¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narra Elena;
Estaba por irme a dormir, apagué las luces, me metí en la cama y cerré los ojos hasta que se oye un ruido en la ventana, no le eché importancia, pensé que sería el viento, el ruido volvió a oírse dos veces más asi que me levanté de la cama encendiendo la luz y dirigiéndome hacia la ventana. León... ¿Que hacia a estas altas horas aquí?
—Que quieres?— hablé abriendo la ventana. —Tengo que decirte algo muy importante para mi, Elena.— —Vete, antes de que te vean.— al parecer no me hizo caso. —Elena, me gustas, Esmeralda y yo lo hemos dejado.— —Que?— —Como lo has oído, ella y yo hemos roto.— —No digas tonterías.— estaba por cerrar la ventana pero lo siguiente que dijo me dejó helada.
—No son tonterías, quiero intentar algo contigo.— —Jamás intentaría tener algo contigo, vete a donde perteneces.— cerré la ventana apagando la luz rápidamente. Volvió a tirar otra piedra en la ventana pero lo ignoré. —Quien se cree?— murmure metiéndome en la cama.
10:25 a.m
—Adrián deja en paz a tu hermana!— Mi madre se llevo en brazos a luna, estaba llorando porque mi querido hermano no la dejaba ver dibujos animados en la tele. —Que tenemos para comer, me muero de hambre.— hablo Damián bajando las escaleras. —Preparé tortitas.— hable recogiendo el desorden que había hecho Luna. De repente sonó el timbre. —Quien podría ser a esta hora?— pregunto mi madre intentando calmar a mi hermana.
—Voy a abrir la puerta.— respondí tocando el pomo de la puerta, al abrirla me encontré con Lara y su madre, Tania. Las dos estaban en pijamas y con unas cuantas maletas, en el rostro de Tania solo veía preocupación. —Cuanto lo siento.— le di un abrazo cálido a Lara mientras que su madre entraba. —Buenos días, sentimos molestar pero...— —no molestáis Tania siempre estaréis bienvenidas.— dijo mi madre dejando a luna en el sofá.
—Podéis quedaros aquí el tiempo que sea necesario.— Gracias.— le respondió Tania a mi madre casi llorando. —Intentaremos recuperar vuestra casa, no nos vamos a rendir.— hable animando a Lara, esta sonrió. —Vamos a trabajar duro.— Me puse feliz al escuchar a Lara decir eso . —ir arriba chicas.— asentí empezando a subir las escaleras al lado de mi mejor amiga.
—Gael me llamó ayer en la noche.— no soportaba a ese chico, era el que peor me caía de ese grupo de niños ricos. —Y que te dijo?— —Hoy habrá una fiesta en la playa y pues estamos invitadas.— negué cruzándome de brazos. —No pienso ir de nuevo a sus estupidas fiestas.— —Vamos, acompáñame.— suspiré sentándome a su lado. —Nuestras madres no nos dejarán.— —quien ha dicho que se enterarán?— hizo una sonrisa traviesa.
—Con que iréis a una fiesta sin mi!— abro la puerta de una Damián, Lara y yo lo miramos asombradas. —Chismoso, que haces escuchando conversaciones ajenas?— lo regañe cogiéndolo de la oreja, este se quejó apartándose. —No son tan ajenas, somos familia.— miró un par de segundos a Lara para después volver a hablar. —bueno no me chivo si me dejáis acompañaros.— —No.— abrí la puerta echándolo de la habitación. —Vale , tu lo quisiste.— sonrió como si tramase algo.
