Cuatro

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El frío viento erizaba la piel descubierta del omega, Jeongin se retorcía ansioso mientras Hyunjin besaba un camino húmedo por todo su vientre. La mano del alfa subía y bajaba suavemente por toda la extensión de su pierna.

El ambiente en la habitación era una mezcla deliciosa de café y caramelo.

Jeongin jadeaba perdido en las sensaciones, ¿cómo todo podía ser demasiado pero a la vez no suficiente? Su entrada se apretó en la nada, la necesidad lo volvería loco y el olor del alfa lo estaba matando.

El alfa subió a los rosados pezones de su omeguita, la visión ante él debía ser ilegal. Los mordisqueo dejándolos erectos y sensibles al tacto.

Hyunjin suspiró ansioso de llegar a la fuente del caramelo. Beso y mordió la línea del cuello de Jeongin alimentándose de sus gemidos, con la mano en la cinturita del omega lo mantuvo en su lugar.

Su mano libre llegó a la cara del precioso omega quien se mantenía jadeando, sus bonitos labios estaban hinchados y rojos aún más maltratados que antes. Hyunjin no dudo, y lo beso. El omega reacciono ansioso y respondió el beso torpemente. Era su primer beso. Fue dulce pero demandante, Jeongin sentía que se quedaba sin aire mientras Hyunjin devoraba sus labios.

Su corazón acelerado ante la idea de este alfa besandolo a él.

Después de varios minutos, Hyunjin se alejó colmando de besos cortos los pomposos labios del omeguita. Hyunjin mordió los labios ajenos y beso sus mejillas, frente y nariz. Quería comerlo entero.

Consumirlo hasta disminuirlo a la nada misma. Jeongin era un afrodisíaco terrible para él.

Su mano trazaba caricias en su cintura y el hueso de la cadera. Jeongin respiraba entrecortado. El alfa amaso sus glúteos antes de bajar a su coñito. Jeongin sentía el aliento caliente chocar en la parte interna de sus muslos. Nunca había sentido algo así, estaba al borde del llanto.

Quería tanto que Hyunjin lo tocara ahí.

El alfa abrió sus piernas exponiendo su agujero. Jeongin gimió de la anticipación.

La rosada entrada de su omega parpadeaba en su dirección con todo el lubricante desbordando, ensuciando todo. Jeongin era un desastre en este momento.

El omega solo podía gemir y soltar mas y más feromonas llamando a su alfa.

—Hyunjin por favor. —tartamudeó sonrojado, el alfa lo miró a los ojos con el deseo oscurecíendo el café en ellos.

Hyunjin lamió el camino hace el bonito coñito que pedía su atención, al probar el dulce lubricante, sus sentidos se agudizaron y perdió la consciencia. Su erección dolía.

Trazo con la lengua todo el coño del omega desde su clitoris hasta su agujero. Jeongin gritó extasiado por el alfa que chupaba y mordia su montículo de nervios.

Lágrimas caían de sus ojitos empañando todo su rostro, las manos del omega no sabían de donde sostenerse. El alfa lo estaba comiendo tan bien. Tan bueno.

No dejando descanso para respirar. Jeongin grito cuando Hyunjin fingió una embestida con su lengua. El coñito tan estrechó lo recibió al segundo intento.

—Ah ah ah, alfa. —las manitos del omega se aferraron al rojo cabello sin saber que más hacer.

Hyunjin lo sostenía de su culo acercandolo a su rostro, las sensaciones lo sobreponian.

Hyunjin limpio con su boca todo el desastre en los muslos del omega, mordió cada pierna y dejó moretones, sus colmillos luchaban por salir y marcar y marcar. Quería que este omega oliera siempre a él, que todos supieran que el precioso omega ya estaba tomado.

Quería llenarlo con su semen y taponearlo así. Que oliera siempre a él.

Con dos dedos recogió parte del lubricante del omega, acercandolo a su estrechez.

