Fin

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Jeongin había decidido quedarse en Busan.

En un inicio le había emocionado la idea de irse a Seúl con su alfa y estudiar artes pero Jeongin era muy feliz en donde estaba ahora, y la idea de establecerse y estudiar en Busan se volvió más atractiva de pronto.

Sus amigos, familia y su vida entera estaban aquí. No quería empezar de nuevo y no tenía porque hacerlo.

Su primer semestre había sido difícil pero sus amigos estaban junto a él, lo cual hacía todo más llevadero.

El llegar a casa cada día y encontrar a su alfa, hacía que su vida fuera una aventura en si.

Jeongin no podía estar más feliz.

La existencia de Hyunjin hacía todo tan maravilloso.

Y el sexo seguía siendo toda una novedad para el pequeño omega que adoraba hacer el amor con su alfa. La forma en que Hyunjin veneraba su cuerpo lo hacía sentir amado y deseado.

—Bebé, te ves tan guapo así.

En cuatro, con su culo levantado y su mejilla sobre la almohada, dos dedos embestían su coñito con fuerza, haciéndolo retorcerse en las sábanas, Jeongin solo podía gemir e intentar no dejar caer todo su peso sobre la cama. Hyunjin apretó su nalga y después le asentó dos golpes seguidos. Jeongin gritó y se mojó más, apretando los dedos en su interior.

—Todo el día me estuviste seduciendo con esa faldita, eh. —su palma volvió a chocar con la suave y rojiza piel. —Tentando a mis socios y haciendo sonrojar a mi secretaria. Tan mal omega. —Hyunjin agregó un tercer dedo sin disminuir la fuerza de sus embestidas.

—Mgh no lo hice con esa intención, alfa.

Jeongin babeo sobre las sábanas intentando con todas sus fuerzas no correrse, Hyunjin no se detendría si lo hacía. Solo lo alentaría a la sobrestimulacion y lo llevaría a desmayarse. Jeongin no podía, mañana tenía clases.

Debió pensarlo mejor antes de aparecer de improvisto en la oficina del mayor con aquella diminuta ropa.

A veces era un poco impulsivo.

Pero no se arrepentía de las situaciones a la que su impulsividad lo llevaba.

—¿No? Fue en lo único que pude pensar en mi reunión y estoy seguro que ellos igual.

Bueno, puede que Jeongin si estuviera intentando llamar la atención de su alfa pero eso era todo, el no esperaba que hubieran cinco alfas más ahí y que su conjunto fuera llamativo para ellos también.

—Uh lo siento yo- ¡Alfa! —Jeongin se corrió después de una embestida específica y cayó débilmente sobre sus hombros.

Hyunjin no se detuvo ahí y volteando el cuerpo de Jeongin sobre la cama, se posicionó entre sus piernas abiertas.

Jeongin jadeaba abrumado aún en la cima de su clímax, su rostro cubierto de una ligera capa de sudor iluminaba su naricita de botón y mejillas moteadas de rojo, Jeongin lo miraba atento siguiendo sus movimientos con sus ojitos llorosos.

Hyunjin acercó la mano cubierta de la corrida del omega y la probó gruñendo de gusto bajo la mirada de Jeongin. Él omega lo jalo del cuello y lo besó con ansias y tanto deseo, gimiendo al probarse a si mismo en la boca de Hyunjin.

—¡Mgh! Si si más, alfa.

Hyunjin había entrado de pronto en el flojo coñito y empezaba a penetrar en busca de su propio placer sin darle tiempo al omega de acostumbrarse a la repentina invasión. Se suponía que era un castigo pero a Jeongin siempre le gustó la rudeza con la que el alfa tomaba todo de él.

Él omega gemía a lo tonto, perdido en las olas de calor que lo sacudían por completo, Hyunjin lo abrió entero con sus piernas sobre su pecho y su verga entrando y saliendo salvajemente. El sonido de piel chocando y el chapoteo provocado por su lubricante natural resonó en toda la habitación.

El cuerpecito bajo Hyunjin se mantenía quieto por las pesadas manos sobre él pero Jeongin sabía que si no fuera por eso podría terminar chocando contra la pared dadá la rudeza de sus golpes.

Hyunjin sacaba todo pensamiento racional de su cabeza y lo hacía papilla. Hyunjin tocaba cada punto en el que hacía todo mil veces mejor. Con Hyunjin todo siempre era más intenso.

—Me tomas tan bien, bebé. —Jeongin se deshizo en un charco por los cumplidos.

No bastó mucho más para que jeongin se corriera de nuevo, los sonidos húmedos y sus gemidos llenaron la habitación y el coñito de Jeongin se apretó en la creciente polla. Hyunjin se dejó caer en el pecho de Jeongin mientras su nudo se expandía y su corrida llenaba la apretada cavidad.

Jeongin se rio sin aliento, acariciando el rojo cabello del alfa.

—Jinnie me estás aplastando. —se quejó con un puchero. Su voz sonó aguda y gastada. Como tanto le gustaba al alfa.

Hyunjin lo abrazó por la cintura y los giro dejando al omeguita sobre su pecho, Jeongin se acostó con su mejilla presionada en su pecho y jugó con la cadena que colgaba desde su cuello mientras Hyunjin acarició la preciosa marca que destacaba sobre la glándula de su omega.

—Te amo, Innie. —Jeongin lo miro sin aliento aún sin poder acostumbrarse a la forma en que esas palabras proviniendo de su alfa alborotaban las mariposas en su estómago.

Jeongin unió sus labios en un beso lento y dulce similar a la acaricia de una pluma. Sus corazones se aceleraron al mismo ritmo y sus miradas se conectaron la una con la otra compartiendo el mismo brillo lleno de amor y devoción eterna.

—Y yo te amo a ti, Hyunjin.

Demasiado.

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Holaaa les tqm, gracias por leer hasta aquí^^

Con mucha paciencia, esperen los extras<3

Capituló sin editar.

Se siente correcto, hyung || HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora