Quince

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Despertó desolado sintiendo la falta de su alfa en la cama, desorientado se levantó con pereza pero con ansias de encontrarlo. El frío que lo recorrió le hizo recordar que únicamente vestía una de las camisas del alfa que resbalaba por su menudo cuerpo.

Con pequeños pero ansiosos pasos entró a la sala, y encontró a su pareja sentado en el único sillón de la aún vacía casa escribiendo en una laptop y hablando por teléfono muy concentrado.

¿Era tonto que hasta haciendo las cosas más mundanas Jeongin lo encontrara tan atractivo?

El alfa no tardó en notar su presencia por lo que Jeongin caminó hasta el, Hyunjin automáticamente alejó su laptop dándole lugar al omega para que se sentara sobre el.

Jeongin se abrazó al cuello de Hyunjin y escondió su cara ahí, aspirando todo lo posible su delicioso olor, Hyunjin tarareo acariciando la marca en el cuello contrario, eso relajó al omega rápidamente.

—Hola.—saludo con timidez el más pequeño.

Hyunjin sonrió encantado.

—Hola bebé. —respondió dejando un beso en su frente. —lamentó si te desperté, quería resolver unos asuntos para estar libre el resto del día.

Jeongin se abrazó más al alfa asintiendo sin importancia a lo que decía, estaba bien mientras pudiera estar envuelto a su alrededor y respirando todo a él. A su alfa.

—Estaba pensado que podríamos empezar a hacer algunas compras para la casa, ¿que dices? —Hyunjin dijo pensativo mientras acariciaba la espalda del omega distraídamente ambos relajados por su combinación tranquila de feromonas. —No quise amueblar antes porque quería que pudieras decorar como desees.

Jeongin suspiró maravillado, amaba tanto a su atento y dulce alfa.

—A Minho y Jisung les parece bien la idea de que nos mudemos juntos después de que termines la escuela, eso es en dos meses. —Jeongin lo miro asombrado de saber que había hablado con sus padres. —Igual todo depende de ti, Innie, si quieres mudarte o no, siempre respetare lo que quieras. —habló nervioso.

—Por supuesto que quiero mudarme contigo, alfa tonto, pensé que ya lo había dejado más que claro. —se rio de lo ansioso que se veía Hyunjin.

El alfa suspiró aliviado.

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Ninguno de los dos pensó realmente acerca de las consecuencias de exponerse a las personas con su vínculo tan reciente, Hyunjin debió preverlo pero a veces se es muy tonto por amor.

Estaban en uno de los pasillos de una tienda de electrodomésticos viendo cosas para su nueva y muy vacía cocina. Jeongin saltaba de un lado a otro emocionándose por cada cosa bonita que veía y cambiando de opinión cada pocos minutos.

Hyunjin, Hyunjin por su parte disfrutaba ver a su omega tan feliz esparciendo su bonito olor y mostrando la hermosa marca en su delicado cuello, así que el solo se encargaba de seguir al omega a donde fuera y arrastrando el carrito donde cargaban las cosas que elegían.

—Jinnie, ¿te gustan estas? —preguntó viendo una elegante y moderna cafetera negra frente a él. Hyunjin asintió. —También me gusta pero... quizás en blanco se vería mejor en nuestra cocina aunque parece que no hay. —se quejó con un puchero adorable.

El alfa no se resistió.

La mano de Hyunjin tomó su barbilla y lo acercó a su cara dejando un beso en los labios fruncidos, Jeongin lo siguió con entusiasmo olvidando todo a su alrededor.

—Voy a preguntar a algún empleado, ya vuelvo. —se despidió dejando un beso en su mejilla y medio trotó al lado contrario de donde estaban. Al alfa tampoco le gustaba la idea de alejarse de su omega.

Se siente correcto, hyung || HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora