5. Mi primer asalto

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—Te digo, cabrón, sigo sin saber cómo chingados se enteró ese pendejo—mencionó Crowley apoyado en la meseta de la cocina.

Furfur se atragantó con sus chicharrones con salsa ocasionando que le ardiera la nariz.

—Si quieres puedo pedirle a Agnes que te haga una tirada para saber quién fue de chismoso— respondió Ligur.

—Deja que sepa quién fue y le parto su madre por arruinarme el momento.

Furfur tosió tanto que tuvieron que pegarle en la espalda y decirle que "alzara las manos", lo cual funcionó puesto que después de un rato solo le quedó un pequeño ardor en la garganta.

—Están exagerando un poco— terció una vez que pudo respirar nuevamente — El hermano del güero pudo enterarse de cualquier forma... Además, Crowley ¿En serio irías con Agnes? ¡Está loca!

—Te recuerdo que ella predijo que AMLO sería presidente— refutó Ligur indignado.

—Sí, después de tres intentos creo que cualquiera le atina.

—Y también supo que Pedrito Sola diría "Mayonesa McCormick" en vez de "Hellmann's" en televisión nacional.

—¡Es la loca que dice que Jenny Riviera y Juan Gabriel siguen vivos!

—Una vez se subió un wey al Bentley que era idéntico a Juan Gabriel —interrumpió Crowley mirando a la nada—Se sabía la de "Querida" y toda la cosa.

—¡Al menos no dijo que Selena Gómez estaba embarazada! — remató Ligur haciendo que Furfur se limitara a apretar los labios— Por cierto, Crowley, Agnes tiene unos polvos de "amarra lenguas" para que al hermano del güero no se le salga la sopa.

Furfur puso los ojos en blanco y colocó una mano en el hombro de Crowley.

—Él no vale todo esto— mencionó antes de irse a la sala para ver "La rosa de Guadalupe".

—¡Oigan! Adivinen qué— Eric ingresó entusiasmado con Hastur detrás, un poco menos alegre— Hastur dice que estoy listo para mi primer asalto. Será mañana en la ruta de Crowley.

—Yo no dije...

—¿Qué pedo? ¿Qué hacen todos aquí? —Belcebú llegó de la calle, tronándose su espalda. Las sillas del IMSS eran bastante incómodas.

—¿De dónde vienes? —preguntó Crowley con una sonrisa burlona.

Furfur olfateó desde su lugar.

—¿Y por qué hueles a perfume caro?

—¿Caro? — Beelz bufó— Me eché una muestra en el súper, nada más.

Crowley reconoció ese olor, lo había percibido en el microbús y lo había sentido la noche pasada en la feria. Se acercó, pero al ver la hora se dio cuenta de que era momento de verse con su ángel.

Beelz agradeció al infierno por aquello. Nadie más podía saber lo que había pasado.

...

Aziraphale no estaba acostumbrado a vagar por la madrugada y menos en fachas, pero Gabriel no le había dejado opción.

Escuchó un silbido provenir de las sombras.

—Si la belleza fuera pecado, ya estarías en el infierno, papito.

—¡Ay, Crowley, no digas esas cosas! — exclamó sonrojado mientras se persignaba—Ni Dios lo quiera.

—Es un cumplido—se justificó apoyando la cabeza en el hombro de Aziraphale—El de "¿No te dolió cuando te caíste del cielo?" ya está muy gastado y es deprimente.

Pasión de MicrobusesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora