Ocho

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—No quiero ocultarselos, Hyunjin. —dijo jugando con el dobladillo de su camisa.

—Yo tampoco y no podría ni intentarlo. —aseguró el alfa, dándole un beso al omega distraído.

—Pero me asusta su reacción, papá es muy sobreprotector conmigo y mami. No quiero que tu y el peleen por mi culpa. —dijo Jeongin lloroso.

Hyunjin jalo al omega a un abrazo.

—Tus padres son sensatos. —consoló. —Ellos entenderán.

Se abrazaron durante unos minutos en completo silencio, Hyunjin respirando el dulce olor de su omega.

—Y sin importar lo que pase, no me alejare de ti, amor. —prometió el alfa incapaz de detenerse a ser racional.

Jeongin se relajó visiblemente sobrecogido por las feromonas de Hyunjin mientras miraba atento al alfa, lo cierto era que al omega no le importaba mucho la reacción de sus padres, es decir, no quería que pelearan pero fuera la que fuera, no había forma en la que lo pudieran alejar de su alfa, sus padres al igual que toda la sociedad, reconocían lo valiosa y rígida que era la biología y si está dictaba algo, era así, sin más.

Por otra parte, Hyunjin podría tomar la completa tutela de Jeongin ahora, dado que era su alfa destinado.

No había nada más importante que las parejas destinadas, ni siquiera los lazos sanguíneos.

Pero su alfa no era alguien malo, el no tomaría a Jeongin y cambiaría toda su vida solo porque era suyo, Hyunjin nunca lo trataría como un objeto. El alfa no querría quitarle su familia ni mucho menos que sus padres lo odiaran. No le haría eso.

Jeongin sabía lo afortunado que era, considerando la forma en que la sociedad veía a los omegas... Por eso siempre le gustó su hyung, Hyunjin siempre le enseño lo que valía y no le permitió sentirse inferior a alfas y betas. Jeongin era igual de valioso que cualquier alfa. Jeongin podía ser todo lo que él quisiera. Su opinión también valía.

Amaba tanto a Hyunjin.

Habían rumores acerca del sentimiento de vacío y añoranza que las personas sentían toda su vida hasta encontrar a su destinado. Jeongin nunca creyó en eso, pensó que eran exageraciones. El nunca se había sentido así, nunca había anhelado a alguien que no conocía.

El ciertamente nunca lo anhelo ni supo como era ese sentimiento de vacío y añoranza porque su destinado siempre estuvo ahi, con él.

—¿Qué? ¿Qué pasa con este ambiente tenso? —bromeo Minho.

El omega no sabría como iniciar esa conversación, Hyunjin seguía siendo el mejor amigo de su padre y un hombre de 34 años... realmente no era una situación deseable.

—Encontré a mi destinado, papá.

Jisung se alegró visiblemente mientras Minho fruncia el ceño.

—Eso es increíble, amor pero tu celo aún no llega... no deberías ser capaz de reconocerlo. —dijo Jisung.

En cambio Minho pregunto:

—¿Quién es tu destinado, Jeongin? —el malestar en su voz era claro.

—Mi celo llego el viernes poco después de que ustedes se fueron...

Minho ahora miraba fijamente al alfa junto a Jeongin.

--¿Quién es tu destinado, Jeongin? —volvió a preguntar su padre, la tensión vibrando en todo su cuerpo.

Hyunjin carraspeo molesto por el olor angustioso de su omega.

—Minho, Jisung. —llamó Hyunjin mientras tomaba la mano del omeguita entre las suyas. —Ninguno de nosotros esperaba esto y entenderé si están disgustados ante la idea pero Jeongin es mi omega y por nuestra amistad y el bienestar de su hijo, espero lo entiendan. —hablo solemne.

Su amistad le importaba pero todo tomaba un segundo plano ahora que tenía a su omega, de cierta forma todo siempre estuvo en segundo plano desde que Jeongin apareció en su vida.

Jisung jadeo sorprendido.

Jeongin se veía adorable mientras evitaba ver a sus padres. Hyunjin deseo inclinarse y besar sus labios rojizos pero eso solo empeoraría las cosas.

Despues de un largo silencio, Minho solo suspiró frustrado.

—El destino es una mierda increíble, ¿por qué no te dejó seguir siendo mi bebé más tiempo? —lloriqueo viendo a su hijo.

Jisung se rió, golpeando el hombre de su dramático esposo.

Jeongia en cambio, finalmente pudo respirar tranquilo.

—Esto es una noticia sorprendente pero me alegro por ustedes, chicos. —tartamudeo el omega mayor. —Estoy muy feliz de que finalmente encontraras a tu omega, Hyunjin y me alegra saber que mi bebé tiene un alfa tan bueno pero... me preocupa las diferentes etapas en las que ambos están. —suspiró jugando con la mano de su esposo. —Como el adulto que eres debes saber que Jeongin aún debe terminar su escuela antes de siquiera pensar en formar una familia. Su biología omega aún es delicada, un embarazo nunca es recomendable para un omega tan joven. —dijo Jisung con voz seria pero un semblante tranquilo.

Jeongin sabía que sus padres no se opondrían, sería tonto pelear contra algo como el destino pero de igual forma no pudo evitar sonrojarse ante las sugerencias de su padre.

—Lo tengo muy claro, Jisung. Mis deseos pueden esperar todo lo que sea necesario mientras Jeongin este bien.

Jisung asintió satisfecho.

--¿No puedo suponer que no se enlazaron? —Preguntó Minho medio pálido mirando al techo.

Jeongin definitivamente quería que la tierra se lo tragara.

—No, nosotros no-. —negó nervioso intentado que su olor no delatara su vergüenza y nerviosismo.

Hyunjin apretó su mano en consuelo.

—De hecho, quiero pedirles permiso para cortejar a Jeongin formalmente.

El corazón del omeguita se detuvo y tanto su padre Jisung como el no pudieron esconder sus sonrisas desbordando emoción.

En la actualidad, no era tan común el cortejo.

No era necesario.

Pero cortejar representaba otro tipo de devoción.

Un amor profundo por tu omega.

Que podrías esperar lo que fuera por él.

Jeongin no podía enamorarse más de su alfa.

—Él único que necesita estar de acuerdo en eso es Jeongin y estoy segurisimo que estaría más que encantado. —Minho rió viendo los bonitos cachetes similares a los de su pareja encenderse ante sus palabras.

—¡Papá! —se quejó avergonzado. —Pero si, Jinnie si quiero. —sonrió tímidamente hacia su alfa.

Hyunjin sonrió complacido continuando las caricias en la mano del omega.

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Hola^^

Se siente correcto, hyung || HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora