Ambos habían ingresado a palacio fundidos en un abrazo, Apophis no quería soltarla, temía que no volvería a verla de nuevo, pues marcharía a la guerra comandando a sus legiones y no sabía si volvería vivo.
Estaba seguro que se reuniría con su padre en el mundo de los muertos, mientras que por parte de Neferet ya nada tenía sentido para ella, como podía estar tranquila sabiendo que su amado estaba en la guerra, como podía vivir con ello.
Una vez en los aposentos Apophis intentó dirigirse hacia el balcón, más Neferet no se lo permitió, aún seguía aferrada a él con miedo a soltarlo, quiera quedarse así para siempre.
- Por favor - suplicó - no vayas...
Aquellas palabras le partieron el corazón a Apophis, le dolía verla de esa manera, pero no podía hacer nada, no podía quedarse sentado como un cobarde viendo como los babilonios tomaban Alejandría y quizás todo Egipto, no lo permitiría.
- Sabes que no puedo hacer eso - dijo en tono suave - mi deber es proteger a Egipto...y a tí...
Las lágrimas se deslizaron por los ojos de Neferet una vez más, no aguantaba tanto dolor y sufrimiento en su alma, es que acaso no estaba destinada a ser felíz.
- Si te quedas aquí conmigo - lo miró - podremos ser felices, tener nuestra familia..amarnos - hizo una pausa - pero si te vas..nunca volverás y yo jamás te volveré a ver....
Apophis estrechó con fuerza el cuerpo de mujer en sus brazos, el llanto se hizo más notorio en Neferet, no podía ocultar tanto sufrimiento, con sus manos se aferró al cuerpo de Apophis con miedo, a qué si lo soltaba él se alejaría de ella para siempre.
- Yo volveré a ti - besó su frente - es que acaso no confías en mí?
- Por supuesto que confío en ti - lo miró - en quien no confío es en el destino...en este cruel destino.
Él se fue acercando a ella uniendo sus labios en un beso, en el cual expresaban sus sentimientos y pasiones, no hacía falta hablar para entenderse a través de ese beso, como si estrellas colisionaran entre ellas creando fugaces destellos, así lo sentían ellos.
Se separaron lentamente quedando con sus frentes juntas, ninguno quería separarse del otro por temor.
- Quiero enseñarte algo - susurró - ven conmigo...
Beso sus labios por última vez justo después para tirar de su mano comenzando a caminar, pasaron por todos los corredores llegando una vez más al patio principal en dónde los esperaba el corcel del faraón.
Con delicadeza la ayudó a montarse en el lomo del caballo para después subir él sujetando las riendas, incitando al caballo a trotar.
El viento le golpeaba en el rostro y por primera vez una pequeña sonrisa se formó en su rostro, la noche había caído en Alejandría y ya no se podía apreciar a ese tumulto de personas por las calles, la mayoría estabas resguardadas en el interior de sus casas donde estaban protegidos, solo se hallaban en las calles aquellos hombres en busca del placer de una mujer.
El caballo cada vez iba más rápido aproximándose a su destino, los ojos de Neferet se abrieron como platos cuando se impuso ante ella un magnífico palacio cerca de las aguas de Alejandría, varias antorchas iluminaban el exterior del palacio bañando en oro y bronce con delicadas esculturas.
Apophis detuvo a su corcel descendiendo él primero para después tenderle la mano a Neferet aceptando está gustosa.
Más nunca pudo tocar con sus pies el suelo ya que su cuerpo fue alzado siendo llevada estilo princesa por Apophis al interior del palacio, su risa no se hizo esperar tras dicha acción de su amado, le causaba gracia cuando depositaba besos por todo su rostro haciéndole cosquillas.
El palacio estaba desolado, no había ni un alma por todo el lugar, solo se escuchaban el sonido de sus pasos haciendo eco por el lugar, habían llegado a una zona abierta del palacio donde las cálidas aguas chocaban contra el mármol del palacio, varias cortinas y sábanas adornaban un pequeño lugar que el mismo faraón había preparado para ella.
Varias antorchas con velas le daba un toque romántico al ambiente, unas almohadas estaban tendidas en el suelo encima de varias sábanas de satín fino acompañado de una cesta de alimentos y bebidas.