El omega se tenso mordiendo su labio inferior en un intento de detener sus gemidos. El dedo se burló de él, solo presionando su entrada sin ninguna intención de moverse. Hyunjin lo observó desde abajo, besando el sobresaliente hueso de la cadera del omega.

Jeongin lloriqueo agitado con sus manitos apretando las sabanas.

—Que bonito omega tengo aquí. —halago besando los labios ajenos haciendo que este se probara así mismo.

El rostro lloroso de Jeongin con sus bonitos ojos bien abiertos mirandolo desorientado lo incitaban a llevarlo al limite, a corromperlo.

—por favor. —dijo abriendo más sus piernas invitando al alfa. Su olor a caramelo aumento.

—Sí lo pides tan dulcemente, no puedo negartelo, amor. —dijo arracandole un beso brusco al omega.

El mayor gruñó introduciendo de a poco su dedo índice en la lubricada entrada, atento a las reacciones ajenas, temeroso de dañarlo. Jeongin gimió su nombre ante el dedo embistiendo en su interior. El alfa desabrochó su pantalón con su mano libre buscando aflojar la presión en su polla.

El contraste entre ambos era evidente, el fuerte y maduro cuerpo del alfa todo cubierto mientras el cuerpecito delicado del omega estaba completamente expuesto.

Hyunjin daba estocadas rápidas sin dar descanso al omega, Jeongin apretaba el grueso dedo dentro de él, sus ojos desenfocados por el placer. El omeguita estaba perdido en su celo y la sensaciones.

Gritó cuando Hyunjin agrego otro dedo sin aviso embistiendo su punto sensible, los dedos se abrieron en tijera buscando dilatar la entrada del omega. Los únicos sonidos en la habitación eran los jadeos del pequeño y el chapoteo provocado por Hyunjin.

—Más Jinnie, por favor hyung. —gimió entrecortado.

—Shh, solo para mi, no tan alto, omega. —Hyunjin metió dos dedos en la boquita del omega, buscando callarlo, Jeongin los chupo inmediatamente, viéndose obsceno.

Con sus dientes en los rosados pezones, mordió la piel palida formando chupones en todo su pecho hasta su clavícula, en la zona donde su olor era más fuerte, raspo con sus dientes, deseando dejar su marca de apareamiento.

Hyunjin dejó de taparle la boca con su dedos para saquear su dulce boquita. Levantó la pierna del omega hacia su pecho embistiendo más profundo. Con su pulgar masajeo el clitores hinchado sin dejar de embestir dentro de él.

Jeongin se corrió en un gritó que fue acallado por la boca hambrienta del alfa, quien no dejó de joder al omega a través del orgasmo.

En medio del beso, Hyunjin saboreo las lágrimas de Jeongin.

Siguió entrando y saliendo sobreestimulando al sensible omega y alargando su placer.

Las manitos del omega se aferraron a la mano del alfa entre sus piernas intentando alejarlo de su maltratada entrada, con la respiración acelerada y el corazón a mil. Su vientre tenso ante las intensas sensaciones, el omega creyó morir. El chapoteo era más fuerte dado lo salvaje de los golpes del alfa en su interior y el lubricante que seguía escapando del coñito del pequeño.

Hyunjin mordió su labio excitado por la visión del omega blanqueado sus ojos atrapado en el doloroso placer. El alfa consumió todos sus gemidos rotos.

—Ah ah ah.. Hyun- jinnie ah yo-. —Jeongin sollozo cuando explotó en el tercer orgasmo de la noche, mil veces más intenso que los anteriores, el squirt chorreo las sabanas y la mano del alfa.

Hyunjin absorbió toda la imagen del precioso omega destrozado bajo su cuerpo. Sacando sus dedos del interior cálido, los acercó a su boca disfrutando su sabor.

—Eres tan dulce, bebé. —dijo viendo el cuerpecito tembloroso. —Podría comerte durante horas. —Jeongin se estremeció. —Te gustaría, ¿mmm?

Jeongin asintió aturdido en el calor del celo.

Se siente correcto, hyung || HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora