Once

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Habían pasado cuatro días desde que tuvo esa conversación con Jeongin, el alfa podía reconocer que estaba siendo tonto y demasiado inseguro para aceptar que si su omega había tenido su celo era porque estaba listo para ser reclamado.

Así que después de una incomodisima conversación con Minho y Jisung, Hyunjin decidió su siguiente movimiento.

Su omega merecía los mejor en su apareamiento por lo que Hyunjin preparo todo para el sabado.

Estaba nervioso y temeroso, se sentía como un adolescente. Jeongin podía reducirlo a la nada misma en un revoloteo de sus bonitas pestañas

El alfa era todo instintos por ese omeguita, como ahora que de nuevo estaba esperando a Jeongin a la hora de la salida mientras recibía miradas indiscretas de otros estudiantes y de los mismos profesores. Lo hacían sentir incómodo pero no importaba mucho cuando Jeongin le seguía sonriendo como lo hacía cada que lo veía esperándolo.

El omeguita se despidió de sus amigos y salió corriendo a sus brazos, su bonita falda balanceándose de un lado a otro y su delicioso aroma drogando a Hyunjin.

—Te extrañe. —susurró el omega sobre sus labios.

Hyunjin lo alzó y sosteniendolo por el trasero lo subió al auto dejando un besito en su frente.

—Y yo a ti, bebé.

Las ansias se acumulaban como una segunda piel en todo su cuerpo.

El omega le sonreía satisfecho mientras Hyunjin conducía a casa envuelto en el dulce caramelo que llenaba cada rincón.

Les gustaba la nueva rutina, antes de saber que eran destinados ya pasaban una enfermiza cantidad de tiempo juntos pero en ese entonces el alfa siempre trazaba un límite, a veces se confundía y reclamaba a Jeongin con su olor como si fuera suyo, así que cuando pasaba, Hyunjin se alejaba y terminaba alejando a Jeongin, lo que lastimaba al omeguita quien solo quería estar con su hyung pero ahora era diferente, Hyunjin ahora sabía que Jeongin si era suyo y no había razones para limitarse de él.

Al llegar a casa del alfa, Jeongin se cuestiono internamente si debería ir a su casa por ropa y a saludar a sus padres, cosa que se vio interrumpida cuando el alfa lo empujó contra la primera pared al cerrar la puerta.

—Te extrañe demasiado. —dijo contra su piel.

Hyunjin inhaló el caramelo desde la fuente dejando un camino de chupones hasta el inicio de la camisa redonda del omega, Jeongin gimió alto cuando Hyunjin rasgo la camisa y mordió sus pechitos.

Antes de que el omega pudiera quejarse de la brusquedad del alfa, este medio gruñó.

—Te comprare más de todo lo que quieras.

Jeongin mordió su mano ahogando un grito cuando el alfa mordisqueó su pezon mientras con su mano estimulaba el otro. El alfa tomo las piernas del omega y las enredo en su cintura, guiandolos hacia el sofá.

El omega gemia retorciéndose sobre el alfa únicamente vestido con su negra faldita que resaltaba su pálida piel. La delgada tela de sus bragas estaban en contacto directo con el pantalón del alfa quien lo sostenía duramente por su cintura, el omega supo que quedarían moretones ahí.

—¡Ah!

Las fuertes manos amasaban sus nalgas a la vez que iniciaban movimientos de vaivén sobre la polla vestida.

—Hyunjinnie ah se siente tan bien. —gimió entrecortado.

La polla chocaba contra su coñito vestido pero aún así el lubricante escapaba por sus muslos arruinando el pantalón del alfa, el alfa azotó el culo del omega varias veces sacandole grititos al omega que se estremecía por la estimulación.

Se siente correcto, hyung || HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora