Narra León;Al día siguiente me desperté con un dolor de cabeza tremendo, Esmeralda estaba de pie mirándome con una mueca y cruzada de brazos. —Me quieres explicar porque anoche tomaste mucho?— —no empieces, no tengo ganas de explicarte.— ella bufo de lado. — Fue por ella, verdad?— me levanté de la cama algo mareado yendo hacia ella.
—Siempre ella y ella, nunca piensas en ti o en mi.— dije en un tono molesto. —Desde que entró en nuestra vida nuestra relación se enfrió.— negué haciendo una risa sarcástica. —nuestra relación siempre fue fría Esmeralda.— la miré fríamente. — Jamás me gustaste.— pude notar que lo último que dije le dolió. —Mentira, me lo dices porque estás molesto.— —No, al contrario ya me tienes harto.—
—Que quieres decir con eso?— suspiré sentándome en la cama. —Lo he pensado y lo mejor es que rompamos.— —No, no y no.— dio unas cuantas vueltas alrededor de la habitación. — no puedes mandar todo a la mierda solo por ella!.— alzó la voz. —Entiende que nuestra relación se acabó desde hace tiempo!— Esmeralda cogió mi teléfono de la mesilla de noche y lo lanzó contra el espejo.
—Eres una maniática!— me levanté yendo hacia ella. —no puedes dejarme.— suplico ella entre lágrimas. —Te has aferrado mucho a mi, no te estás dando cuenta de que te haces daño.— ella negó dejando caer unas cuantas lagrimas por sus mejillas. —Lo siento Esmeralda pero lo mejor es que rompamos.— ella me abrazo empezando a llorar en llantos. —Puedes ir a por ella, pero sabes que? Volverás a mi.— la aleje de mi. —Olvídame y búscate un chico que te haga sentir mejor que yo.—
—Cuando te des cuenta de la clase de persona que es Elena volverás a mi llorando como un perro.— se acercó a mi intentando darme un beso pero la aparte. —Entiende que lo nuestro no tiene futuro.— la dejé sola y fui a tomarme una ducha refrescante. Lo de Esmeralda y yo tenia que acabar ya, a su lado no me sentía bien, me tenía muy controlado... en fin.
[...]
—Como pudiste romper con la mujer más bella después de mi querida Charlotte?— —Gael, no empieces tu también por favor.— tome un sorbo del café amargo. —Mejor hablemos de ti y Lara.— este al oír su nombre hizo una sonrisa arrogante. —Es cierto, siempre se me olvida que salgo con esa indigente.— se burlo jugando con las llaves de su auto. —No deberías ilusionarla tanto, ella es muy ingenua.—
—Lo sé, porque crees que me divierte hacer esto?— —No se.— alce mis hombros. — Simón gusta mucho de ella y quiero hacerle daño con eso.— sonrió mirando a la nada. — No viste como se pone siempre que me ve con ella?— —debes romper con ella inmediatamente.—Gael negó. — Déjame divertirme un poco más.— ladee la cabeza. — Hoy mismo tengo una cita con ella.—
—Gael detente.— —Y si no quiero?— note que no le gusto lo que le dije, de seguro se esperaba que lo apoyase pero yo no soy Erick. —Me largo, tengo que prepararme para mi cita con la cenicienta pobre.— se puso sus gafas de sol marchándose de la cafetería.
Narra Gael;
Me arreglé tanto para al final ir a un picnic, yo tenía pensando llevarla a un restaurante lujoso pero ella no quiso, prefirió traerme aquí y sentarme en el césped donde están todos los gérmenes. —No te gusta?— pregunto Lara sacando de la cesta la comida. — No, me encanta.— fingí una de mis sonrisas falsas mas famosas. —Es que te noto un poco raro.— —Me encuentro perfectamente Lary.— le lance un beso volador.
—Ten, esto lo preparé yo.— hice una mueca de asco pero rápidamente disimulé, ella que se esperaba que yo iba a probar las magdalenas con pepitas de chocolate que hizo? —No, soy alérgico a las magdalenas.— Lara guardo las magdalenas algo triste. —Cuéntame de ti Lary, somos pareja pero apenas sabemos cosas de nosotros.— ella me sonrió para después empezar a hablar... Allá vamos para oír muchas cosas aburridas salir de su boca.
—He dejado mis estudios a una edad muy temprana.— suspiró para después seguir hablando. — no tuve una vida muy fácil, apenas se algo de mi padre y están apunto de quitarnos la casa.— reí un poco pero de inmediato pare. —Perdón Lary no fue mi intención, me reí de algo que me acorde.— ella asintió creyéndome... que ingenua es. —Oye puedo hacerte una pregunta?—
—Adelante.— hablé sinceramente. —Porque te fijaste en mi entre tantas chicas de clase alta que están a tu alrededor?— la pregunta que hizo me sorprendió. En primer lugar ni me había fijado en ella y en segundo lugar tenía que mentirle de una forma... —Me enamoré de ti a primera vista y por eso hice todas esas cosas.— sonreí con arrogancia, como siempre. Ella me miró un poco rara y decidí seguir hablando un poco.
—Para llamar tu atención.— le guiñe el ojo. —Tu no tienes curiosidad porque me fije yo en ti?— — Está claro, soy guapo, alto y tengo mucho dinero.— ella se lo tomó a broma y empezó a reír, no la entiendo ¿que le daba tanto gracia? —No tonto, me fijé en ti porque de una o otra forma me atrajiste a ti como un imán.— iba a responderle pero mi teléfono sonó. Tuve que responder al ver el nombre de mi amada Charlotte.
—Hello Babe.— se pudo escuchar perfectamente, sentí la mirada De Lara sobre mi. —Ocurre algo?— —Vamos a quedar, quiero salir contigo.— no se si eso lo llego a escuchar pero me daba igual, no iba a dejar yo plantada a mi Charlotte por Lara. Me levanté respondiéndole. —Ahora mismo voy para allá.— corte la llamada guardando mi teléfono en mi bolsillo.
—Que sucede Gael?— —Lo siento Lary tengo que reunirme con los chicos, León rompió con Esmeralda.— le mentí en toda su cara. Me agache para darle un beso pero ella giro su rostro en dirección contraria. —Está bien, hablaremos luego.— Creo que no me creyó mucho. — Puedes irte con un taxi, yo no puedo dejarte enfrente de tu casa.— ella asintió empezando a recoger las cosas. —Te veo mañana cariño.— le di un beso rápidamente en su mejilla, Lara se puso roja como un tomate.
Hay que admitir que se vio tierna... pero que digo? Es una pobretona que está llena de gérmenes. Me giré y me marché, Charlotte me estaba esperando.
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Love Destined
Romansa"Los polos opuestos siempre se atraen por más que vayan en dirección contraria "