- Apophis esto es.... - se quedó sin palabras - es hermoso
Se giró hacia él quedando frente a frente
- Lo hice yo mismo - la miró - exclusivamente para tí - acarició su mejilla - eres muy especial...
La tomó por la cintura a la vez que se acercaban al lugar deseado, el sonido de las olas impactando contra el mármol más ligado con sus pasos era una melodía entre ellos, tan sincronizados entre si, caminaron hasta la orilla en dónde las aguas mojaban sus pies.
Él quedó detrás de ella abrazándola, pegándola a su cuerpo transmitiéndole su calor, las estrellas se reflejaban en las aguas acompañada de la Luna.
A dónde vas?
La pregunta de Neferet se quedó en el aire cuando observó a Apophis despojándose de sus ropajes, retiró el tocado de nemés seguido de las joyas y el klaft, quedando completamente desnudo.
Neferet desvió su mirada con las mejillas sonrojadas obteniendo como respuesta una sonora risa por parte de Apophis, con elegancia y porte fue ingresando a las aguas quedando tapado por completo por éstas, Neferet llevó su mirada hasta él cuando el agua lo cubrió por completo hundiéndose.
El corazón de Neferet papito con fuerza cuando no lo vió emergir de las profundas aguas.
- Apophis!!!
Lo llamó con desesperación sin obtener respuesta, sin pensarlo dos veces ingresó corriendo al agua en busca de su amado, no le importó que su atavío se mojara o que sus joyas se le cayesen, nada de eso le importó.
Removió las aguas buscándolo por doquier más no lo encontraba, se estaba comenzando a asustar.
Un grito escapó de sus labios más no se llegó a escuchar ya que fue callado por unos labios unidos a los suyos, había sido él quien había emergido frente a ella tomándola por sorpresa.
- Casi me matas del susto - lo reprimió una vez rompió el beso - como....
Sus palabras fueron calladas cuando por su labio inferior se deslizó el dedo de él delineando su labio detenidamente, su mirada se encontró con la suya...pero esta estaba diferente.
Había algo más...algo nuevo y diferente en él, su mirada se había oscurecido y expresaba un dik fin de emociones y deseos...deseos perversos que había retenido por respeto hacia su amada..pero que ya no podía retenerlos..no teniéndola a su merced.
- Quiero que me toques...
Susurró con voz grave contra su frente ya que era más alto que ella, una curiosa Neferet dirigió con cautela su mano hacia su pectoral derecho, en dónde se encontraba una herida de guerra ya cicatrizada de hacia tiempo.
Con suavidad delineó la cicatriz siendo observada con detenimiento por Apophis, sus respiraciones eran irregulares, el deseo iba en aumento con cada roce que ella le daba.
Pero fue en ese entonces cuando perdió los estribos, cuando sintió sus finos labios repartiendo húmedos besos sobre sus heridas.
La tomó por los muslos alzándola enredando sus piernas en su cintura, deslizó su húmeda lengua por su clavícula y cuello hasta llegar a sus labios los cuales devoró, mordió y chupó a su antojo.
- Quiero que me hagas tuya - susurró ella sobre sus labios - házme el amor..
Que será de Apophis en la guerra😭
Próximo capítulo +18
Que opinan de nuestra Neferet?
Continuará....
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Ambitious Women
Romance𝐸𝑙 𝑚𝑢𝑡𝑖𝑠𝑚𝑜 𝑟𝑒𝑖𝑛𝑎𝑏𝑎 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑛𝑜𝑠𝑜𝑡𝑟𝑜𝑠, 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜𝑠 𝑙𝑢𝑐𝑒𝑟𝑜𝑠 𝑠𝑒 𝑓𝑢𝑐𝑖𝑜𝑛𝑎𝑟𝑜𝑛 𝑐𝑟𝑒𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑢𝑛𝑎 𝑠𝑜𝑙𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑟𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑒𝑙𝑙𝑜𝑠, 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑓𝑢𝑒 ℎ𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑒́𝑙 𝑠𝑒 𝑑𝑖𝑠𝑝𝑢𝑠...