo como Simón se marchó de allí triste, seguro que se dirigía a una de las habitaciones.  —Me has decepcionado Gael.— Se me rompió el corazón al oír la voz de mi querida Charlotte, ya luego le explicaría de que va todo esto.  — Espero que duréis.— Esmeralda sonrió como si supiera de que todo esto.

—Felicidades chicos.— nos felicito Ámbar la muda.

Narra León;

No sabía que estaba tramando Gael, me parecía raro que le pidiese salir a la amiga de Elena. ¿Es verdad todo lo que había dicho hace un rato? Noté rápidamente que estaba esperando  a que yo también lo felicitase por su relación que todos sabíamos que no iba a durar. Elena estaba muy confusa. —Felicidades amigo.— levanté una copa sonriendole el hizo lo mismo.

La música volvió a sonar, todos volvieron a sus lugares, y yo ... estaba al lado de la chica que me había robado el corazón desde el primer momento que la vi. Me encontré con sus ojos marrones color café, era una chica muy misteriosa, siempre que la veía me dejaba con una intriga nueva. —Porque eres así?— — Así, como?— parece como si intentases huir de mi siempre que me ves.— hablé mirando el cielo, ya estaba anocheciendo.

—Muy pronto serás un hombre casado.— se giró un poco para mirarme. — Y quieres que no huya de ti?— —porque no pudiste llegar a mi vida un poco más antes?— no tuve ninguna respuesta de su parte. —Justo tuviste que llegar cuando estoy apunto de casarme.—  —olvídate de mi.—  — lo intento.— pensé que lo había pensado pero al parecer lo había dicho. —Somos polos opuestos.— asentí, ella al fin y al cabo tenía razón.

Se quitó mi camisa devolviéndomela. — Es hora de volver a casa.— se fue dejándome pensado en el momento que habíamos tenido hace un rato, debía olvidarla y concentrarme en mi matrimonio con Esmeralda. — a la persona que amas no te hace caso y yo que te doy todo no me prestas ni un poco de tu atención.— Esmeralda se acercó poniendo su cabeza sobre mi hombro, al fin y al cabo era verdad, la chica que me volvía loco no le interesaba y a la que estaba loca por mi no me interesaba. Creo que ya va siendo hora de que empiece a olvidarte, Elena.

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